El indie o el trap: cuando lo alternativo se convierte en mainstream

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Cuando lo underground se convierte en trendy: de producto alternativo a producto de masas

"Eso ya lo llevaba yo antes de que se pusiera de moda". Si te sientes identificado con esa frase es que, en algún momento, has caído en la trampa de los productos de masas, lo mainstream. El problema es que prácticamente todo es mainstream ya, es muy complicado alejarse de esa catalogación que lo engloba casi todo.

Por Celia Varona  |  24 Abril 2019

El mundo de las modas y de lo trendy es muy complicado de entender. Lo que es conocido por unos pocos, de repente pasa a convertirse en lo que más se lleva en el momento. Antes de seguir con el artículo, quisiera decir que, pese a ser una firme defensora de la lengua castellana, en este artículo va a haber poco más de 1.000 anglicismos. Dicho esto, continuemos.

Últimamente, parece que lo más estrafalario y lo que menos podría convertirse en un producto de masas acaba justo convirtiéndose en eso. Los gustos de las personas, influenciados por los medios de comunicación y las personalidades públicas y famosas, varían y están en continuo movimiento. Es imposible no preguntarse por qué ocurre esto, por qué lo underground, las cosas para un público más reducido y segmentado (por motivos económicos, sociales, territoriales... etc.) se acaba convirtiendo en algo de moda.

A todos, en algún momento, se nos ha venido a la cabeza pensar "esto lo escuchaba/llevaba/hacía/veía yo antes de que se pusiera de moda". Y es que, ¿era ya una moda cuando nosotros lo consumíamos o somos unos gurús de productos alternativos?

Lo que es independiente y alternativo ya no lo es tanto

Uno de los ejemplos más claros ocurre con la música. El estilo indie parece haberse puesto de moda, así como el trap, en los últimos tiempos.

En el caso del indie, programas como 'OT' suponen un foco evidente para este tipo de artistas, que amplían claramente su público si una de sus canciones triunfa en una de las galas ante millones de espectadores (tenemos en Zahara un buen ejemplo). Al artista le viene fenomenal, pero los que estaban antes del boom miran con recelo a los nuevos fans, y temen que el producto y/o la persona cambien.

Sea por este motivo o porque los gustos y las modas van cambiando, la música indie o alternativa, que siempre ha tenido un público más reducido y segmentado, se ha convertido en el mismo tipo de producto de masas que puede ser cualquier otro estilo musical, como el rap o rock. Se ha hecho mainstream. Aunque no lo comparta una parte de la población (por supuesto, las modas no las siguen al 100% todas las personas del universo), los principales grupos y canciones que se oyen son conocidos y se empiezan a incluir en festivales o eventos musicales con más propaganda.

Algo similar ha pasado con el estilismo de la época quinqui. La incidencia de la droga en los barrios más pobres de grandes ciudades como Madrid y Bilbao, desembocaron en una estética y unas costumbres determinadas, una subcultura de minorías. Gran parte de ese estilismo de hace más de tres décadas se ha recogido en los últimos meses en prendas de ropa y en el neochandalerismo que estamos viendo últimamente.

Podíamos seguir poniendo ejemplos sin parar. Cabe poner en evidencia el debate moral que surge alrededor de la cultura underground cuando se convierte en un producto masivo. En primer lugar, porque pierde su carácter y sus valores. Cada estilismo de ropa, musical, cultural... etc., viene determinado por ciertas características que tiene el grupo social que lo utiliza; cuando se convierte en producto de masas, pierde por completo su significado.

Los productos de masas y la apropiación cultural

En estas últimas décadas también hemos visto cómo se ponían de moda elementos como, por ejemplo, las rastas, las riñoneras o los moñitos en el pelo de tradición asiática. Cada una de estas cosas tiene un significado en la cultura o sociedad donde se lleva. El hecho de que se extienda, hace que los valores o lo que ese elemento se representara se diluyan. Se ha denominado apropiación cultural al hecho de que la cultura occidental, blanca y con cierto poder adquisitivo, adquiera como modas simbologías de otras culturas que han permanecido subyacentes de un modo u otro.

Las rastas, uno de los símbolos más conocidos de la apropiación cultural.
Las rastas, uno de los símbolos más conocidos de la apropiación cultural. Shutterstock

La apropiación cultural sigue siendo un debate profundo y con amplios razonamientos en los que no vamos a entrar, pero está bien conocer el término e indagar en él. Y, por supuesto, revisar nuestras actitudes. Esta misma puede considerarse una de las consecuencias de la globalización o la capitalización de todas las culturas existentes con el fin de sacar un beneficio económico. El movimiento feminista y la aparición de ropa con símbolos y eslóganes feministas en grandes empresas ejemplifica a la perfección el intento de extraer beneficio de un movimiento que, hasta el momento, no era mainstream.

En la mente de cada uno está abrir un debate sobre qué significa que una cultura underground, alternativa o indie, se convierta en una de masas. Podemos preguntarnos por qué pasa, qué intereses hay y cómo nos hacen, a nosotros mismos, anticiparnos a las propias modas. Solo nos queda intentar ser fieles a nosotros mismos y a nuestros valores y estilos. Sin embargo, tampoco está mal explorar y evolucionar, sentirse identificado un tipo de música y luego con otro... ¡o con varios a la vez, o con todos! El paso de alternativo a producto de masas es algo que se da repetidamente y, como toda lógica comercial y social, tendrá un por qué.

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