10 consejos si es tu primera vez en Nueva York

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10 consejos que debes seguir si es tu primera vez en Nueva York

Si no quieres terminar odiando esta ciudad más que Homer Simpson, estos consejos te vendrán bien para visitar NY por primera vez.

Por Guille Galindo  |  21 Junio 2022

Este no va a ser otro artículo más hablando únicamente maravillas de Nueva York. La ciudad más importante del mundo, y seguramente la más idealizada gracias a las series y películas que hemos consumido desde que éramos críos, es todo lo que nos podemos esperar, tanto en lo bueno como en lo malo. NY tiene la capacidad única de horrorizarte y alucinarte con cada paso que das y con cada calle que cruzas. Una constante lucha de sensaciones contrarias que rondan tu cabeza y te dejan exhausto hasta que coges el vuelo de vuelta.

Este decálogo de consejos para principiantes de la gran manzana ayudará a quienes visiten por primera vez Nueva York a estar preparados para disfrutar al máximo un viaje único y a no verse superados por la intensidad de la ciudad. Lo dejamos en 10 consejos, pero bien podrían ser 100...

1 No te preocupes por tu inglés, podrías pasar el viaje sin tener que usarlo

En Nueva York, un estadounidense no latino trabajando en el sector servicios es como un shiny en Pokémon, las probabilidades de encontrártelo son ínfimas. Ya sea en un restaurante al uso, en un establecimiento de comida rápida o en un 7-Eleven, habrá al menos una persona latina atendiéndote con la que podrás hablar en castellano, o que directamente te contestará en este idioma si te ve titubear. Si quieres presumir de certificado Cambridge, no es la ciudad idónea para hacerlo.

2 Los pases de atracciones, tus mejores aliados (con una condición)

Ten clara una cosa: no vas a poder visitar todo Nueva York en tu primer viaje. Ni siquiera yendo dos semanas. Aun así, lo mainstream sí puedes recorrerlo, y para ello, los pases de atracciones como CityPass, Sightseeing Pass, GoCity o New York Pass son buenas opciones. Al contrario que en otras ciudades como Londres, aquí sí renta hacerse con uno de estos pases turísticos, porque incluyen prácticamente todo lo más destacado o fotografiable para Instagram de la ciudad. Además, el precio sale más económico que si adquieres las entradas de manera individual en la taquilla (la visita a una azotea ronda los 35-40 dólares de media), pero solo si tu intención es aprovechar al máximo el pase. De lo contrario, podrías hasta perder dinero si eliges mal el tipo de pase, aunque te ahorrarás las colas de la entrada.

Si tu plan pasa por convertirte en el mayor conocedor de Nueva York, los pases por días son la mejor alternativa. Si lo que quieres es visitar cinco cosas básicas, y el resto verlo desde la calle, hay ofertas para un máximo de atracciones.

3 Cuanto menos tiempo pases en Times Square, mejor

Y olvídate de reservar el hotel ahí. El pensamiento europeo nos lleva a creer que, cuanto más nos acerquemos al centro de la ciudad, mejor estaremos. En Nueva York sucede todo lo contrario. El centro de Manhattan, y la zona de Times Square y alrededores, vale la pena visitarlos un día por la mañana y otro por la noche para hacerse las fotos de turno con las pantallas... y ya. A partir de ahí, lo mejor es salir despavorido de esa zona (sobre todo por la noche) si no quieres asociar Nueva York a ratas, gente tirada por la calle y a olor a pis y porro. Suena fuerte, pero es el resumen perfecto de lo que es el centro neurálgico de la ciudad a partir de las 8 de la tarde.

No pases más tiempo del necesario en Times Square, hay mucho más por explorar
No pases más tiempo del necesario en Times Square, hay mucho más por explorar Unsplash

No pierdas más tiempo del debido en el área de Times Square. Alejándote un poco tienes Hell's Kitchen, Chelsea o multitud de barrios y zonas mucho más disfrutables.

4 Los parques, lo mejor de Nueva York (con permiso de las azoteas)

El estrés que genera Manhattan te obliga a buscar pequeños respiros y remansos de paz. Y nada como los parques de la ciudad para ello. No podéis iros de Nueva York sin haber pasado un buen rato por Bryant Park, High Line y Central Park. El primero está al lado de Times Square en un contraste necesario, y ocupa una sola manzana. High Line y, sobre todo, Central Park, sí que requieren medio día como mínimo, pero valen inmensamente la pena.

Uno de los encantos de estos parques es cómo se establecen entre los altos edificios de la ciudad, mostrando las dos caras de Nueva York en una bonita perspectiva. Precisamente muchos de esos edificios cuentan con azoteas visitables, ya sean mediante reserva de mesa de la última planta de un hotel o por comprar la entrada de los rooftops más icónicos de la ciudad.

Central Park, y al fondo, edificios altos. Puro Nueva York
Central Park, y al fondo, edificios altos. Puro Nueva York Unsplash

Centrándonos en estos últimos, es obligatorio visitar al menos dos o tres azoteas. Opciones tienes de sobra: One World Trade Center, Edge, Empire State, Top of the Rock, Summit... Aunque One World Trade Center es el más alto de todos, al estar cubierto pierde encanto. Del Empire State es mejor el museo previo que la azotea en sí. El resto están en un escalón por encima: el Top of the Rock por tener enfrente precisamente al Empire State, y el Edge y Summit por ser mucho más modernos y atractivos, e incorporar el suelo de cristal para crear mayor impresión, especialmente el Summit.

Desde el Top of the Rock puedes ver con todo lujo de detalles el Empire State Building
Desde el Top of the Rock puedes ver con todo lujo de detalles el Empire State Building Unsplash

5 El tour de contrastes no es para tanto

No falla. A todo aquel que viaja por primera vez a Nueva York alguien le dice que tiene que reservar el famoso tour de contrastes, en el que se recorren cuatro de los cinco distritos de la ciudad: Manhattan, Brooklyn, Queens y Bronx. Yo también lo hice, y, aunque tiene cosas interesantes, se nota a la legua que es un plastic tour muy estadounidense, en el que prima el sensacionalismo, la anécdota y el hacerse la foto para Instagram por encima de conocer la historia de los lugares. De todos modos, si no tienes mucha intención de visitar alguno de esos distritos en profundidad, al menos con este tour pasarás por ellos aunque sea de forma superficial, lo que puede servirte para completar la experiencia.

6 En esa ciudad (y en ese país) se come demasiado

No entraremos en el constante olor a comida de las calles de Nueva York, que te hace tener hambre a todas horas. Toca hablar de la cantidad ingente de comida que te sirven en los restaurantes. Para los estadounidenses, es de mala educación no llenar los platos hasta que rebosen. Por tanto, si vas a un restaurante con tu pareja o un amigo con la idea española de que un entrante y dos platos principales son una buena cantidad, te va a sobrar la mitad de la comida. Tenlo en cuenta para no acumular desperdicios, y para ahorrar dinero de paso.

7 No, Nueva York no es ningún paraíso económico

Hay ilusos que viajan a NY con una maleta semivacía para guardar toda la ropa que van a comprar a precio de ganga, y regresan con una sudadera que se han obligado a comprar por 59 dólares, y unos souvenirs por 4$ la pieza.

No os esperéis una ciudad llena de ofertas. Si vas a la tienda Nike, verás zapatillas que aquí tardarán en llegar tres años como poco, pero los precios no varían. Y los outlets de las afueras también tienen más fama que otra cosa. Hay formas mejores de aprovechar el tiempo.

8 Museo de Historia Natural > MoMA > MET

Puede que el Metropolitan Museum of Art, más conocido como MET, sea el más popular gracias a la gala que se celebra anualmente plagada de famosos, pero en cuanto a sus cualidades museísticas, es menos recomendable que el MoMA, el cual incluye algunas de las piezas más reconocidas de la historia del arte.

'La noche estrellada', una de las 'estrellas' del MoMA
'La noche estrellada', una de las 'estrellas' del MoMA MoMA

Aun así, si solo quieres ver un museo (un error, por cierto), visita el Museo de Historia Natural, porque es sencillamente impresionante. Repasar la historia del ser humano y de los animales con representaciones espectaculares a tamaño real te deja con la boca abierta, pero la parte de los dinosaurios ya te descoloca por completo.

El Museo de Historia Natural de Nueva York es impresionante
El Museo de Historia Natural de Nueva York es impresionante American Museum of Natural History

9 Ten más respeto por las bicicletas que por los coches

A pesar de estar infestado de coches, ruido y tráfico, esto no es Italia. La gente no se vuelve loca circulando, y respeta los pasos de cebra y los semáforos. Preocúpate más del carril bici, porque ahí sí puedes jugarte tu físico como pases sin prestar demasiada atención. Ellos no pararán, así que ten cuidado.

10 La ciudad que duerme más de lo que piensas

Hollywood y Frank Sinatra nos vendieron Nueva York como "la ciudad que nunca duerme", pero el mito y el relato de nuevo se imponen a la realidad. Sí, en pleno Manhattan siempre vas a ver gente (de todo tipo), luces y un Dunkin' Donuts abierto 24 horas, pero no es el fervor que imaginábamos. De hecho, un miércoles primaveral el centro de la ciudad está tan activo o desangelado, según se vea, como el de alguna de las grandes capitales europeas, y los restaurantes que no sean el McDonald's duramente te aguantan abiertos hasta las 23:00h. Y en invierno es todavía peor. ¿Habrá superado Nueva York el insomnio?

Consejo extra: no te preocupes por tu vejiga

De tanto caminar y tanta Coca-Cola para bajar los perritos, es normal que en Nueva York tengas constantes ganas de ir al baño. Por suerte para ti, esto no es problema. En cada parque o espacio público, la ciudad cuenta con baños públicos mucho más limpios que su metro. Y además son gratuitos, al contrario que en otras ciudades europeas, y al contrario de lo que se podría pensar de EEUU. Es casi obligatorio visitar los de Bryant Park, uno de los mejores baños públicos del mundo.

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