¿Por qué lloran los artistas en los videoclips?

Rosalía VEVO

Llorar en los videoclips, un recurso cargado todavía de estereotipos de género

Residente, ex de Calle 13, ha revolucionado las redes y la calle con el video de 'René', su último single, en el que sale llorando de forma muy emotiva. Sin embargo, no ha sido el primero en poner en práctica ese recuerso. Repasamos otros grandes videoclips en los que los artistas aparecen llorando (algunos desconsoladamente).

Por Luis M. Maínez  |  16 Marzo 2020

Llorar es un reflejo instintivo que tenemos los humanos y todos los animales cuando nos hacen daño de alguna forma. Da igual que sea daño físico o emocional, las lágrimas ascienden hacia los lacrimales y luego caen. Hay quien no soporta que le vean llorar en público y quien ha hecho carrera de ello. Los cantantes, como artistas que son, trabajan con sus emociones y las muestran en público.

Residente, ex de Calle 13, uno de los grupos que abrió el reggeaton al público de masas, ha causado un gran revuelo las últimas semana (para bien) con su nuevo tema, 'René', en el que repasa su carrera y su vida, y con su videoclip, en el que llora abiertamente a la cámara.

No es el primero ni el último cantante que lo hace. Es una tendencia que nunca ha sido una moda como tal, pero que tampoco nunca ha cesado, desde la invención de los videoclips allá por los años 80 por la MTV. Uno de los primeros videoclips icónicos que se dieron en los años 80 fue, sin lugar a dudas, el de 'Take on me' de a-ha, que, en los MTV Video Music Awards de 1986 ganó seis premios tras sorprender al público de todo el mundo por su narratividad: Mejor artista nuevo en un video, Mejor video conceptual, Video más experimental, Mejor dirección, Mejores efectos especiales y Elección del espectador, además fue nominado para otros dos, mejor video grupal y video del año.

En él, la protagonista consigue traer al chico del cómic a la realidad gracias a las lágrimas al final del vídeo.

Este vídeoclip de a-ha inaugura una tradición que tardará mucho en romperse, la de que sean las mujeres las que aparecen llorando en los videoclips, diciendo entre líneas que 'Boys Don't Cry', como cantó The Cure pocos años después.

Llorar en los vídeos NO es cosa de chicas, por mucho que lo parezca

La verdad es que, de los grandes ejemplos de videoclips recientes donde vemos lágrimas vertiéndose, nos encontramos con la desagradable 'sorpresa' de que son las artistas femeninas las que, normalmente, se atreven a llorar en los vídeos. La lista podría prolongarse con todos los casos de artistas y grupos independientes pero, si ponemos el foco en las más populares, también sufren este sesgo de género.

Katy Perry en 'The One That Got Away' es uno de estos casos. En el videoclip, la cantante llora siendo anciana mientras recuerda cómo fue su amor adolescente con un chico al que ama con locura pero que fallece tristemente en un accidente de coche, y al que sigue recordando aunque hayan pasado los años.

Es un caso similar en cuanto a temática que el de Lady Gaga con Bradley Cooper en 'I'll Never Love Again'. En este caso el videoclip está compuesto de imágenes del remake de 'A Star Is Born' que protagonizaron ambos. Lady Gaga vuelve a llorar, en este caso ante la tortuosa historia de amor y autodestrucción que el personaje de Bradley Cooper protagoniza.

En España también se seguía esta tendencia y Zahara, en su exitosa canción 'Con las ganas', también ofrece una interpretación en la que las lágrimas se intentan contener sin éxito ante la tristeza que inspiran los sentimientos que la artista pone sobre la mesa.

Las nuevas generaciones y el cambio de tendencia

Dos de las artistas más respetadas y populares de la nueva generación, Rosalía y Billie Eilish, también han llorado en los videoclips de dos de sus canciones más conocidas. En el caso de la española sucede en 'Bagdad', la canción que samplea el 'Cry Me a River' de Justin Timberlake. En el videoclip, Rosalía es una bailarina de club que se encierra en el baño a llorar desconsoladamente y finalmente las lágrimas acaban inundando el aseo y la terminan ahogando.

En el caso de Billie Eilish, en 'when the party is over', también se trata el llanto de una manera exagerada. Aquí, la joven cantante estadounidense, bebe un vaso de un líquido negro que, según va avanzando la canción, expulsa en forma de lágrimas negras hasta acabar encharcando el suelo de la habitación blanca e inmaculada en la que se encuentra.

Sí que cabe destacar que, en el caso de estas nuevas artistas, el llanto forma parte de la parte artística del videoclip y no viene derivado de perder a ningún hombre o del daño que puedan causarle. Así llegamos a lo más interesante de esta relación de videoclips donde lloran los cantantes. A través de la reestructuración de la masculinidad que estamos viviendo a día de hoy, hay artistas masculinos que, poco a poco, se atreven a llorar en sus visuales. Pero destacan dos cuestiones: la primera, que pasamos del 'Boys Don't Cry' a 'Rockers Don't Cry', ya que los mayores ejemplos que hemos encontrado responden a artistas de música urbana. La segunda, que muchas veces se sigue desnaturalizando el llanto.

Los chicos que lloran en los videoclips

Recycled J es el caso más palmario de esto. Para el lanzamiento de 'Valga la Pena', el primer videoclip adelanto de 'Oro Rosa', su álbum de 2017, Recycled coló una campaña de marketing viral en la que parecía que se había filtrado un vídeo suyo llorando. Todo el mundo se rió de él, al final y al cabo, era un hombre, además, rapero. No era natural. Al final, en el videoclip, se demostraba que había fingido su llanto y que, cómo no, estaba muy feliz.

También en el mundo del rap español hubo un beef acerca de la emocionalidad de los artistas que resume bien el estado de la cuestión. Rafael Lechowski emitió un 'Triste Comunicado' en 2016 ante el lanzamiento del álbum de Kase O, 'El Círculo', ya que, según afirmaba, la idea de una canción como 'Basureta' en la que un artista masculino se abría al público y mostraba realmente sus sentimientos hasta el punto de romper a llorar era tan poco habitual que tenía que ser un plagio. Un plagio de él.

Así, y con otros ejemplos similares como el de Kendrick Lamar, llegamos al vídeo que ha hecho Residente para 'René', su nuevo tema, en el que también abre su corazón al público para contar su historia y en el que, al final, termina llorando emocionado y presentándonos a su hijo al público.

De nuevo, y aunque parezca una ligereza, es importante subrayar las diferencias entre los vídeos de artistas femeninas y masculinos. Tradicionalmente, la fuente del dolor y las lágrimas de las mujeres era un hombre, mientras que en el de los hombres es, precisamente, un hombre, ellos mismos.

Parece que, aunque vayan actualizándose las formas de sentir y expresar los sentimientos por parte de los hombres en los videoclips, llorar no se ha naturalizado. Y el apunte de que los artistas que sí se atreven a hacerlo, provengan en su mayoría de la música urbana y el rap, que son dos etiquetas que han sido demonizadas precisamente por sus comportamientos machistas, debería dar mucho que pensar a quienes las critican.

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