Luis Scola, la leyenda argentina que desafía la edad

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Luis Scola, el 'Benjamin Button' del basket

Luis Scola sigue haciendo historia. A sus 39 años ha devuelto a la selección argentina a la pelea por las medallas de un Mundial en el que nadie daba un duro por ellos, ni por él.

Por Guille Galindo  |  13 Septiembre 2019

Luis Scola tenía 21 años cuando conquistó su primer título con la selección argentina, el Campeonato FIBA Américas. Para entonces, acababa de completar su primer año en el Baskonia, por aquel entonces Tau Cerámica, con una media de 11,2 puntos y 4,5 rebotes por partido. 18 años después, estamos ante toda una leyenda del basket argentino, y uno de los mejores jugadores de su historia, o al menos el más reconocible de la famosa Generación Dorada.

Porque el bueno de Luis, que desprende una tranquilidad y sosiego que solo aportan los años, tiene a sus 39 a todo el país rendido a sus pies. Toda una mayoría de edad liderando a la albiceleste campeonato tras campeonato, en los buenos y en los malos momentos, en el oro olímpico de 2004 y en los triunfos en el FIBA Américas de 2001 y 2011, así como en las finales perdidas del Mundial (2002) y del FIBA Américas (2003, 2005, 2007, 2015 y 2017).

Su vínculo con Argentina le ha hecho acumular récords uno tras otro: es el máximo anotador de la historia de la selección, el jugador con más partidos disputados en la historia de los Mundiales, el segundo máximo anotador histórico de dicho campeonato, y el primero del Campeonato FIBA Américas.

El de China es su quinto mundial. Aquí también lidera la clasificación, aunque empatado con otros jugadores. Atrás ha dejado su característica melena y su pelo negro. Ahora las canas pueblan buena parte de su cresta, está más musculoso y, como no podía ser de otra forma, ha perdido velocidad en su juego, un hándicap que ha resuelto con su inteligencia sobre la pista.

Porque Scola sabe moverse en la pintura mejor que nunca, conoce sus fortalezas y debilidades y las explota a la perfección. Además, toda la potencia que haya podido perder la ha transformado en versatilidad. Sin ir más lejos, el pívot apenas había lanzado de 3 en su carrera, faceta con la que ahora cumple con creces. Rozando la cuarentena también se pueden aprender nuevos mecanismos y actualizar el modo de juego, y el argentino es el mejor ejemplo de ello.

Luis Scola está siendo uno de los hombres más importantes de este Mundial a sus 39 años.
Luis Scola está siendo uno de los hombres más importantes de este Mundial a sus 39 años. GTRES

El resultado es espectacular. Scola promedia en el Mundial de 2019 mejores números que en el Mundial 2006, cuando el argentino se encontraba en uno de los picos más altos de su carrera con 26 años. Por aquel entonces logró 14,3 puntos, 7 rebotes y 1,6 asistencias de media por partido, con un 53,6% de efectividad en tiros de campo y un 69,4% en tiros libres. Jugaba 25 minutos por encuentro.

Pues bien, en 2019 y con 39 años, lleva 17,4 puntos, 8 rebotes y 1,6 asistencias de media. Juega más minutos (27,4) y su acierto se mantiene en un 50%, añadiendo ahora tiros desde el exterior en su haber. Por no hablar de la efectividad desde el tiro libre, que ahora se sitúa en un 84% de acierto. Números difíciles de explicar si no estuviéramos hablando de un jugador colosal.

Argentina, de la que muchos dudaban siquiera si sería capaz de lograr un billete para los Juegos Olímpicos de Tokio, logró una victoria clave ante Polonia en segunda ronda que los llevaba a cuartos de final, con 21 puntos de Scola. Allí les esperaba la todopoderosa Serbia, una de las favoritas del torneo. Pero el pívot sumó otro partido histórico a su colección, y con 20 puntos y 5 rebotes, se convirtió en el hombre clave del triunfo de la albiceleste. Una vez más.

Llegaron las semifinales, y con todo el país volcado, ¿qué hizo Scola? Récord personal de anotación del torneo con 28 puntos, a los que sumó 13 rebotes. Difícil recordar una exhibición así de alguien de su edad en unas semifinales de Mundial.