Las campanadas de Ibai de 2023, las peores en audiencia: ¿por qué?

¿Por qué las campanadas de Ibai de 2023 han tenido menos audiencia que las de 2021 y 2022?

¿Fórmula errónea, arrastre de Twitch o ausencia de covid? Analizamos los motivos por los que las campanadas de Ibai de 2023 se vieron 'menos' que las de 2022 y 2021.

Por Guille Galindo  |  02 Enero 2023

El eterno y cansino debate entre el viejo y nuevo periodismo, entre las viejas y nuevas formas de comunicación, vivió un nuevo episodio con el fichaje de Anne Igartiburu por Ibai Llanos para retransmitir con él y Ramón García las campanadas de 2023 en su canal de Twitch. Esta unión entre pasado-presente y presente-futuro de la comunicación, ideada por Ibai como un homenaje a la tele y a quienes nos han acompañado durante el siglo XXI durante cada última y primera noche del año, se convirtió sin embargo en lo de siempre, en una guerra de trincheras entre quienes comentaban con ironía que lo nuevo no deja de ser un calco de lo viejo, y quienes se frotaban las manos con cómo el todopoderoso streamer vasco va sumando guerreros ilustres a su supuesta batalla contra el entretenimiento tradicional.

Llegó la noche del 31, y se juntaron en Twitch Ibai, Ramón García y Anne Igartiburu, con la inestimable y valorable compañía de unos intérpretes de signos para las personas sordas. Y la verdad, repasando esa misma media hora en las cadenas generalistas, que o bien no estuvieron a la altura de sus mejores años (Antena 3 y La1) o que directamente fueron un bochorno (Telecinco), el trío de presentadores fue lo más destacado de la noche a nivel de calidad.

Con Ramón García ejerciendo de inesperado líder, un Ibai algo tímido y una Anne que supo adaptarse bien al nuevo formato, aunque perdiendo el rol principal que había cosechado durante la última década de campanadas en La1, en la retransmisión se sucedieron mensajes sobre la soledad, la depresión, el medio ambiente o la lucha de las mujeres, todo bajo una misma idea: lo clásico y lo nuevo pueden ir de la mano y unir a todas las generaciones.

A pesar de lo interesante de la propuesta y de la mano tendida de Ibai hacia una conciliación entre plataformas y profesionales, parte de la prensa y los 'ludistas de Twitch' han destacado otro aspecto de sus campanadas: la pérdida de audiencia con respecto a las de 2021 y, sobre todo, 2022.

Lo cierto es que, basándonos estrictamente en los datos de audiencia, las campanadas de 2023 de Ibai han sido las peores de los tres años que lleva haciéndolas el streamer, tanto en la media como en su pico más alto de dispositivos conectados, según datos de TVTOP:

Dispositivos conectados de media en las tres campanadas de Ibai

  • Campanadas 2021: 243.256
  • Campanadas 2022: 337.431
  • Campanadas 2023: 179.082

Pico más alto de dispositivos conectados en las tres campanadas de Ibai

  • Campanadas 2021: 552.345
  • Campanadas 2022: 801.074
  • Campanadas 2023: 448.387

Ahora bien, al margen de los titulares que tilden de fracaso las cifras de las terceras campanadas por tener la mitad de dispositivos conectados que las de 2022, hay muchas razones que explican estas cifras, y algunas de ellas pueden hacer estallar la cabeza a más de uno: a pesar de los datos expuestos, es probable que más gente viera las campanadas de 2023 con Ibai que las de 2022. Vamos a intentar explicar el porqué de esta situación y el porqué del descenso de los dispositivos conectados en las campanadas.

Ibai, Ramón y Anne en las campanadas 2023
Ibai, Ramón y Anne en las campanadas 2023 Twitch

Las mediciones en Twitch no se pueden comparar con las de la televisión

¿Por qué usamos tanto el concepto de 'dispositivos conectados' y no el de 'espectadores' al referirnos a las campanadas de Ibai? Porque la forma de medir la audiencia de las televisiones y de Twitch es muy diferente, y comparar los datos sin dejar claro esta distinción es, directamente, falsear la información.

Las audiencias de televisión estiman la cantidad de gente viendo en sus hogares un televisor con base en los 5.720 audímetros que hay repartidos por todo el país. En Twitch, sin embargo, se cuentan exclusivamente los dispositivos conectados, sin estimar la cantidad de personas que habrá detrás de cada dispositivo.

Es decir, que si una familia de 8 personas se tomó las uvas con Ibai en la Smart TV, Twitch lo registró como un único dispositivo conectado. Por tanto, los 448.387 dispositivos de las 23:59 son la audiencia mínima, contando el improbable caso de que solo hubiera una persona en cada uno de esos dispositivos. Audiencia mínima, no media estimada como en la televisión.

¿Por qué entonces no se hace una media estimada de la audiencia de Ibai en las campanadas? Porque no es tan sencillo. A Ibai no lo ven solo españoles, sino que casi la mitad de su audiencia suele provenir de Latinoamérica. Habría que retirar este sector de la estimación para compararlo con Cristina Pedroche o Ana Obregón. En resumen, una labor que todavía no se ha realizado, y que complica mucho la comparativa de datos de audiencia que se empeñan en hacer.

¿Por qué ha habido menos dispositivos conectados en las campanadas de 2023?

Es evidente que, pasar de 800.000 dispositivos conectados a 400.000 en un año da pie a un análisis que valore la situación. En este caso, no hay un único motivo, sino tres: la caída libre de Twitch en 2022, el regreso a la normalidad y una propuesta que ha perdido la originalidad del año pasado.

Twitch vivió en 2022 su peor año en audiencias
Twitch vivió en 2022 su peor año en audiencias Twitch

La caída libre de Twitch en 2022

Tras años de crecimiento exponencial, sobre todo durante la pandemia, Twitch se encuentra en una fase de recesión. Por primera vez desde su lanzamiento, el seguimiento de la plataforma de Amazon ha sido menor que el del año anterior. Esto, sumado a las constantes polémicas y al descontento generalizado en torno a ella tiene consecuencias de manera directa en el número de visualizaciones de los directos. Por primera vez en años, hemos aprendido a vivir sin estar pegados a Twitch.

El regreso a la normalidad

Las primeras dos campanadas de Ibai estuvieron muy ligadas a la situación del coronavirus en España. El primer año, por motivos obvios. El segundo, porque coincidió con la variante ómicron que contagió a medio país y que provocó muchas cuarentenas forzadas en Nochevieja, sobre todo de gente joven.

Con las familias más divididas y las cuarentenas en auge, muchos se refugiaron en Ibai para amenizar un fin de año que pasaban solos en la habitación o con los convivientes. En las campanadas de 2023, hemos vuelto a las reuniones familiares de 12 personas bajo una sola televisión por primera vez en tres años, haciendo más difícil poner a Ibai.

Una propuesta que ha perdido la originalidad

Más allá de la variante ómicron, Ibai sorprendió a todos el año pasado recuperando a un ilustre de las campanadas como Ramón García en la Puerta del Sol. La expectación por ese tándem se vio reflejada en unos datos espectaculares y muy difíciles de igualar. En 2023 se ha añadido a otra ilustre como Anne Igartiburu, pero el factor sorpresa ya no ha sido el mismo, y eso repercute en las audiencias.

Ibai y Ramón García arrasaron en las campanadas de 2022
Ibai y Ramón García arrasaron en las campanadas de 2022 Twitch

¿Por qué es probable que más personas hayan visto las campanadas de 2023 que las de 2022?

La respuesta la tenemos en los anteriores apartados. En 2022 hubo mucho espectador individual que, haciendo la cuarentena, prefirió tomar las uvas con Ibai que con la televisión tradicional. En 2023, aunque el número de dispositivos haya sido menor, la cantidad de gente reunida en cada uno de ellos ha sido mucho mayor. Esta vez, quienes han logrado que en su casa se vean las campanadas con Ibai, habrán convencido al resto de la familia alegando que también estaban Ramón y Anne. La estimación de audiencia de la que hablábamos antes es sin duda mayor en un final de 2022 normal que en un final de 2021 pandémico.

Por tanto, no, las campanadas de Ibai de 2023 no han sido un fracaso, ni mucho menos, sobre todo si han conseguido lo que ellos mismos pedían en el directo: aunar a todas las generaciones en torno a una propuesta que intentaba no excluir a nadie.

Artículos recomendados