Jornada 35 de LaLiga 19/20: 10 reflexiones de la 35ª jornada de LaLiga

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La temporada del Granada o el descenso del Espanyol: 10 reflexiones de la 35ª jornada de LaLiga

Real Madrid y Barcelona prolongan su batalla por el título a tres jornadas para el final de LaLiga. Reflexionamos sobre el papel de Éver Banega, las victorias decisivas de Villarreal, Valencia o Granada en su lucha por Europa, el triunfo que ilusiona al Mallorca o las claves del anunciado descenso del Espanyol.

Por Guillermo Córdoba  |  11 Julio 2020

Real Madrid y Barcelona pelean por el título mientras el descenso se anima gracias al buen hacer del Mallorca. Reflexionamos sobre los momentos más destacados de la jornada 35 de LaLiga. Al lío.

1 Benzema y Asensio ya huelen el título

El Real Madrid recibía a un perturbado Alavés en busca de su octavo pleno. Con bajas notables en defensa, sin el jeque Ramos ni el pujante Carvajal, Zidane inventó también en ataque con Rodrygo y Vinícius. Benzema, insustituible, aprovechó la ausencia del capitán para inaugurar el marcador de penalti. El Alavés, insistente en el área de Courtois, se topó con el portero belga y bajó los brazos cuando Asensio hizo el segundo. Victoria tranquila del Real Madrid, al que solo Granada, Villarreal y Leganés separan de un merecido título. La próxima jornada ya puede ser decisiva.

2 El Barcelona vuelve a mostrarnos su peor versión pero continúa con su persecución

Derbi de necesidades en un Camp Nou vacío. Barcelona y Espanyol buscaban la victoria para continuar soñando con sus objetivos: el título y la permanencia. Con la pelota para los de Setién, los visitantes crearon peligro al contragolpe, pero sin el premio del gol. El Barça, mejor en el segundo acto, aprovechó el gol de Luis Suárez para agarrar una victoria que le mantiene a rebufo del Real Madrid. El Espanyol, ya descendido, se despidió con la cabeza alta y poniendo en apuros a su vecino. Un trabajo loable para un equipo que regresa a Segunda División 27 años después.

3 Un descenso anunciado desde agosto

Una planificación desastrosa, la aventura europea y las decisiones del palco explican el descenso del RCD Espanyol. Cuando dos puntales como Borja Iglesias y Mario Hermoso abandonaron el equipo, el club apenas invirtió los más de 50 millones que dejaron en las arcas. Matías Vargas (10 millones) y Fernando Calero (8), junto a jugadores libres y cedidos, completaron una plantilla corta que además debía afrontar el desafío europeo. En enero, demasiado tarde, el club gastó lo que no invirtió en agosto en el olfato goleador de Raúl de Tomás, en un generador como Adrián Embarba y en un curtido defensa como Leandro Cabrera.

Sin demasiada experiencia en viajar por Europa, el 25 de julio de 2019 el Espanyol disputó la ida de la primera de las tres rondas previas en su camino a la Liga Europa. En total, seis partidos culminados con un premio envenenado: la participación en la fase de grupos de la Europa League. Las previas y los partidos de los jueves añadieron más cansancio a las piernas: el equipo, con David Gallego en el lugar de Rubi, sumó 5 puntos en las primeras 8 jornadas, todos ellos fuera de casa. El fichaje de Pablo Machín no mejoró la situación: con 5 puntos en 10 jornadas, el Espanyol se asomaba al abismo con 10 puntos en su casillero en 18 jornadas.

Con media liga por delante, el Espanyol acudió a un especialista como el bombero Abelardo para evitar el descenso. La reacción, a medias, dejó al equipo a seis puntos de la permanencia cuando el ignorado coronavirus suspendió la competición. A once jornadas para el final, el Espanyol creía en el milagro, pero el equipo no sumó lo suficiente y la extraña destitución de Abelardo sentenció toda opción. Rufete, elegido a dedo por el palco, no ha podido salvar a un equipo con pie y medio en el ascensor desde el arranque de LaLiga. Mucho ánimo para todos los seguidores del conjunto perico.

4 El penúltimo servicio de Éver Banega

Leyenda imborrable del Sevilla, Éver Banega abandonará España este verano con destino Arabia Saudí. A sus 32 años, el argentino dejará huérfano a su equipo de calidad y liderazgo, virtudes acompañadas a veces por la irregularidad. Pero, antes de marcharse, Banega está decidido a mostrar una vez más su talento. Ante el Athletic, empató el duelo con una falta de cirujano para después regalar el tanto de la victoria con un centro a la cabeza de Munir. Con el billete a la Liga de Campeones casi asegurado, Banega sueña con un último servicio al Sevilla: levantar su tercera Liga Europa.

5 El Villarreal se acerca a la Liga Europa

Dos equipos con regresos opuestos del confinamiento se enfrentaban separados por un punto. Getafe y Villarreal, lejos de la Liga de Campeones, querían reafirmar su candidatura por la Liga Europa. Hugo Duro anuló el penalti inicial de Cazorla, pero el destacado centrocampista hizo el segundo con otro gol de penalti. Rubén Peña sentenció en el descuento para dejar hundido al Getafe y acercar a los de Javi Calleja a los viajes de los jueves. Con cuatro puntos de ventaja respecto al sexto clasificado, tendrá que superar dos jornadas de alto voltaje ante Real Sociedad y Real Madrid para confirmar el billete.

6 Kang-in Lee o ilusionarse por última vez

El Valencia recibía al Valladolid tocado en su objetivo europeo. Sin opciones para la máxima competición, los esfuerzos del equipo de Voro se centraban en la Europa League. Ante los de Sergio, en un partido reñido, el debutante Víctor García igualó el gol de Maxi Gómez. Con todo previsto para el reparto del botín, Kang-in Lee se inventó un disparo ajustado para dejar los tres puntos en Mestalla e ilusionar, quizá por última vez, al Valencia con Europa. Jugar los jueves no desprende el mismo atractivo que la Liga de Campeones, pero hay trenes que es mejor no dejar pasar.

7 La excelsa temporada del Granada

Noveno, a tres puntos de Europa y con la ilusión por las nubes. El Granada, un recién ascendido con matrícula de honor en la Copa del Rey, sueña con completar una temporada perfecta. Ante un rival directo como la Real Sociedad, sufrió para sumar tres puntos en un feudo complicado. Salió victorioso gracias a un desgaste constante, una defensa férrea y una puntería perfecta. Un trabajo maravilloso con el que Diego Martínez ha enamorado a la afición nazarí. Antes de recibir al líder, el Granada tiene las ideas claras: no teme a nadie y quiere explorar el viejo continente.

8 El Betis amarra una victoria plácida

El Osasuna visitaba el Benito Villamarín con el mismo objetivo que su rival: sin ninguna opción de viajar por Europa, ambos querían dejar una buena imagen. Los locales, chisposos en ataque y sin sufrir en defensa, se llevaron la victoria en el estreno goleador de Guido Rodríguez, Alfonso Pedraza y Carles Aleñà. Una buena noticia para un equipo irregular que ya tiene nuevo inquilino en el banquillo. Manuel Pellegrini buscará ilusionar de nuevo a la hinchada verdiblanca con un proyecto de tres temporadas. La paciencia será, seguro, una de las claves de su posible éxito.

9 El Mallorca cree en la salvación

Desde el liderato del tren del descenso, el Mallorca recibía al Levante con el claro objetivo de ganar. Con el Cucho Hernández y Ante Budimir para las labores del gol, el colombiano inauguró el marcador con un buen cabezazo. Con la defensa local a buen nivel, el Levante no inquietó en exceso a Manolo Reina y Kubo hizo el gol de la tranquilidad. Con 32 puntos a tres jornadas para el final, el Mallorca necesita sumar cuatro puntos más que Alavés, Celta o Eibar para cambiar el billete en el último momento y viajar en primera clase la próxima temporada.

10 Un punto insuficiente para el Leganés

Eibar y Leganés se enfrentaban en Ipurúa con el mismo objetivo: ganar. Si los de Mendilibar buscaban la victoria para respirar, los de Aguirre querían los tres puntos para soñar con la permanencia. Pero, en un partido donde se impuso el miedo, ni unos ni otros merecieron más que el empate. El Leganés, incluso, prefirió perder el tiempo antes que buscar una victoria imprescindible. Obligado a sumar un mínimo de siete puntos de nueve para quedarse en LaLiga, el Lega necesita algo más que un milagro. Fichar a Dios de delantero parece la única forma de no descender.

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