Sonny Vaccaro, el hombre que descubrió a Michael Jordan, Kobe Bryant y LeBron James

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Sonny Vaccaro, el hombre que introdujo a Nike en el baloncesto y descubrió a Jordan, Kobe y LeBron

Cuando el baloncesto todavía era concebido como un deporte regional más que como un negocio multimillonario, un profesor de Pennsylvania decidió crear torneos de jóvenes promesas. Aquello fue el inicio de un cambio que transformó no sólo la industria de la NBA, sino del basket norteamericano.

Por Javier Fernández  |  03 Abril 2023

'Air', la película de Ben Affleck sobre cómo se gestó la relación comercial deportiva más exitosa de la historia entre Nike y Michael Jordan, cuenta con un protagonista del que muchos ni habían oído hablar, y que sin embargo es decisivo a la hora de entender cómo funciona la NBA moderna: Sonny Vaccaro (Matt Damon en el filme).

Pero, ¿quién es Sonny Vaccaro? ¿Cómo consiguió este profesor de instituto cambiar radicalmente la industria del baloncesto estadounidense? Esta es su historia.

Cadena de favores

John Paul Vincent 'Sonny' Vaccaro nació el 23 de septiembre de 1939 en la ciudad de Trafford, en Pennsylvania (EE.UU.). Desde joven estuvo interesado en el deporte, llegando a jugar en el equipo de fútbol americano de la Universidad de Yougstown, donde estudió.

Más tarde, siendo ya profesor de instituto, el entrenador del equipo de baloncesto le preguntó si podía conseguir jugadores jóvenes con talento para su plantilla. Vaccaro se comprometió a ayudarle, y concibió la idea de crear una 'All Star' de jóvenes promesas de instituto para que se dieran a conocer ante el público. Así fue como en 1964 se ideó el Roundball Classic, que celebró su primer partido el 26 de marzo de 1965.

Sonny Vaccaro consiguió que Michael Jordan firmase un contrato multimillonario con Nike en 1984.
Sonny Vaccaro consiguió que Michael Jordan firmase un contrato multimillonario con Nike en 1984. @DeuceMovie / Facebook

El Roundball Classic fue un éxito rotundo, sobre todo en la década de los 70: cada año volaban las entradas, y entrenadores universitarios de todos los rincones del país acudían al torneo para seleccionar a los mejores jugadores. De esta forma, Vaccaro entabló amistad con muchos de ellos. No obstante, él continuaba ejerciendo como profesor de escuela, organizando cada año campamentos de verano para los chavales de la ciudad.

Unas zapatillas rotas muy rentables

A principios de la década de los 70, durante uno de los campamentos de verano, un grupo de chicos acudió a Vaccaro para informarle del mal estado de sus zapatillas, ya que las utilizaban tanto para jugar al baloncesto como para hacer vida normal. Sonny pidió ayuda a un zapatero amigo suyo, llamado Bobby DiRinaldo, para que arreglase las deportivas y realizara algún diseño que pudiera ser más duradero.

Después de resolver el problema de los muchachos, unos abogados amigos de Vaccaro y DiRinaldo, que representaban a jugadores NBA en aquel momento, se comprometieron con ellos a redactar una carta para una empresa deportiva que apenas contaba con unos años de vida y que buscaba expandirse: Nike. Así pues, se concertó una reunión entre Vaccaro y la compañía fundada por Phil Kinght y Bill Bowerman en la que el profesor de Pennsylvania mostró algunos diseños de DiRinaldo.

Pero el contrato entre Nike y Vaccaro no se firmó por los diseños de las zapatillas. Ambas partes llegaron a un acuerdo porque Sonny les prometió que les introduciría en el mundo del baloncesto universitario, y para conseguirlo su estrategia fue la siguiente: pagar a los entrenadores universitarios para que vistieran la ropa de Nike y regalar a los jugadores zapatillas de la marca.

Paso a paso

Parecía una locura, pero el plan dio resultado, y Nike empezó a ganar mayor popularidad, lo cual se tradujo en un aumento en ventas. Sin embargo, aún faltaba por dar un puñetazo sobre la mesa. En 1984, la dirección de Nike se reunió para diseñar el siguiente paso de la compañía. Allí se planteó que había que firmar un contrato con, al menos, tres jóvenes promesas del draft de aquel año, considerado como uno de los mejores drafts de la historia. La idea de Nike era hacerse con los servicios de Hakeem Olajuwon, Charles Barkley y John Stockton. Casi nada.

No obstante, Vaccaro percibió algo distinto y especial en Michael Jordan, por lo que propuso destinar el dinero de los tres contratos a uno solo con el futuro jugador de los Chicago Bulls. La sugerencia, tomada como disparatada de primeras, terminó convenciendo a los directivos de Nike, que tenían plena confianza en Vaccaro. Tras varias conversaciones con el jugador, firmaron con él un contrato por un valor de 15 millones de dólares durante 5 años. Además, personalizaron una línea de zapatillas que se llamó 'Air Jordan'. Este fue el primero de muchos golpes que recibiría adidas, a la postre su gran rival, pues Jordan quería haber firmado con la compañía alemana, pero por aquel entonces esta no estaba tan interesada en la NBA. Menuda decisión.

Éxito y despido

Cuando Vaccaro comenzó a trabajar con Nike, la compañía tenía un valor total de ventas anual de 150 millones de dólares. Solo la línea de zapatillas 'Air Jordan' consiguió ventas por valor de 100 millones el primer año. El negocio creció como la espuma: Vaccaro y Nike crearon numerosos torneos de jóvenes promesas como el ABCD Camp, que se hicieron extremadamente populares entre el público y los propios jugadores.

El éxito fue tal, que hubo voces, como la del periodista Alexander Wolf, coautor de Raw Recruits, que criticaron el inmenso poder que Vaccaro y Nike tenían en la industria del baloncesto. Sin embargo, de repente, y sin que el propio Sonny supiera muy bien por qué, en 1991 fue despedido.

Kobe y LeBron: otros errores de adidas

Tras el despido, la impotencia le corroía, por eso estuvo más que dispuesto para aceptar la proposición de trabajo de adidas. Pero, ¿cómo superar a Nike? Vaccaro pensó en lo siguiente: si Nike controlaba el baloncesto universitario, había que ir a por las promesas de instituto.

La noticia se extendió como la pólvora, y un jugador de baloncesto profesional llamado Joe Bryant llamó a Vaccaro para proponerle que conociera a su hijo Kobe y que, si era posible, le incluyera en el prestigioso torneo Roundball Classic del año 1996.

La actuación de Kobe fue soberbia, y adidas le ofreció un contrato de 8 millones de dólares anuales durante 5 años. No obstante, la Mamba Negra decidió rescindir su contrato con la marca alemana en 2002, firmando un año después con Nike. Aquel 2003 fue desastroso para adidas. A la marcha de Kobe le siguió el calamitoso error de no fichar a LeBron James.

Vaccaro le había ofrecido al de Akron un contrato de 10 millones de dólares anuales durante 10 temporadas. Sin embargo, adidas consideró excesiva esa cantidad, por lo que la rebajó a 7 millones anuales, generando el descontento de LeBron, que acabó firmando con Nike por valor de 90 millones de dólares en 7 años. Tras esos desafortunados eventos, Vaccaro se fue a Reebok, empresa para la que trabajó hasta 2007.

LeBron estuvo a punto de fichar por Adidas. Sin embargo, la compañía alemana consideró que la oferta que le había propuesto Vaccaro era excesiva, por lo que King James acabó firmando con Nike.
LeBron estuvo a punto de fichar por Adidas. Sin embargo, la compañía alemana consideró que la oferta que le había propuesto Vaccaro era excesiva, por lo que King James acabó firmando con Nike. andyroth32 / Instagram

Una leyenda contra la Liga Universitaria

A pesar de que mucha gente ha acusado a Sonny Vaccaro de mercantilizar a las jóvenes promesas del baloncesto norteamericano, él ha sido una figura clave en la lucha contra la NCAA por los beneficios que saca la liga universitaria de los jóvenes jugadores.

Esa misma liga ha sido el trampolín de Zion Williamson, a quien Vaccaro ofrecería un contrato de 100 millones de dólares si de él dependiera. Veremos si las marcas tienen en cuenta las reflexiones del hombre que lo cambió todo para siempre.

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