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La locura Labubu llega a España: por qué estos extraños muñecos han vuelto loco a medio país
Si todavía no sabes qué es un Labubu, probablemente vivas en una cueva o tengas más de 40 años. Estos pequeños monstruos de sonrisa inquietante y orejas puntiagudas han conseguido lo imposible: que cientos de personas hagan cola durante cuatro horas en Barcelona para comprarse un muñeco. ¿Estamos ante el nuevo fenómeno de masas o simplemente nos hemos vuelto todos locos? Te contamos todo en MENzig sobre la fiebre que ha conquistado España.
18 Agosto 2025 (hace 1 hora)
|¿Qué demonios es un Labubu y por qué me debería importar?
Vale, empecemos por el principio. Labubu es básicamente un duende del bosque que parece salido de una pesadilla kawaii. Creado en 2015 por el artista hongkonés Kasing Lung, este peculiar personaje forma parte de The Monsters, una colección inspirada en la mitología nórdica que mezcla lo adorable con lo siniestro de una manera que resulta inexplicablemente adictiva.
Con sus orejas puntiagudas, pelo suave y una sonrisa repleta de dientes afilados, Labubu tiene esa estética que los expertos llaman "ugly-cute": feo pero mono a la vez. Es como si alguien hubiera cogido un peluche de Ikea y lo hubiera cruzado con un personaje de Tim Burton. Y funciona, vaya si funciona.
El salto al estrellato llegó en 2019 cuando Pop Mart, la empresa china que ha convertido los juguetes en una ciencia, decidió lanzar estos muñecos en formato caja sorpresa. Sí, esas cajitas donde no sabes qué te va a tocar hasta que las abres. Básicamente, la ruleta rusa del coleccionismo.
El momento Lisa: cuando un K-pop star desata la locura mundial
Durante años, Labubu fue el capricho de unos pocos coleccionistas. Pero en 2023 pasó algo que cambió todo: Lisa de Blackpink publicó una foto con uno de estos muñecos colgando de su bolso. Y ahí se desató el apocalipsis.
En cuestión de días, millones de fans querían uno igual. Pronto otras compañeras de Blackpink se sumaron al fenómeno, y después llegaron las celebrities occidentales: Rihanna, Dua Lipa, Madonna, Kim Kardashian... todas exhibiendo a la extraña criatura como si fuera el último grito en accesorios de moda.
Los vídeos de unboxing en TikTok comenzaron a acumular millones de visualizaciones, y los hashtags #Labubu y #LabubuCollection se convirtieron en tendencia mundial. Porque si hay algo que une a la humanidad es la capacidad de volverse loca por cosas que no necesitamos.
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El efecto dominó: de Asia al mundo entero
La fiebre se tradujo en producto agotado en minutos y reposiciones que volaban antes de que te diera tiempo a pestañear. La demanda se volvió tan brutal que algunos compradores empezaron a adquirir cajas enteras para revender las figuras al doble o triple de su precio original. Porque donde hay escasez, hay oportunidad de negocio.

Incluso aparecieron imitaciones pirata llamadas "Chafubus" que se colaron en plataformas de segunda mano. En sitios como Wallapop o AliExpress es fácil encontrar supuestos Labubu, a veces con precios inflados pese a ser falsificaciones. La ironía de pagar más por una copia que por el original no se le escapa a nadie.
Pop Mart: la máquina de hacer dinero detrás del fenómeno
Detrás de Labubu está Pop Mart International, una empresa que ha revolucionado la industria con una estrategia que roza la genialidad maléfica. Fundada en Pekín en 2010, esta compañía ha convertido la compra de muñecos en una experiencia de juego que genera más adicción que las tragaperras de Las Vegas.
Su fórmula es diabólicamente simple: series limitadas, reposiciones sin avisar, y la mecánica de las cajas sorpresa que convierte cada compra en una apuesta. Hay modelos comunes y otros "secretos" súper raros, lo que dispara la obsesión por completar la serie. Es como los cromos del Mundial, pero para adultos con dinero.
Los números que dan vértigo
¿Y cuánto dinero mueve este tinglado? Prepárate porque las cifras dan miedo:
- Pop Mart ha conseguido márgenes de beneficio del 67%, de los más altos entre las empresas chinas globales
- En 2024, duplicó sus ingresos hasta alcanzar 1.800 millones de dólares
- Un 40% de esos ingresos ya provinieron de fuera de China
- Su acción en bolsa se disparó un 370% ese año
- La valoración de mercado ronda los 43.000 millones de dólares
Solo la franquicia "The Monsters" (donde Labubu es el protagonista) generó 419 millones de dólares en 2024, un salto del 700% respecto al año anterior. Para que te hagas una idea: hay empresas del Ibex 35 que no facturan eso en un año entero.
Lo más nuevo
España se rinde ante el duende: la invasión ha comenzado
Y llegamos al momento que nos ocupa: la conquista de España. En agosto de 2025 abrió sus puertas la primera tienda Pop Mart permanente en España, situada en el Portal de l'Àngel de Barcelona. Y fue el delirio total.
Colas de más de 200 metros, esperas de hasta cuatro horas para entrar, y fans viajando desde otros países para no perderse el evento. Dentro, los compradores arrasaron con las existencias pese a que los precios oscilan entre 12€ las mini-figuras y 240€ las ediciones de lujo.
"No es un gasto, es una inversión", declaraba un coleccionista que ese día se dejó 700 euros en cajas Labubu. Y probablemente tenía razón: algunas figuras limitadas han llegado a venderse por hasta 500-600 dólares en el mercado secundario.
Antes de Barcelona: tanteando el terreno
Esta no fue la primera incursión de Pop Mart en España. Ya habían tanteado el mercado con una pop-up store temporal el año anterior en Barcelona, que también agotó todo su stock en días. Era evidente que había público para estos muñecos en nuestro país.
Ahora, con un punto de venta fijo, la comunidad coleccionista local no tiene que depender solo de pedidos por Internet. Plataformas como Amazon España ya ofrecen algunas series de Labubu, pero la experiencia de comprar en tienda física es completamente diferente.
El precio de la obsesión: ¿cuánto estás dispuesto a pagar?
Hablemos de dinero, porque aquí es donde la cosa se pone interesante. Un Labubu oficial cuesta entre 12 y 15 euros en España. Parece razonable, ¿verdad? Pues no tan rápido.
La rareza y la alta demanda han hecho que los precios se disparen en reventa. Hay compradores que reconocen haber gastado más de 700€ de una tacada en muñecos Labubu exclusivos. Y no, no están locos (bueno, quizás un poquito).
Tipo de Labubu | Precio oficial | Precio reventa |
---|---|---|
Mini-figura básica | 12-15€ | 30-50€ |
Edición especial | 25-40€ | 100-200€ |
Edición limitada | 50-100€ | 300-600€ |
Figuras ultra-raras | N/A | Hasta 1.000€ |
Muchos coleccionistas asumen estos sobreprecios considerándolo casi una inversión. Y en algunos casos no van desencaminados: ciertas figuras han demostrado mantener o aumentar su valor con el tiempo.
Un fenómeno que va más allá de la moda
Pero ¿qué hace que estos muñecos conecten tanto con la gente? Los expertos hablan de "consumo emocional" y de cómo Pop Mart ha sabido crear vínculos afectivos entre sus personajes y el público joven.
Comprar un Labubu no es solo "tener un muñeco". Es vivir la experiencia: la expectativa de la caja sorpresa, la euforia de hallar esa figura especial, y luego exhibirlo como parte de tu personalidad. Para muchos fans, Labubu representa lo kawaii con un giro rebelde.

En España, estos muñecos han pasado de ser una curiosidad de nicho a un accesorio mainstream: es habitual verlos colgando de bolsos de estudiantes universitarias, adornando setups de gamers o como llaveros en las llaves del coche. En las ferias de cómics de Madrid y Barcelona ya comparten protagonismo con funkos y otras piezas de colección.
El poder blando de China
El impacto de Labubu trasciende lo económico. Ha puesto de moda la estética ugly-cute, ha reactivado el coleccionismo de diseño y ha servido de puente cultural entre Oriente y Occidente. Que celebridades de Hollywood luzcan un personaje creado por un artista de Hong Kong habla del soft power que China está ganando a través de estas tendencias.
Pop Mart ya planea expandir el universo Labubu con proyectos como series de animación, parques temáticos (en Pekín ya existe el "Pop Land" dedicado a sus personajes) e incluso incursiones en la moda y la joyería. Todo apunta a que tendremos Labubu para rato.
¿El próximo Hello Kitty o una burbuja efímera?
La gran pregunta es si estamos ante el próximo icono cultural como Hello Kitty o simplemente una moda pasajera que se desvanecerá cuando llegue la siguiente tendencia viral.
Los analistas apuntan que Labubu se ha convertido en un icono cultural capaz de alcanzar la fama de personajes clásicos, algo inédito para una propiedad intelectual de origen chino. Su peculiar mezcla de ternura y oscuridad ha conectado con una generación que busca productos originales con los que identificarse.
Mientras tanto, millones de fans de Pekín a Madrid siguen haciendo fila por descubrir qué Labubu les tocará en la próxima cajita sorpresa. Y esa ilusión colectiva, como bien sabe Pop Mart, vale oro.
¿Tú también has caído en las redes del duende? Porque al ritmo que van las cosas, dentro de poco será más fácil encontrar un unicornio que un Labubu en las tiendas españolas.