Guía para no ser un heterobásico

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Guía para no ser un heterobásico: otra masculinidad es posible

El modelo de masculinidad reinante ya no sirve. Echa un vistazo a esta guía de 21 puntos para saber cómo puedes ser un hombre mejor.

Por Guillermo Álvarez  |  18 Enero 2019

Eres un hombre cisgénero heterosexual. Tu identidad de género y tu sexo biológico coinciden, y además te gustan las mujeres. Lo primero, mi más sincera enhorabuena porque te vas a enfrentar a menos problemas en la vida que si fueras mujer, transexual, homosexual o bisexual. Has nacido con el poder que tradicionalmente han ostentado los varones (blancos, heterosexuales y cisgéneros), pero te habrás dado cuenta de las que cosas han ido cambiando poco a poco. El modelo de masculinidad imperante hasta los primeros años del siglo XXI ya no vale. El feminismo no es una opción, es una realidad y una necesidad, el machismo tiene que desaparecer, la homofobia marcharse para no volver jamás y el heteropatriarcado saltar por los aires.

¿Qué hacemos entonces los hombres? Si eres un varón heterosexual tienes que dejar de preocuparte por tus privilegios y trabajar más para no ser un heterobásico, un concepto que puede resultar extraño, pero que representa a un buen porcentaje de la población. Si todavía no te has dado cuenta de que lo eres o ya empiezas a sospecharlo, te propongo una guía para dejar de ser un heterobásico. Sí, se admiten críticas, porque con estas cosas nunca llueve a gusto de todo el mundo, pero al menos da una oportunidad a otro tipo de masculinidad.

1 Di adiós al machismo

Esto es lo principal. Para dejar de ser un heterobásico tienes que concienciarte de que el machismo debe desaparecer de una vez. Ya no solo es que las mujeres sean respetadas por los hombres y no ser agredidas, violadas o asesinadas por el hecho de ser mujeres, como desgraciadamente sigue ocurriendo, sino que hay que acabar con la condescendencia, con el paternalismo, con los micromachismos y sobre todo, concienciar a la sociedad de que hombres y mujeres son iguales. Un hombre no es más ni es menos que una mujer por el hecho de serlo. Tienes que tenerlo claro desde el minuto uno. El machismo hace daño también a los hombres, el feminismo nos libera.

El machismo mata. Tenlo claro.
El machismo mata. Tenlo claro. Shutterstock

2 Di no a la homofobia

Y luego está la homofobia, que no deja de ser otro tipo de machismo. Si eres un varón que piensa que los hombres no sufrimos el machismo, estás muy equivocado. El machismo nos obliga a cumplir con unos cánones de masculinidad realmente caducos y agotadores, y el que no lo hace, es considerado 'poco hombre', un 'maricón', palabra que dicho sea de paso no debería ser un insulto. Y ahí entra la homofobia, un odio a los homosexuales que en el caso de los heterobásicos suele estar más enfocado hacia los gays. Con las lesbianas hay menos reparos, algo muy de heterobásico, por cierto. Un hombre de verdad es un hombre bueno, un hombre del que la sociedad se puede sentir orgullosa, sea gay, hetero, bisexual, asexual o lo que quiera ser. Un hombre de verdad no odia a quien ama a las personas de su mismo sexo. Un hombre de verdad no agrede, ni humilla, ni insulta a los homosexuales (ni a nadie, claro). Un hombre de verdad no es homófobo. Antes de cambiar de punto, es importante aclarar esto: que tu amigo, compañero o allegado sea gay, no quiere decir que se vaya a enamorar de ti o vaya a intentar algo contigo. ¿Acaso todas las mujeres te desean? No, pues todos los homosexuales tampoco se van a enamoran de ti. Pensar así es homófobo.

3 No tienes que pavonearte para ligar

No hace falta que camines como John Travolta en 'Grease'. Pavonearte y andar chuleándote no te hace más hombre, ni más atractivo. Ah bueno, y lo que es más importante, nadie quiere que te lesiones, que andar con tanto movimiento no tiene que ser muy cómodo, ni tampoco muy sano.

4 Sé más generoso y menos egocéntrico en el sexo

El ser humano tiene en el sexo no solo una forma de tener descendencia (en el caso del sexo heterosexual), sino una forma de obtener placer. Hasta ahí todo bien siempre y cuando sea consentido, pero tradicionalmente, en la relación sexual ha primado el placer del varón frente a la mujer. En las relaciones sexuales, ambos tienen que dar y recibir. No te conformes con disfrutar tú, escucha a tu pareja y entiende qué quiere y cómo lo quiere. Si pones de tu parte, es probable que las relaciones sexuales sean más satisfactorias para los dos.

5 Recuerda que no es no

No debería hacer falta, pero recuerda que no debes forzar a nadie a hacer lo que no quiere. Si te dice que no, es que no, no es un 'dice que no pero quiere decir sí', o necesita dejarse llevar. No tienes que llevar siempre el control ni someter a nadie, nunca.

6 No discutas por todo y no seas agresivo

No todos los hombres tienen un mal carácter ni todas las mujeres una forma de ser dulce y comprensiva, pero quizás, mirando a generaciones anteriores, se aprecia que ellos tienden a exaltarse más y a ser más agresivos. No es plato de buen gusto que las reuniones familiares sean arruinadas por discusiones entre gallitos de corral, sean jóvenes o mayores, y es más lógico tener un intercambio de impresiones que no derive en un conflicto. Si quieres no ser un heterobásico, no respondas a todo con violencia, controla tus impulsos y deja la agresividad a un lado. En serio, te vas a sentir mejor.

Tiene que aprender a gestionar tu ira, rabia o agresividad.
Tiene que aprender a gestionar tu ira, rabia o agresividad. Shutterstock

7 Desarrolla estas cualidades que te harán un hombre mejor

La dulzura es una buena cualidad que no debe ser solo femenina. Sé empático, piensa más en los demás y ponte en su lugar. Muestra tus emociones, sé colaborativo y sé más cuidador, sobre todo con los miembros de tu familia. Sé sensible si tienes que serlo, sé humilde y solidario. Ya verás qué bien sienta.

8 Aprende a escuchar

Parece que escuchar es algo de mujeres, y tú también puedes hacerlo. Escuchar a los demás es vital y necesario, aprenderás más sobre la gente que tienes al lado, y lo que es más importante, entenderás qué les pasa y podrás crear un mejor clima, tanto en casa, como en el trabajo o con tus amigos.

9 Habla y manifiesta lo que sientes. Es sano y te libera

Además de escuchar, habla, pero no solo de fútbol. Expresa lo que sientes, lo que te preocupa. No hay nada más liberador que desahogarse con gente de confianza. Esto es algo que las mujeres saben hacer sin ningún complejo, y eso explica también por qué suelen tener mejor salud mental. Que un hombre exprese sus sentimientos no está tan bien visto... ¿la razón? ese concepto ridículo de masculinidad equivocada. Cuando tengas algún problema, suéltalo y libérate, ya verás lo bien que te sientes. Y no, eso no te convierte en débil. Quizás te sientas vulnerable, pero tienes derecho a estarlo en algún momento de tu vida. No es malo llorar alguna vez, y que se te quite de la cabeza aquello de que los hombres no lloran.

10 Educa a tus hijos e hijas para que no cometan los mismos errores del pasado

No eduques de forma distinta a tus hijos varones y mujeres y no trates de distinta forma a tus hermanos y hermanas. Educa a tus vástagos para que no sean heterobásicos, para que sean hombres o mujeres respetuosos y libres. Sé cariñoso con ellos y un padre presente. Juega con tu descendencia, pero también encárgate de su crianza y estate pendiente de las reuniones con el profesorado y de llevarle al médico, o sé capaz de quedarte en casa si están enfermos. Añado a esto un tú también, porque tradicionalmente ha sido la madre la que se ha encargado de todo esto.

Sé un buen padre, dales una buena educación a tus hijos y estate ahí siempre.
Sé un buen padre, dales una buena educación a tus hijos y estate ahí siempre. Shutterstock

11 Haz que las generaciones anteriores cambien o que al menos entiendan el cambio

En las familias hay muchos micromachismos fruto de la costumbre. Un ejemplo de ello es que en una comida familiar suelen ser las mujeres las que se levanten a servir y a recoger. Ayuda, y si no te dejan, insiste para crear hábito. Haz que el resto de varones de tu familia se impliquen. Si no te siguen, explícales que luchas para que el mundo sea un lugar mejor, y eso empieza en casa. Si no quieren participar, al menos que entiendan por qué te comportas de esta forma.

12 Tu madre no es tu esclava

Trata a tu madre como lo que es, la mujer que te ha cuidado y que siempre velará por ti, y la que más te querrá en toda tu vida. No es tu esclava, ni tampoco es tu criada. Cuídala y agradece todo lo que ha hecho por ti. Agradéceselo a tu padre, aunque el modelo de masculinidad que ha vivido provocará que la que se haya ocupado más de ti (probablemente) haya sido tu progenitora. No es que te quiera menos que tu madre, pero no supo lo que implicaba ser un heterobásico, aunque seguramente lo era o lo es. Tú sí lo sabes, así que estás a tiempo de cambiar.

13 Vive en igualdad con tu pareja

No busques en tu pareja a una madre, busca a una mujer que te ame y a la que ames. Sed iguales, respetaos, uníos y compartid las alegrías y las penas, y sobre todo las tareas del hogar. No tengas morro y no seas de esos que ayudan. Ayudar no es la palabra, la palabra es corresponsabilidad.

14 ¿Hay mujeres más fuertes que tú? ¿Cuál es el problema?

No pasa nada porque una mujer sea físicamente más fuerte que tú. No eres menos hombre por eso. Ella es una mujer y tú eres un hombre. Nuevamente vuelve el machismo. Si tú vas a coger una caja con mucho peso y no puedes, y viene ella y lo consigue, tú quedas fatal porque eres un blando y un débil y te dicen que hasta una chica tiene más fuerza que tú. ¿Cómo va a ser físicamente fuerte una mujer? Y peor todavía, ¿cómo va a superar a un hombre? Pues sí, hay gente que lo piensa... gente que esta muy equivocada. Si bien es cierto que el varón tiende a ser más alto y más fuerte que la mujer, hay excepciones y no pasa absolutamente nada porque haya hombres que tengan menos fuerza que ellas.

No tienes que llevar tú sí o sí todas las cajas en una mudanza ni todas las bolsas de la compra. Las mujeres también son fuertes.
No tienes que llevar tú sí o sí todas las cajas en una mudanza ni todas las bolsas de la compra. Las mujeres también son fuertes. Shutterstock

15 Sé fuerte e independiente si lo eres y no juzgues a otros hombres. Si no lo eres, sé libre

A los hombres se nos ha educado tradicionalmente para ser fuertes, poderosos e independientes. Sé fuerte, poderoso e independiente si te sientes capaz o si lo eres, y por supuesto con matices. Que tu fuerza y tu poder no arrollen a nadie, sea hombre o mujer. Si no te sientes fuerte, ni poderoso, ni independiente, no pasa nada, sé libre y feliz, que es a lo que realmente tienes que aspirar. Aunque lo más importante de este punto es que no juzgues a otros hombres que creas que no cumplen con estos cánones de masculinidad. Deja que la gente sea libre.

16 Sacar tu lado femenino no es ser afeminado, y si lo eres, tampoco pasa nada

Las cualidades asociadas a las mujeres suelen ser más positivas, asi que no dudes en sacar tu 'lado femenino' , que no quiere decir que te haga afeminado. De todos modos, si eres un poco afeminado (que es muy heteropatriarcal, lo sé, pero cuesta liberarse de estos términos), no pasa absolutamente nada, y tampoco sucede lo más mínimo porque el de al lado lo sea, tu amigo lo sea, o tu familiar lo sea. Esto no define tu sexualidad. Si te sientes atraído sexualmente por mujeres y estableces relaciones sentimentales con ellas, eres heterosexual, aunque no seas un macho ibérico (ojalá lo de macho ibérico desaparezca también). Ni qué decir tiene que no hay nada de malo en ser homosexual, pero como esto es una guía para no ser un heterobásico, pues para heteros va centrado el tema.

17 Haz 'cosas de mujeres' si es lo que te gusta

Sí, me odio a mí mismo por utilizar el término 'cosas de mujeres', o 'cosas de hombres', pero sería muy cínico hacer como si no existiera. Porque lamentablemente es cierto que en pleno siglo XXI todavía hay actividades que se consideran para hombres y otras para mujeres. Lo que hay que hacer es acabar con esa etiqueta. El caso, que hagas lo que te plazca, y si te encanta bailar, cocinar por gusto y no solo por supervivencia, ir de compras o trabajar en sectores tradicionalmente vinculados a las mujeres, hazlo. Sé libre, haz lo que te gusta, y ni juzgues, ni dejes que nadie te juzgue por ello, y si lo hacen, explícales que hombres y mujeres podemos hacer de todo.

18 No pasa nada porque ella gane más que tú

¿Acaso eres el hombre de las cavernas que tenía que procurar comida a su familia? No, afortunadamente hemos evolucionado. Si ella tiene un trabajo mejor pagado, no te sientas mal y alégrate, porque si además piensas egoístamente, ese dinero lo vais a disfrutar los dos. Si te sientes mal por eso o le haces sentir mal a ella, eres tonto. Si tus amigos o familiares te hacen sentir mal por eso, es que los tontos son ellos. Tampoco pasa nada si ella tiene que mantenerte durante un tiempo por los motivos que sean, aunque lo ideal es que hombres y mujeres trabajen, ganen su propio dinero y nadie dependa de los ingresos de nadie.

Si tu pareja triunfa, alégrate por ella. No hay más.
Si tu pareja triunfa, alégrate por ella. No hay más. Shutterstock

19 Hay vida más allá del fútbol

No pasa nada si no te gusta el fútbol, o los deportes en general. No es obligatorio que seas un apasionado del balompié, ni que tengas un equipo favorito. Igual en determinados ambientes te sientes un poco excluido, pero seguro que puedes aportar otras cosas y desde luego no te debes sentir menos hombre por no seguir el fútbol. Si por el contrario te gusta el fútbol, no cuestiones a los que pasan de él, ni critiques o minusvalores a las mujeres que sí están interesados en ellos.

20 Puedes vestir como quieras. Los colores son unisex

¿Te gusta el rosa? Llévalo. ¿Adoras combinar colores en tus atuendos? ¿Qué hay de malo? Las mujeres pueden llevar lo que quieran y está bien, pero muchos varones sienten reparos al ponerse determinada ropa y ciertos colores más vivos asociados a la moda femenina, lo cual es un error. Sé libre para vestir como quieras, lo que no te convierte en gay. Porque esa es otra, cuando se ve a un hombre vestido de una forma llamativa se tiende a pensar que es homosexual, lo cual no deja de ser homófobo y antiguo. Abre tu mente y lleva la ropa que te dé la gana. ¡No seas heterobásico en el vestir! Por otro lado, deja que tu pareja se vista como quiera y no se te ocurra coartar su libertad.

21 Sé feminista, y punto

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