¿Ha vuelto la 'Alonsomanía'?

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¿Vuelve la 'Alonsomanía'?

Fernando Alonso congregaba a millones de españoles cada domingo en la televisión hace más de una década. Su carácter y sus malas decisiones deportivas le alejaron de todo ese éxito, y tras deambular por la F1 con un coche muy inferior a su capacidad como piloto y un necesario descanso, regresa a la F1. ¿Volverá con él la 'Alonsomanía'?

Por Guille Galindo  |  06 Agosto 2018

Qué tiempos aquellos cuando España vibraba con la Fórmula 1 narrada por Antonio Lobato y Gonzalo Serrano en Telecinco, con Fernando Alonso en pleno esplendor. Quien escribe esto todavía recuerda los madrugones del domingo para ver las carreras, a pesar de tener que ir a estudiar al día siguiente. La F1 tenía enganchada a la gente, con una media de audiencia que superaba los 5 millones de espectadores. En los Grandes Premios de Brasil 2006 y 2007, donde el asturiano se jugaba el campeonato, más de 9 millones de españoles siguieron la carrera.

El bicampeonato del mundo en Renault ante Michael Schumacher y la pelea en McLaren con Lewis Hamilton hizo que, durante unos años, el automovilismo compitiera de tú a tú con el fútbol en nuestro país. Más de una década después, ¿qué queda de esa emotiva etapa? Prácticamente nada. Gonzalo Serrano y Antonio Lobato no se llevan bien, la F1 ya no se ve en abierto y su popularidad ha caído en picado, y Alonso lleva años sin cosechar un solo triunfo. La figura del piloto español también ha sufrido un desgaste a medida que los sinsabores le alejaban de sus fans. Por eso mismo nos preguntamos: ¿Qué fue de la 'Alonsomanía'? ¿Qué llevó a Alonso a pasar de ser idolatrado a criticado u objeto de bromas? ¿Es posible que veamos un rebrote (nunca mejor dicho) de la 'Alonsomanía' tras su regreso a la F1?

Alonso es el piloto con más años en activo de la parrilla.
Alonso es el piloto con más años en activo de la parrilla. GTRES

El mal papel de la Selección abrió la puerta a otros deportes

España siempre ha sido un país de fútbol. Sin embargo, hasta 2008, el fútbol no unía a los españoles. El desastre continuo de la Selección en las Eurocopas y Mundiales impedía cualquier tipo de alegría conjunta, solo había hueco para la frustración y la crítica. Tras otro nuevo fracaso, esta vez en la Eurocopa de Grecia 2004, España encontró la felicidad en otros deportes.

Porque, fuera de la esfera futbolística, nos iba bien. Ese mismo verano se logró en los Juegos Olímpicos de Atenas la segunda mejor marca hasta la fecha, con 20 metales, a solo dos del récord de Barcelona 92. No obstante, no sería hasta 2005 cuando el país encontraría el tándem soñado con el que superar el drama nacional en el fútbol, el formado por Rafael Nadal y Fernando Alonso.

El 5 de junio de 2005 un chico de Manacor llamado Rafael Nadal, que ya había deslumbrado en la Copa Davis que conquistó España en 2004, ganó Roland Garros con tan solo 19 años en su primera participación en el torneo. Por aquel entonces, un asturiano de 24 años se encaminaba hacia el primer campeonato del mundo de la Fórmula 1. El pueblo ya tenía referentes deportivos en los que fijarse.

Alonso se alzó con el campeonato de F1 en 2005 y 2006.
Alonso se alzó con el campeonato de F1 en 2005 y 2006. GTRES

Cuando todo era felicidad y victorias

Cuando Rafa alcanzó su primer Roland Garros, Fer había logrado cuatro victorias en las siete primeras carreras del campeonato del mundo de 2005. La 'Nadalmanía' se estaba gestando, la 'Alonsomanía' ya tenía una fuerte base. Todo comenzó en 2003, cuando TVE vio el potencial del piloto y se hizo con los derechos de emisión de la temporada completa de la Fórmula 1. La cadena pública ya había retransmitido algunas carreras sueltas a lo largo de los años, al igual que Telecinco, pero la falta de seguimiento relevó al automovilismo a un segundo plano, siempre por detrás de un motociclismo que contaba con varios campeones españoles.

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En TVE se pudo ver la primera victoria de Alonso en el GP de Hungría, un hito histórico. La audiencia comenzaba a subir. España no era un país aficionado a la F1, sino al triunfo de uno de los suyos. De esto se dio cuenta Telecinco, que obtuvo los derechos en 2004. Un año después, Alonso era el principal candidato a llevarse el campeonato. Verle ganar o subirse al podio cada dos semanas aumentaba el fenómeno fan que se generó entre los españoles, con Antonio Lobato a la cabeza. 'Magic' Alonso estaba en todos lados, y el piloto se erigió entre 2004 y 2007 como el mejor deportista español de la época.

De idolatrado a cuestionado

La 'Alonsomanía', a pesar de todo lo que generó, fue también uno de los motivos que llevaron a Fernando a caer del pedestal en el que estaba. España comenzó a dividirse a partir de 2007 en seguidores de Alonso y seguidores de la F1. Estos últimos rechazaban a los alonsistas por esa defensa enérgica al asturiano, sin importar si lo había hecho bien o no. Además, estaba su fuerte carácter. Desde su segundo campeonato del mundo, Fernando se convirtió en un tipo algo antipático ante la cámara, más centrado en ganar que en conectar con los aficionados. Quizás por eso, cuando dejó de acumular Grandes Premios, muchos le abandonaron.

Alonso y Hamilton no congeniaron como compañeros de equipo en McLaren.
Alonso y Hamilton no congeniaron como compañeros de equipo en McLaren. GTRES

Su polémico año en McLaren disparó una corriente de 'hate' que se prolongó durante varios años. Sus constantes disputas con Lewis Hamilton y Ron Dennis, compañero y director de equipo respectivamente, empeoraron gravemente su imagen. Fernando no era feliz, y la 'Alonsomanía' contaba cada vez con menos adeptos. Al piloto español le costó mucho recuperarse de ese torbellino de odio.

Sus malas decisiones a la hora de elegir escudería desde entonces fueron el golpe definitivo. Volvió a un Renault en plena decadencia, donde pasó dos años sin pena ni gloria antes de recalar en Ferrari. Juntar al mejor piloto español de todos los tiempos con la escudería más prestigiosa volvió a despertar el interés de la afición, pero la sensación es que nada era ya como antes. Tampoco tuvo suerte en Ferrari, con un coche que nada tenía que ver con el de los buenos tiempos de Michael Schumacher. En las cinco temporadas en las que militó en Ferrari el asturiano obtuvo tres subcampeonatos, pero su coche siempre estuvo por debajo del de sus principales competidores. Sin embargo, lo peor (y lo mejor) estaba aún por venir.

McLaren, una bendición personal

Su segunda etapa en McLaren fue desastrosa desde el punto de vista deportivo. Ni un solo podio en cuatro años para el quinto piloto con más podios de la historia merece una reflexión. Mientras, el boom de la Fórmula 1 en España se difuminó casi por completo. En 2015, ninguna cadena en abierto quiso hacerse con los servicios de la temporada, que finalmente se quedó Movistar, devolviendo al automovilismo a la exclusividad de hace dos décadas.

Lamentablemente, esta es la imagen más repetida de Alonso en su nuevo periplo por McLaren.
Lamentablemente, esta es la imagen más repetida de Alonso en su nuevo periplo por McLaren. GTRES

Comparados en varias ocasiones en el artículo, lo que hizo que Nadal se mantuviera en primera línea fue, como diría Luis Aragonés, "ganar, ganar, ganar y volver a ganar". Pero no solo eso. En un país en el que pasar de estrella a estrellado es demasiado fácil, Alonso no despertó la simpatía de la mayoría en sus mejores tiempos, que le siguió en sus éxitos pero no en sus peores momentos. El tenista balear sí ha cuidado más ese aspecto durante su carrera.

En este sentido, su paso por McLaren benefició claramente al piloto. Mucho más relajado, protagonizó numerosos momentos divertidos en la parrilla, y mantiene un contacto cercano con sus seguidores a través de su cuenta de Twitter. Hacía bromas, se reía de sí mismo y de los memes que protagoniza. Parecía otro, y puso así fin a una década de críticas y escepticismo sobre su personalidad. La 'Alonsomanía' fue una etapa especial que ¿no volverá a repetirse?, pero este Fernando es mejor que el de entonces, tanto en la pista como fuera de ella.

El Plan para reinstalar la Alonsomanía

No nos equivoquemos. Fernando Alonso llevaba 7 años sin lograr un podio y se había alejado de las pistas, pero sigue siendo uno de los mejores pilotos de la parrilla, como ha demostrado en la temporada 2021. Aprovechó este descanso al máximo, con un campeonato de WEC y una decente participación en el Dakar, y finalmente se sumó de nuevo al proyecto de la Fórmula 1 de cara a la revolución que supondrá 2022.

De la mano de Alpine (antiguo Renault), Alonso ha aprovechado 2021 para recuperar sensaciones. Su temporada ha ido claramente de menos a más, culminándose con un podio en Catar que volvió a mantener en vilo a los aficionados como si estuviéramos entre 2005 y 2012.

El Gran Premio de Catar supone la explotación definitiva de un fenómeno con el que Fernando ha sabido jugar a la perfección: El Plan. Hasta ahora más producto de marketing que realidad fehaciente (aunque hay motivos para creer), el deseo ilusorio de ver al asturiano luchando por el Mundial a partir de 2022 ha recuperado para la causa a aquellos niños que se levantaban a las 7 de la mañana para ver a El Nano.

Puede que El Plan no salga, pero Fernando Alonso ha vuelto a la palestra. Es portada de los periódicos, sus seguidores han sacado de nuevo su bandera, y la emoción se palpa en el ambiente. ¿Estamos ante el renacer definitivo de la 'Alonsomanía'?

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