¿La gente no se cansa de discutir en Twitter?

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De verdad, ¿la gente no se cansa de discutir en Twitter?

Pues no, hoy tampoco es el día en el que en Twitter no haya gente discutiendo por cualquier cosa.

Por Guille Galindo  |  13 Octubre 2021

Amamos Twitter. Es una selva, pero es nuestra selva. Sobrevivir a ella, cargada de trampas y de cuchillos que vuelan tiene un componente casi excitante, alejado de la pomposidad impostada de LinkedIn (por favor, parad de hablar tan formal, no os van a contratar igualmente) y del 'happyflowerismo' de Instagram donde todo es fiesta, sol, viajes, sonrisas y muffins. Y vale, puede que TikTok sea más entretenido, pero Twitter es donde decimos lo que realmente pensamos, donde mostramos nuestra verdadera cara. Twitter es un eterno lunes, lleno de quejas, lamentos y frustraciones, y es por eso que nos sentimos más cómodos.

Sin embargo, ser usuario activo en Twitter deja más secuelas que participar en 'El juego del calamar'. Al igual que en la serie, salir indemne al final del día es prácticamente un milagro. La diferencia es que en 'Squid Game' la competición dura seis días, aquí se prorroga en el tiempo de forma indefinida hasta que no puedas más. Llegados a este punto, y como el agotado consumidor de Twitter que soy, me pregunto: ¿la gente de verdad no se cansa de discutir en esta red social?

Todo sirve para buscar la confrontación en Twitter

Da igual la hora que sea, el día que sea y el tema que sea, siempre verás a gente criticándose, discutiendo, y en resumen, llamándose de todo por Twitter. No hace falta más que entrar en alguno de los trending topics, o en cualquier tweet mínimamente viral, para darse cuenta rápidamente de la guerra de trincheras continua que es esta red social. Por supuesto, las principales batallas se disputan en el tablero de las noticias de actualidad y de la política. Intentar informarse en Twitter supone bucear entre un mar de ruido y más ruido hasta encontrar algo mínimamente informativo. Total, que o te preparas lo suficiente, o terminas dejándolo.

'Ahí va un hateo de buena mañana'
"Ahí va un hateo de buena mañana" Envato Elements

En un mundo tan polarizado, esto podría hasta considerarse normal. Pero es que Twitter tiene la peculiaridad de que siempre habrá alguien al que le parecerá mal lo que digas, sin importar el asunto. ¿Empiezas una conversación sobre fútbol? Alguno te intentará ridiculizar o soltarte un corte sin venir a cuento. ¿Que participas en una aparentemente desenfadada charla sobre si es mejor el Cola-Cao o el Nesquik? Tranquilo, que ya habrá quien te corrija cualquier nimiedad o directamente te clave el cuchillo en la espalda. En esta red social no importa si estás hablando del coronavirus, de 'The Last of Us' o si estás pidiendo difusión para buscar al gato que se te ha perdido, siempre estará el listo picajoso de turno buscando gresca o tocando las narices.

¿Caíste en la provocación? Prepárate a recibir una horda de insultos

"No entiendo por qué pierdes el tiempo subiendo lo del gato en Twitter en vez de estar buscándolo por tu cuenta o llamando a la policía. ¿Quieres likes o qué? En fin, suerte". Es un tweet inventado, pero bien sabéis que podría ser real. Este es el mensaje promedio en Twitter. Y claro, al final saltas, ya sea por esto o por cualquier cosa de las anteriores, porque llevas recibiendo hostias varios días seguidos. Entendible, pero un error garrafal.

Entrar en una discusión por Twitter es lo peor que existe, porque hay gente que vive por y para ello. Nosotros somos Guardiola y ellos Mourinho. En esta sala, ellos son los putos jefes, los putos amos. Y apurando la comparación, tampoco entendemos el porqué. ¿Mucho tiempo libre, necesidad de soltar frustraciones y taras como sea, una mezcla de todo? Ya da igual planteárselo, ya estás embarrado y recibiendo descalificativos de todo tipo por haber entrado al trapo. En función del tipo de conversación que sea, los insultos variarán, aunque hay algunos comunes, como los relativos a tu cara o tu cuerpo si lo tienes en tu perfil y da pie al bullying. Como decíamos, esto es la selva, y van a aprovechar cualquier punto de debilidad para machacarte.

Además, no es que te lleves la hostia, respondas y ahí se acabe todo. En Twitter las discusiones se pueden prolongar eternamente, nadie da su brazo a torcer. Es más probable que se unan nuevos haters a la animada charla a que la cosa termine pronto.

Ante esta situación y esta tensión constante, la mayoría damos nuestra opinión en Twitter sobre lo que sea con el sentido arácnido activado. En cuanto recibimos una contestación ambigua, nos ponemos a la defensiva y pensamos que es un ataque, por lo que respondemos de manera directa y cortante. Muchas veces la otra persona solo trataba de debatir de forma sana o responderte, pero en Twitter primero se pega y luego se pide perdón.

Por suerte para la sociedad, Twitter no es tan real como se dice. Si lo fuera, estaríamos realmente jodidos. En el mundo real no se montan dramas por absolutamente todo, la gente está más pendiente de tomar una caña que de discutir, ni se acompaña cualquier frase de un intento de zasca. Por tanto, tómate Twitter de otra forma y rehuye la atmósfera de confrontación que lo rodea. Si te alejas de ello hasta el punto de que no te afecte ni te genere ansiedad, te quedará la mejor red social que existe.

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