Trucos y consejos para leer más y mejorar nuestros hábitos de lectura

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Consejos y trucos para leer más y mejorar nuestros hábitos de lectura

La lectura... tan indispensable a lo largo de nuestra vida y, para algunos, la peor pesadilla en el colegio e instituto, lo que les ha arrastrado a no leer nada a lo largo de su vida. Pero es tiempo de remediarlo. ¿Podemos cambiar nuestros hábitos de lectura?

Por Celia Varona  |  30 Enero 2020

O lo amas o lo odias. Esta frase hecha que usamos comúnmente la podemos aplicar a la lectura. Y es que, desde pequeñitos, nos han metido en la cabeza que es bueno leer, que hay que hacerlo y que es una de las mejores cosas del mundo. Y esto, una verdad irrefutable desde mi humilde opinión, termina provocando en otras personas un sentimiento de aversión a los libros, más aún cuando en el colegio nos obligaban a leerlos, trimestre sí y trimestre también.

Hay otra frase que podemos destacar. Una frase que, personalmente, se me quedó grabada desde muy pequeña, y que habla muy bien de nuestra relación con la lectura: "si el primer libro que leíste te gustó, amarás leer; si no, no te gustará en absoluto". No obstante, no todos recordamos el primer libro que nos terminamos, o incluso puede que nos aficionáramos a la lectura mucho después que aquel momento. Nuestra relación con los libros no tiene por qué ser un amor a primera vista, eso hay que dejarlo claro. Siempre es un buen momento para enamorarte de la lectura.

Los hábitos de lectura suelen cogerse desde niños, pero algunos lo dejan por haber cogido manía a los libros.
Los hábitos de lectura suelen cogerse desde niños, pero algunos lo dejan por haber cogido manía a los libros. Shutterstock

Pero no nos pongamos románticos y trascendentales. Lo cierto es que leer es recomendable (según qué cosas leamos, claro). Nos abre la mente, nos da más vocabulario y, en definitiva, aumenta y desarrolla nuestro bienestar mental y nuestras capacidades. Es por eso que muchas personas incluyen "leer más este año" entre sus propósitos de Año Nuevo cada vez que nos comemos las uvas, a la par que los ya clásicos dejar de fumar, hacer dieta o ir al gimnasio. Y es que, si este último cultivamos el cuerpo, en el primero trabajamos, sin duda alguna, la mente.

Al igual que empezar a ir al gimnasio, coger buenos hábitos y rutinas de estudio es un proceso que lleva tiempo. Tenemos que empezar poco a poco y tardaremos en ver los resultados, pero al final el camino será satisfactorio.

Ya verás. Una vez que empieces a leer, no podrás parar.
Ya verás. Una vez que empieces a leer, no podrás parar. Shutterstock

Ojo a las grasas trans de la lectura: las redes sociales

Y es que, uno de los motivos por los que cada vez lee menos la población, es la aparición de las redes sociales. Hoy en día, gastamos bastantes horas del día (un número de media que parece desorbitado) en estar con el teléfono móvil. Y si a esto le sumamos el ordenador y la televisión, podemos imaginar la cantidad de tiempo que perdemos enganchados a pantallas. El dejar de utilizar tanto estos aparatos puede ser un primer paso para coger hábitos de lectura. ¿Y si en vez de ponernos a revisar por enésima vez Instagram cogemos un libro? ¿Y si en vez de hacer zapping sin ver nada en concreto, nos ponemos a leer?

Al igual que hay que abandonar la bollería paulatinamente al empezar una dieta, estaría bien dejar de lado los dispositivos para centrarnos más en leer. En lugar de la enfermiza necesidad que tenemos de estar con el móvil continuamente cerca nuestro, ¿por qué no lo intentamos con un libro? Por supuesto, no quiero decir que si queremos leer más no podemos ni ver la tele, ni el móvil, ni el ordenador, nada más lejos de la realidad. No quiero que me respondáis con un "ok, boomer", pero alejarnos de toda la tecnología durante un rato y gastar menos tiempo en ella no solo nos ayudará a tener más mejor nivel de vida, sino que podremos dedicar ese tiempo a coger un buen libro.

Olvida la tecnología durante un rato y dale una oportunidad a los libros.
Olvida la tecnología durante un rato y dale una oportunidad a los libros. Shutterstock

Tampoco vas al gimnasio 3 horas el primer día: empieza despacio con la lectura

De la misma manera que el primer día que vamos al gimnasio no vamos 3 horas, no podemos ponernos a leer ese mismo tiempo a las primeras de cambio. O sí, pero posiblemente, tengamos unas agujetas tremendas después y aborrezcamos el gimnasio. Pues lo mismo podría sucedernos con la lectura. A leer hay que empezar poco a poco y tenerlo como rutina. 10-15 minutos al día es perfecto para empezar. Todos los días, a una hora en la que estemos medianamente relajados y podamos tomárnoslo con calma sin nada que hacer luego y sin prisas, podemos coger un libro (más tarde hablaremos del libro que elegir) e ir cogiendo rutina. Poco a poco irás aumentando el tiempo de manera inconsciente. Eso es buena señal.

También es importante dejar el libro en lugares visibles. ¿Cuándo hemos cambiado el leer mientras íbamos al baño (ejem) por el estar con el móvil? Sitios como el baño o la mesa del salón son idóneos para tener siempre a la vista un libro y acordarnos de que está ahí, esperando que lo cojamos y leamos. Como en todo, ¡el lugar importa!

Empieza poco a poco, ve gestando una rutina de lectura.
Empieza poco a poco, ve gestando una rutina de lectura. Shutterstock

Presta atención al libro que eliges

Otra comparación con el gimnasio: si el spinning no es para ti, no significa que nada de lo que hay en el gimnasio te vaya a gustar. Una mala experiencia en la primera clase del gym o con el primer libro no significa que vaya a repetirse constantemente. Para empezar a leer, hay que coger un libro con ganas, con un tema que nos motive y que nos atraiga a sabiendas de que, si no nos convence, podemos dejarlo (aunque para iniciar el hábito de lectura no es lo más aconsejable).

Si el libro es corto y dinámico, mejor para empezar, ya que se nos hará relativamente fácil a la lectura. También hay que tener en cuenta la narración y la forma de escribir y es que, sinceramente, es muy difícil engancharse a la lectura con Dostoyevski o similares... Eso, mejor para más adelante.

En definitiva, por supuesto que merece la pena engancharse a la lectura y a un buen libro, y recuperar viejos hábitos que teníamos antes, como leer el periódico o no estar continuamente pendiente de los mensajes en WhatsApp. Como en todos los propósitos, hay mucha gente que se queda por el camino, pero al igual que con dietas o gimnasio, con disciplina y constancia podemos adquirir unos sanos hábitos de lectura.

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