El futuro del fútbol femenino: qué nos espera a partir de ahora

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¿Y ahora, qué? ¿Qué retos quedan por conseguir en el fútbol femenino?

Tras conseguir un éxito inimaginable hace unos años, el fútbol femenino encara el futuro con ilusión pero también con el mayor reto hasta la fecha: no ser una moda, sino una realidad consolidada. Para ello, tiene varios asuntos por resolver.

Por Guille Galindo  |  25 Junio 2019

2019 es el año en el que el fútbol femenino ha dado el salto definitivo en España. Récords de todo tipo, portadas de los diarios nacionales, más minutos que nunca en las radios y televisiones... La ola feminista ha revolucionado también el deporte rey. Las futbolistas han logrado el impulso suficiente en apenas unas meses para reclamar su sitio en el mundo del deporte, tan monopolizado por los hombres desde siempre, y decir: "aquí estamos, y vamos a dar guerra".

El impacto del fútbol femenino ha ido aumentando gradualmente en los últimos años, pero en 2019 hemos vivido la revolución. El Athletic, que ya en 2003 había reunido a 35.000 espectadores en San Mamés el día en el que lograron el campeonato de Liga, quiso mejorar su propio récord este año congregando a 48.121 personas un frío jueves 30 de enero, en el choque de cuartos de final de la Copa de Reina ante el Atleti (0-2 para las colchoneras).

16 años llevaba el fútbol femenino sin batir el récord de asistencia. Para batirlo de nuevo, solo hizo falta mes y medio, lo que nos habla del interés que había antes y hay ahora. El 17 de marzo, el duelo cumbre entre Atlético de Madrid y F.C. Barcelona en plena pugna por la Liga Iberdrola se disputó en el Metropolitano ante 60.739 espectadores, la mejor cifra de la historia en lo que a un partido de clubes femeninos se refiere. En todo el mundo. El Barça se llevó el duelo, también por 0-2, pero el resultado fue lo de menos. El fútbol femenino español había escrito una página inolvidable. Y no, las entradas no fueron gratis, como muchos intentaron señalar con el fin de desprestigiar el auge de esta competición.

Los medios, que hasta entonces habían dado al fútbol femenino un trato residual (a excepción de GOL, que se hizo con los derechos de la Liga Iberdrola), se subieron al carro cuando este ya empezaba a coger velocidad de crucero. Telecinco ofreció la Copa de la Reina, un hito histórico para este deporte. Más de 1,6 millones de espectadores siguieron la victoria de la Real Sociedad, con un 14,8% de share (20,3 de cuota y casi 3 millones en el minuto de oro).

La victoria de la Real Sociedad se celebró por todo lo alto en San Sebastián.
La victoria de la Real Sociedad se celebró por todo lo alto en San Sebastián. GTRES

La temporada de clubes terminaba de la mejor forma posible, pero de cara a la 20/21 el salto todavía será mayor, con la tan esperada entrada del Real Madrid femenino en la Liga Iberdrola (ya era hora), al comprarle la plaza al CD Tacón. Que el equipo más laureado del mundo se sumerja por fin en el fútbol femenino es, sin duda, fundamental para su crecimiento, y deja claro que, más que una moda, el fútbol femenino es una realidad.

Y a todo esto, en pleno auge en nuestro país, la Selección Española disputaba en Francia su segundo mundial. Tras clasificarse a octavos por primera vez, dieron la cara ante la gran favorita, Estados Unidos, quien solo pudo derrotarlas con dos penaltis, uno de ellos muy dudoso. El partido más importante de la historia del fútbol femenino patrio consiguió en GOL unas espectaculares cifras (1.320.000 espectadores de media y 12,8% de share) y, sobre todo, nos dejó a todos un sentimiento de orgullo y de ganas de continuar apoyando a las chicas en sus futuras citas con la Selección. No hay mejor forma de cerrar la temporada.

España dio la cara ante Estados Unidos, en un partido que seguro aumentó el número de adeptos al fútbol femenino.
España dio la cara ante Estados Unidos, en un partido que seguro aumentó el número de adeptos al fútbol femenino. GTRES

¿Y ahora, qué?

Todo esto lo hemos vivido en el transcurso de enero a junio, pero ahora queda lo más difícil, consolidarse como una opción real para el aficionado. Mantener el nicho y el espacio en los medios que tantos años les ha costado conseguir, y dejar claro que esto no es una moda, que va mucho más allá. Como decíamos antes, la llegada del Real Madrid al fútbol femenino servirá y mucho, pero no es suficiente. Porque el fútbol femenino todavía tiene muchos asuntos por resolver si quiere convertirse en un estamento de peso en el deporte español.

De primeras, 13 equipos firmaron en mayo un texto, publicado por la AFE, en el que protestaban por "el bloqueo en el que se encuentran las negociaciones del Convenio Colectivo para las futbolistas de Primera División", amenazando con aplazar el inicio de la Liga Iberdrola 19/20 hasta que dicho convenio no se resuelva. Es necesario dar los pasos definitivos para profesionalizar definitivamente el fútbol femenino y llevarlo al nivel de otras ligas europeas. Para ello, es fundamental crear conciencia desde las categorías inferiores, y aumentar dichas categorías, para que las niñas y adolescentes tengan las mismas facilidades a la hora de jugar al fútbol que ellos.

También sería importante que LaLiga y la Federación, con Tebas y Rubiales a la cabeza, no lo compliquen todo con sus disputas. La propuesta del presidente de la RFEF de crear una liga femenina alternativa a la Liga Iberdrola organizada por Tebas ha sido apoyada por Barcelona y Athletic, los dos equipos al margen de la Asociación de Fútbol Femenino, pero la realidad es que, sin la unión y el consenso de los máximos organismos del deporte español, tener una liga española femenina fuerte es misión imposible. Y no es el momento de dejar escapar la oportunidad que existe ahora, con el país más volcado que nunca con las futbolistas.

Seguir escalando y, sobre todo, consolidarse. El nuevo reto del fútbol femenino es todavía más complicado, pero sentando unas bases claras y con una apuesta consolidada, esto no tiene techo.

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