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¿No te gusta la cerveza? Alternativas para no quedarte sin saber qué hacer cuando todos los demás pidan cerveza en el bar
La cerveza forma parte de la cultura de España, la mayoría de personas piden esta bebida cuando van de bares. Pero, ¿qué pasa con la gente a la que no le gusta la birra? En este artículo exponemos las mejores alternativas para tomar cuando todo el mundo tiene una caña en la mano.
| 26 Marzo 2019
La cultura del alcohol en España es una costumbre adherida a su propia idiosincrasia. Beber alcohol se interpreta como una tradición casi virtuosa, en la que se considera arte consumir en cierta proporción y cantidad sin perder la compostura y las formas. Desde el chato de vino en catas, hasta el clásico vermú pre-comida, pasando por el cubata de ron-cola de la madrugada estival. Todas esas consumiciones son normales, bien vistas por la sociedad y muy extendidas en la población.
Pero hay una bebida en especial que sirve para todo momento, para ver un partido, para charlar entre amigos, para conocer mejor a una persona o para descansar después de una larga jornada de trabajo. Ese néctar de los dioses que ya degustaban los egipcios hace 4.000 años se llama cerveza. Esta bebida, procedente de la fermentación de la cebada, se considera un arte en todas sus características, su intenso aroma y sabor no gusta a nadie la primera vez que se prueba, pero al igual que el café, termina cautivando a la mayoría.
Pero ¿qué pasa con aquellas personas que no les gusta la cerveza? Porque cada vez son más, pero nadie piensa en ellos cuando se dice: "vámonos de cañas al acabar de trabajar". Si eres de esas personas que no disfrutan con la cerveza, este artículo es para ti.
Alternativas naturales sin alcohol
La próxima vez que acudas a una tasca y no quieras beber alcohol acuérdate de estas opciones, ya que te ayudarán a mantener la misma actitud deshinibida y alegre que presentan el resto de compañeros y compañeras cerveceras:
- Bebidas alcohólicas sin alcohol. Tanto la cerveza como el vino se pueden servir sin alcohol. Son una buena alternativa si quieres beneficiarte de las propiedades de estos productos y sobre todo de su sabor (más o menos parecido), sin necesidad de aumentar la dosis de alcohol en vena. Aunque es bueno decir que para fabricar estas bebidas sigue siendo necesario fermentarlas, por lo que siempre tienen algún residuo imperceptible de alcohol. Si te tomas 15, a lo mejor empiezas a notar algo.
- Cócteles sin alcohol. No muchos bares disponen de ellos, pero seguro que algo encuentran, aunque sea un 'flameado de Moe' sin alcohol marca de la casa. Son una especie de caldos que endulzan los refrescos. Hacen las veces de licor sin alcohol pero con una dosis de azúcar que te hará subir por las paredes de la emoción. También se les denomina jarabes de frutas, o sea que puedes imaginar la intensidad de su sabor.
- Zumos y batidos. Que no te engañen, si todos se piden cerveza y tú un zumo, tu estilo de vida sano les dará envidia. Porque un zumo apetece siempre y además quita la sed dejando un sabor muy natural, la cerveza sin embargo es amarga, produce gases y no acompaña del todo bien a las comidas.
Bebidas alcohólicas sin gas
A muchas personas le sucede esto con la cerveza, no reniegan su capacidad para convertir una noche normal en una noche épica, pero no disfrutan de la sensación del gas. Para todos aquellos que se sienten hinchados al beberse un tercio, estas son sus alternativas:
- El vermú. Del francés 'vermouth', es una bebida procedente del vino. En su proceso se maceran ciertos botánicos, sobre todo el ajenjo, que es lo que le dota de ese sabor amargo y fuerte. Si te gustan los sabores fuertes es tu bebida, además no tiene gas y puedes sentirte un completo viejoven por un precio bastante asequible. Eso sí, no te pases con el vermú. Una o dos copitas ya supone tener mejillas coloradas, pupilas dilatadas y esa sonrisa delatora que tu madre sabe bien reconocer.
- Vino. La piedra angular de todo un país. Al margen de que puedes mezclarlo a tu antojo o tomarlo 'a palo seco' y seguirá estando bien rico, esta bebida es el único concepto que consigue poner de acuerdo al señor más conservador con el punki de festival. Pero corremos el mismo riesgo que con el vermú, hay que beber con moderación. Unas copas de vino pueden dejarte KO el resto de la noche.
- Mistela. También conocido como 'licor de vino', tiene un sabor muy sutil con tintes dulces. Muy rico, típico sobretodo del sureste y este peninsular, tiene un gran grupo de fans. Al igual que con el resto de variantes del vino, la graduación puede jugarnos una mala pasada, así que evita tomar más de la cuenta delante de la persona que te gusta o de tu jefe. Y si es tu jefe el que te gusta, ni te cuento.
- Agua de Valencia. Para muchos, el cóctel más delicioso de nuestro país. Consta de zumo de naranja, azúcar, vodka y ginebra. Además, debe servirse muy frío. Con una copa de esto ya estarás cantando reggaeton o rapeando como si fueras Eminem, con dos te entrará 'el caloret faller del foc y la flama' por todo tu cuerpo.
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Alternativas cerveceras que no saben a cerveza
Igual que hay cervezas que no gustan a los más cerveceros por no saber suficiente a cerveza, hay cervezas que no gustan a los menos cerveceros por saber precisamente a cerveza. El trabalenguas ha quedado genial, pero es que además tiene sentido. Os dejamos las mejores opciones para todos aquellos que rechazan la cerveza por su sabor pero que no quieren dejarla de lado del todo.
- Mort Subite. Esta birra tiene sabor a cereza, es la más famosa en su género y viene directamente desde Bélgica, país artesano cervecero. Tiene un porcentaje de alcohol un poco más alto que el de una cerveza normal, pero su sabor lo oculta de tal forma que antes de que te des cuenta estarás bailando con un desconocido encima de la mesa.
- Aromatizadas con tequila. El ejemplo más evidente es el de 'Desperados', donde el aroma del tequila oculta la amargura de la cerveza, otorgando un sabor que se asemeja mucho, aunque no lo creas, al de la bebida energética 'Monster'; no tan dulce, pero mucho menos amargo que una birra normal.
- Cerveza con limón. Las principales marcas cerveceras cuentan con una cerveza con limón propia, aunque casi siempre la mejor opción suele ser la mezcla que hace el camarero entre la cerveza de barril y la botella de limón. En función de la alternativa que elijas, el producto tendrá más o menos dosis de limón. Sin duda es el mejor paso previo para sumergirte en el mundo de la cerveza por su poca graduación y su sabor dulce y muy refrescante.
No obstante, que quede clara una cosa: lo mejor de los bares y de las bebidas que hay en ellos no es ni su sabor ni el alcohol, sino la capacidad que tiene para unificar a las personas. Así que, ¡vete de cañas (o de zumos, o de vinos) y vive la vida! Y sobre todo, consume con moderación, 'Duffman'.