¿Existe el festival de verano perfecto? En sueños, quizá

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¿Existe el festival de verano perfecto? En nuestros sueños, quizás

La música acorde a nuestros gustos, los precios bajos, la gente amable, las duchas y los baños limpios... Sin darnos cuenta, nos encontramos con el festival de música perfecto y estamos viviendo un sueño... Vale, espera, me acabo de despertar. Era un sueño realmente, porque ese festival NO existe.

Por Ramón Fernández  |  14 Junio 2019

Una semana con tus colegas, en un paraíso musical, con un idílico paraje en el que se bebe siempre con moderación y todo el mundo es respetuoso. Un lugar en el que podrás encontrar amplias zonas de sombra en un césped verde recién cortado, con hamacas de todos los colores para tu descanso vespertino, mientras aguardas con una cerveza a que comiencen los geniales conciertos que llevas meses esperando.

En los festivales siempre aparecen de la nada guitarristas con ansias de protagonismo
En los festivales siempre aparecen de la nada guitarristas con ansias de protagonismo Shutterstock

Por la noche, mucha gente en los conciertos de bandas reconocidas mundialmente. Hay cientos de personas escuchando música, pero no resulta agobiante. Todos respetan el espacio personal del compañero tanto como el suyo propio. Al leer el cartel, todos los grupos son de tu agrado, y tu primer pensamiento es que no te dará tiempo a presenciar tantos como te gustaría. Nada más lejos de la realidad: la buena organización y la separación horaria hacen que no te pierdas ni una sola canción, de esas que llevas tanto tiempo soñando con escuchar en directo.

A la hora de dormir, un cómodo colchón te espera con los brazos abiertos dentro de tu aireada y espaciosa tienda de campaña, donde aguardan tus objetos bien ordenados que nadie se atrevería a robar. El día tiene muchas horas, por lo que, tras una agotadora jornada musical, podrás descansar las horas necesarias para poder aprovechar la próxima jornada como si fuera la primera. La manta de cachemir que te has llevado se agradece cuando refresca para despertarte al día siguiente e ir sin más demora a ducharte. No queremos que los demás se ofendan porque te cante el alerón más de la cuenta. Parece que hay mucha gente que ha tomado la misma decisión, pero todo el mundo va muy rápido y no pasas más de 15 minutos esperando. Tiempo más que suficiente para conocer al amor de tu vida mientras esperas pacientemente tu turno. Una historia romántica solo comparable a las de las películas de Jennifer Aniston.

Las grandes comodidades hacen de los festivales un destino ideal para las vacaciones familiares
Las grandes comodidades hacen de los festivales un destino ideal para las vacaciones familiares Shutterstock

La comida es otro de los lujos que puedes encontrar en un 'festi'. Sublime calidad a precios realmente económicos. Además, la oferta es muy variada, y respetando siempre las dietas de cada uno. ¿Qué eres vegetariano? No es problema, hay alternativas muy interesantes. ¿Estás a dieta? La comida sana es una constante en los puestos de comida. ¿Quieres una comida especial? No hay que preocuparse, también encontrarás platos para auténticos 'gourmet'. Si decides comprar comida de fuera, no hay problema. Tu nevera mantendrá la temperatura constante durante toda la semana, impidiendo que se estropee.

No hay termino medio, o llevar una mochila enorme o ir con lo puesto
No hay termino medio, o llevar una mochila enorme o ir con lo puesto Shutterstock

Los numerosos puntos de recarga de batería y la excepcional cobertura, impropia de un lugar en el que hay tantos móviles, te permitirán mantener a tu familia tranquila en todo momento. Si por un casual te despistas y pierdes a tu grupo o no encuentras tu tienda de campaña, el personal, siempre atento, te ayudará con diligencia a recuperar la orientación. Los baños, siempre de un blanco nuclear y un olor a flores silvestres realmente agradable, estarán como si lo hubiera limpiado tu predecesor en el trono.

También tenemos suerte con el tiempo, pues durante el día hace un sol de justicia. Vale que las temperaturas son realmente altas, pero como el festival está al lado de la playa, un baño en sus cristalinas aguas ayudará notablemente a disminuir el sofoco. La fuerza del sol hará que la piel de la mayoría esté en riesgo de quemarse, pero si se te ha olvidado la crema protectora, no te preocupes, encontrarás algún alma caritativa que se ofrezca a prestarte un poco.

Nada mejor que disfrutar de la playa entre las noches de conciertos
Nada mejor que disfrutar de la playa entre las noches de conciertos Shutterstock

Si por un casual llueve en algún momento del festival, la situación no se descontrolará ni mucho menos. Se habilitarán zonas cubiertas muy espaciosas, y todo el mundo se solidarizará con quien pensara que el tiempo iba a ser mejor y no llevó la suficiente ropa. Un verdadero oasis de alegría con todo lo necesario para el disfrute, dando igual las condiciones meteorológicas.

El frío nocturno del Sonorama se compensa con invitados de la talla de Raphael, que acudió en 2014
El frío nocturno del Sonorama se compensa con invitados de la talla de Raphael, que acudió en 2014 GTRES

Lamentablemente, esto ya termina, pero todavía te queda una cosa por hacer: seguir al resto y recoger todo entre todos. Lo bueno es que hay muchos cubos de basura para poder incluso reciclar que te lo hacen más fácil. El sitio del festival ha quedado como una patena, y tú has pasado los cuatro mejores días de tu vida.

Y ahora vas y te despiertas

Pero, espera, ¿esto ha sido un sueño? Más que un sueño, una alucinación. Nos hemos desmayado por el agobio de tener tanta gente alrededor a 40ºC, sin poder apenas respirar. Estamos en un festival, sí, pero en uno con comida basura a precios desorbitados, en el que pasar calor por la mañana y frío por la noche no es una opción, en el que los baños son improvisados y las duchas son casi inexistentes, y las que hay tienen colas eternas.

Un festival con grupos de música que nadie conoce, con mucha gente alrededor hasta arriba de todo y sin la amistosidad que soñábamos, un móvil casi inutilizado y una dura prueba incluso para los olfatos menos exquisitos. Pero aun así, sonríes. Los festivales tienen su encanto. La presencia de tus amigos y pasar una semana fuera de la rutina compensa todas las dificultades.

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