La locura del March Madness, explicada: qué es, cómo funciona y cuánto genera

Todo lo que necesitas saber sobre el March Madness sin haber visto un solo partido de NCAA

Dos semanas, decenas de partidos y todo un país pendiente. El March Madness de la NCAA es, para muchos, el evento más importante del baloncesto estadounidense. Si quieres sumergirte en esta locura, has entrado en el artículo adecuado.

Por Guille Galindo  |  15 Marzo 2023

El baloncesto, con perdón de las Series Mundiales de béisbol, tiene el único evento que puede hacerle sombra a la Super Bowl de la NFL en Estados Unidos. Y no hablamos de las Finales de la NBA, sino de la 'Locura de marzo', el March Madness, la postemporada de la liga de baloncesto universitaria o NCAA (National Collegiate Athletic Association), dos semanas de acción frenética donde se para todo.

¿Os imagináis a los españoles volcándonos con un partido de basket (o incluso de fútbol) entre la Universidad Complutense de Madrid y la Autónoma de Barcelona? Suena hasta ridículo, ¿verdad? Pero es que en EEUU la importancia que se le da a la etapa universitaria, sobre todo en materia deportiva, sería imposible de entender aquí. Es otra filosofía, otra forma de ver ese período.

Ahora bien, ¿qué tiene de especial el March Madness para paralizar a un país? Sumérgete con nosotros en la locura.

Formato del March Madness

En el March Madness participan 68 equipos de la División I de la NCAA. 32 huecos están reservados a los 32 campeones de Conferencia que hay por todo EEUU, los otros 36 los elige la propia NCAA mediante invitación, teniendo en cuenta factores como su clasificación en la temporada, el balance de victorias-derrotas y contra qué equipos han sido estas. Ocho de los 36 equipos, no obstante, deberán disputarse cuatro plazas en el 'First Four' hasta llegar a las 64 universidades que conforman el cuadro. Ahora sí, empieza el torneo.

El cuadro está dividido en cuatro regiones (Este, Sur, Oeste y Medio Oeste), con 16 equipos por región. El favorito de cada una de ellas se enfrenta al peor equipo, el 2 con el 15 y así sucesivamente. Lo mejor del formato es que son rondas eliminatorias, por lo que no hay margen de error, el que pierda se va a casa. Si quieres llegar a la Final Four tendrás que pasar la primera y segunda rondas, la 'Sweet 16', las semifinales y la final. El último fin de semana, por tanto, solo quedarán cuatro universidades, una por cada región, que juegan en una sede elegida previamente. De ahí saldrá el gran campeón de la NCAA.

¿Quién son los favoritos en el March Madness 2023? Los jugadores que debes seguir

Si os animáis a hacer un bracket (acertarlo de pleno es misión imposible) que sepáis que este año no podéis hacer la clásica jugada que repiten muchos, la de poner por defecto una final Duke-North Carolina, la gran rivalidad de la NCAA moderna por ser los principales dominadores desde el cambio de formato en 1985 (Duke ha sumado 5 títulos y UNC 4 desde entonces) y por la cercanía de las universidades, separadas por apenas 15 kilómetros. Y no podéis hacerlo porque, por primera vez en 11 años, North Carolina ha quedado fuera del March Madness.

La racha de participaciones de UNC era notable, pero muy alejada del récord que siguen cosechando los Kansas Jayhawks año tras año: llevan estando abonados a la locura de marzo desde 1990, 33 años seguidos. Además, ganaron en 2022 y se postulan como uno de los principales candidatos en 2023, con el alero Jalen Wilson y el escolta Gradey Dick como principales bazas.

La otra gran favorita es Alabama, gracias al jugador que, con toda seguridad, será top 3 del próximo draft, Brandon Miller, un alero sobre el que habrá puestas muchas miradas este mes.

Compartirá atención con Zach Edey, un gigante de 2,24 metros que ha liderado a la gran revelación de la NCAA, Purdue. Si bien es un pívot tradicional y no uno de los actuales con facilidad para la movilidad y el tiro de larga distancia, promediar 22,3 puntos, 12,8 rebotes y 2,1 tapones por partido en la temporada te abre las puertas a la NBA.

Un negocio que genera millones de dólares (aunque no todos se ven recompensados)

El March Madness tiene cada vez más adeptos por todo el mundo, y los visionados por streaming han aumentado considerablemente. La audiencia y repercusión no paran de crecer, y tampoco el dinero generado. WarnerMedia y la CBS adquirieron los derechos de la competición de 2011 a 2024 (trece años) por 10.800 millones de dólares, y más adelante, se hicieron con el pack 2025-2032 (siete años) por 8.800 millones.

De estas mareantes cifras se aprovecha todo el mundo (el presidente de la NCAA cobra 2 millones, y el legendario Mike Krzyzewski se embolsaba 9 por entrenar a Duke hasta su retirada). Todo el mundo, menos los verdaderos protagonistas, los jugadores, que hasta 2022 no percibían ni un solo centavo más allá de los 120.000 dólares de media que obtienen de beca universitaria. Una cantidad considerable (como también lo es el coste de la universidad en EEUU), pero un porcentaje mínimo de todo lo que generan a lo largo de una temporada.

La presión para que los universitarios recibieran una remuneración de una vez por todas dio sus frutos en agosto de 2021, cuando la Corte Suprema de EEUU aprobó que los jugadores de la NCAA pudieran ganar dinero explotando sus derechos de imagen, desde ser el rostro del restaurante de su universidad a alcanzar acuerdos con Nike. No obstante, hay quien ha catalogado de insuficiente esta normativa, pues no ampara a los jugadores menos populares de la NCAA con la seguridad de recibir un salario base por su trabajo, sino que depende de la capacidad de cada uno de saber explotar su imagen y crear interés para las empresas.

Al margen de esta polémica que seguirá dando que hablar, el March Madness promete volver a enganchar a todo Estados Unidos durante quince días absolutamente frenéticos. De hecho, se calculan pérdidas por valor de más de 2.000 millones de dólares por baja productividad laboral, entre gente deprimida por haber perdido, personas apostándolo todo a los brackets y aquellos que verán los partidos en el trabajo. Puestos a ello, mejor que den esos 15 días libres, ¿no? A lo mejor el March Madness se convierte en el March Happiness.

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