¿Es el fin de la publicidad de coches?

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¿Y si estamos ante el fin de la publicidad de coches? Cada vez hay más voces que piden retirar sus anuncios...

Los anuncios de coches podrían tener los días contados. Los ecologistas piden retirar la publicidad de un producto con tanto impacto medioambiental y los políticos empiezan a planteárselo. ¿Seguirá el mismo camino que la publicidad del tabaco?

Por Guille Galindo  |  30 Octubre 2020

La publicidad es el arte de satisfacer unas necesidades que muchas veces ni siquiera sabíamos que teníamos para ayudarnos a ser esa persona que siempre soñamos ser. Y ningún sector ha sabido jugar con ello con tanta maestría como el automovilístico.

Un coche es una utilidad convertida en un lujo. Si solo tuviéramos en mente el vehículo como un medio de transporte privado, nos haríamos con el más barato que simplemente cumpliera con el objetivo hasta no dar más de sí. Sin embargo, el valor añadido que la publicidad ha dado a tener el mejor, más moderno y más caro modelo, nos hace seguir girando la rueda comprando coches antes de tiempo y al máximo precio que nos podamos permitir.

Solo una campaña de publicidad a la altura es capaz de crear esta mentalidad. Son de coches varios de los mejores comerciales de la historia, con el suficiente poder de persuasión para hacernos creer durante décadas que un descapotable o un Audi nos llevará a vivir aventuras y éxito con las mujeres, en vez de la rutina, los atascos y el fracaso en Tinder habituales. Tiene mucho mérito.

Sin embargo, la total libertad con la que se ha movido por televisiones, internet y calles la publicidad de coches podría estar llegando a su fin. Los ecologistas han puesto su punto de mira en un sector que invirtió en 2017, según datos de Statista, 404 millones de euros en Europa en publicidad, y quieren limitar e incluso prohibir los anuncios de automóviles para fomentar un consumo responsable y que deje de verse como símbolo de estatus, apariencia o poder un producto que genera tanto impacto medioambiental.

Bajo estas premisas han nacido ya varias iniciativas contrarias a la publicidad de coches. Una de las que más fuerza tiene es Z.A.P. (Zero Automobile Publicity), que llega con las ideas claras, como muestran en su manifiesto:

"Los fabricantes de automóviles dedican millones de euros a publicidad cada año para que identifiquemos el coche con libertad, tecnología, éxito, deportividad, lujo, aventura o triunfo sexual. Ello hace muy difícil fomentar alternativas al vehículo privado, aun cuando conocemos sus efectos negativos sobre el medio ambiente, nuestra salud y la habitabilidad de las ciudades. Solo hay una manera de evitar las reticencias a un modelo de transporte sostenible: eliminar la publicidad de los coches".

Aunque están muy activos en redes, su modo de actuación es más físico que virtual, con pintadas en las marquesinas y vallas publicitarias, ya sea con algún mensaje o únicamente con las siglas Z.A.P., con clara influencia en otros movimientos del pasado que lucharon contra la excesiva publicidad del tabaco.

En Gran Bretaña ya han dado el primer paso

Parece que la presión de los organismos ecologistas está surtiendo efecto. El Green Party de Inglaterra y Gales ha anunciado su intención de prohibir la publicidad de los servicios con una alta huella de carbono. El principal objetivo son los coches SUV, seguido de los vuelos de larga distancia. De nuevo, se compara su impacto en la sociedad con el de las campañas del tabaco, eliminadas definitivamente en Reino Unido en 2005. Así lo manifiesta Carla Denyer, candidata al Parlamento Británico por el Green Party:

"En tiempos de emergencia climática, ¿cómo puede estar bien bombardearnos con infinidad de anuncios que nos piden volar más, comprar coches más grandes y quemar más combustibles fósiles? Necesitamos aprender de la campaña contra la publicidad del tabaco. Estaba normalizado que los niños vieran vallas publicitarias con cigarrillos de camino al colegio. Después de décadas de lucha, hay una nueva normalidad al respecto que ha provocado un descenso de la tasa de tabaquismo. Podemos hacer lo mismo con los productos que están destrozando nuestro planeta. Acabar con la publicidad de productos y servicios con una alta huella de carbono serían una simple y beneficiosa medida para reducir las emisiones".

¿Qué futuro le espera a la publicidad del automóvil?

Si este pensamiento comienza a implantarse en la sociedad y política progresista, lo más probable es que los anuncios de coches terminen regulándose, si no prohibiéndose. No obstante, el sector cuenta con una bala que no tuvo la industria tabacalera: la opción eco.

No hay tabaco que reduzca a cero el riesgo de enfermedades, pero sí hay coches que pueden reducir drásticamente las emisiones de CO2. El futuro del sector del automóvil pasa por los coches eléctricos, que volverían a contar con el respaldo social y político para recuperar su trascendencia social mediante las campañas publicitarias. La rueda volvería a girar.

Pero estamos hablando del futuro... Un futuro cada vez más próximo.

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