¿Cuánto va a perder adidas sin Kanye West?

Adiós a las Yeezy: adidas rompe con Kanye West por su comentarios antisemitas

La pregunta ahora es: ¿en qué posición queda ahora adidas tras perder la marca con la que facturaba 2.000 millones de dólares anuales?

Por Guille Galindo  |  25 Octubre 2022

adidas ha roto el millonario acuerdo que ligaba a la marca alemana con Kanye West debido a sus últimas polémicas, especialmente tras los mensajes antisemitas que el artista difundió tanto en Twitter como en el podcast 'Drink Champs'.

Este es el comunicado oficial de la compañía:

"adidas no tolera el antisemitismo ni otro tipo de discurso de odio. Los recientes comentarios y actitudes de Ye han sido inaceptables, detestables y peligrosos, y violan los valores de la compañía basados en diversidad, inclusión, respeto mutuo y justicia.

Después de una revisión minuciosa, la compañía ha tomado la decisión de terminar el contrato con Ye inmediatamente, finalizar la producción de los productos de la marca Yeezy y detener los pagos de Ye y sus compañías. adidas concluirá el negocio adidas Yeezy con efecto inmediato.

Dado el alto volumen de compra esperado en el último trimestre al tratarse de fechas especiales, se espera que esta decisión tenga un impacto negativo a corto plazo de hasta 250 millones de euros en el resultado neto de la compañía en 2022.

adidas es el único propietario de todos los derechos de diseño de los productos existentes, así como las anteriores y nuevas combinaciones de colores incluidas en la asociación. Daremos más información el 9 de noviembre de 2022, en el anuncio de los beneficios del tercer trimestre del año".

Lo más visto

La ruptura adidas-Ye(eezy): cuando salvar el prestigio es mejor que salvar el dinero

En 2009, Pink era la única que se atrevía a llamar a Kanye West "el mayor trozo de mierda de la Tierra". Por aquel entonces, su música dominaba la escena, y ni siquiera su primera gran polémica mundial en aquellos MTV VMAs 2009 con una joven Taylor Swift le pasó factura. De hecho, le valió la fama de genio controvertido, todo un caramelo para el mundo de la moda, en el que Kanye había puesto ya el ojo.

Ese mismo año, lanzó las Nike Air Yeezy 1, su primera creación. Pero aquel acuerdo con Nike no le satisfizo desde el principio. La firma estadounidense no le daba el poder, la libertad creativa ni el dinero que su mente (y su ego) anhelaban, algo que sí le ofreció adidas cuatro años después.

"Voy a ser el Tupac de las sneakers. Voy a ser el primer diseñador del mundo del hip-hop. Voy a ser más grande que Walmart". Sus primeras palabras tras el acuerdo avecinaban algo grande, pero es probable que ni siquiera una figura tan grandilocuente en todas sus facetas como es West imaginase aquel 2013 que, casi una década después, su marca Yeezy le iba a hacer multimillonario y le iba a reportar a adidas 2.000 millones de dólares anuales, más de un 8% de los ingresos anuales totales de la compañía.

Conforme las Yeezy iban convirtiéndose en un fenómeno social, a West le llovían colaboraciones con marcas como Balenciaga, e incluso era uno de los favoritos para suceder a Virgil Abloh en Louis Vuitton. Pero sentirse infranqueable también afloró sus demonios, cada vez más difíciles de pasar por alto. El vídeo meando sus Grammy, su caótica separación de Kim Kardashian o sus ataques a Pete Davidson comenzaron a llenar demasiado su biografía de episodios controvertidos.

No obstante, lo que ha provocado el derrumbe del imperio Ye, y con él del imperio Yeezy, tiene que ver con otros episodios, los políticos e ideológicos.

Fueron muchos los que secundaron aquellas palabras de Pink en el momento en que Kanye West apareció en un 'Saturday Night Live' de 2016 con la gorra de 'MAGA' ('Make America Great Again'). Pero para entonces, Kanye era intocable, y el propio Trump lo sabía, que vio su apoyo como un filón para la campaña electoral.

A Donald Trump se le podrán negar muchas cosas, pero no la de saber con quién y con quién no arrimarse para su propio beneficio. Por eso, a medida que los mensajes políticos de Ye iban aumentando en número y en extremismo, lo que podría chocar con sus intereses, las apariciones públicas juntos de ambos se fueron limitando.

Finalmente, Kanye decidió optar a la Presidencia de los Estados Unidos. Si había conquistado adidas y las pasarelas, ¿por qué no el Despacho Oval? 60.000 míseros votos en las elecciones debieron hacer reflexionar al artista de que sus ambiciones no le estaban llevando a buen puerto, pero ya nadie podía parar a West, ni siquiera él mismo.

El imperio de los 9 años tardó poco más de 9 días en firmar su sentencia. En la Paris Fashion Week de 2022, West desfiló para Balenciaga, y tenía reservado el último día del evento para presentar la Season 9 de Yeezy. Apenas se habló de sus nuevas prendas, ya que la comidilla los siguientes días fue la sudadera de White Lives Matter con la que apareció el diseñador junto a Candace Owens, analista política perteneciente a la alt-right estadounidense.

La masiva reacción contraria al mensaje de la sudadera llevó a West a afirmar que el movimiento Black Lives Matter estaba orquestado por una especie de fuerza invisible judía que controlaba los medios de comunicación y el discurso, un mensaje que no es nuevo y que nos lleva a tiempos complicados del siglo XX. La gota que colmó el vaso fue un incendiario tweet en el que amenazaba con ir con todo contra la población judía.

El tweet de Kanye West que Twitter yaya eliminado
El tweet de Kanye West que Twitter yaya eliminado Twitter

Con la situación insostenible, la gente comenzó a exigir el 'cordón sanitario' a West. Esto pasaba por que, las marcas que lo habían aupado y le habían adulado hasta hacerle creer "el rey de la cultura", como él mismo se autodenominó en su última reunión con adidas, ahora le dejaran caer.

Primero fue Balenciaga, más tarde Def Jam, su discográfica. Todos anunciaron el cese de las colaboraciones con Kanye por su comportamiento. Solo quedaba adidas, consciente de que no tenía más remedio que empezar a renunciar a miles de millones al año y decir adiós a Yeezy, su producto estrella. El prestigio y el futuro de la compañía estaban en juego con esta decisión. El tiempo dirá cuál es el coste total, y no solo el económico.

Artículos recomendados