¿Por qué Elon Musk es así? Analizamos su personalidad

GTRES

Elon Musk y su extraña personalidad: sin casa y viviendo por debajo del umbral de la pobreza

Tener mucho dinero a veces no significa usarlo y disfrutar de él para los bienes esenciales. Ese es el caso de Elon Musk, que mientras compra Twitter vive en una casa de alquiler en condiciones deplorables, y pide a sus amigos dormir en el sofá de sus casas cuando viaja.

Por Adrián Tomé  |  25 Abril 2022

Rodeado de tecnología y dinero, muchos se imaginan a Elon Musk como un Tony Stark en la vida real. Lo cierto es que incluso Robert Downey Jr. se inspiró en él para dar vida al personaje de Marvel. Sin embargo, no nos imaginamos a Tony Stark viviendo prácticamente por debajo del umbral de la pobreza, viviendo en una casa de alquiler con bastantes desperfectos y durmiendo en los sofás de sus amistades cada vez que viaja. Tampoco nos lo imaginábamos de Elon Musk, el hombre mas rico del mundo, pero así de sorprendente es la vida a veces.

Con un patrimonio de 250.000 millones de dólares, Elon Musk no duda a la hora de invertir en sus empresas y expandir su dominio. Sin embargo, su vida personal es radical y extrañamente opuesta. En una entrevista, el CEO de Tesla aseguró que, cada vez que viaja a California, sobrevive pernoctando en las habitaciones libres de sus amigos, o directamente duerme en una casa prefabricada que tiene alquilada para SpaceX, su proyecto espacial. Algo tan simple como un hotel o una residencia no entran en los planes del genio tecnológico. Cuando lo comentó en Twitter hace un par de años, la mayoría se lo tomó a broma, dentro del humor ácido de Musk. Pues parecía que iba en serio.

En realidad, su vida desordenada no es algo nuevo. Musk siempre fue conocido entre sus compañeros por sus jornadas de trabajo inhumanas y su obsesión con el progreso, costase lo que costase. Según cuentan aquellos que le acompañaron en su primera aventura, la empresa Zip2, Musk pasaba las 24 horas en la oficina, durmiendo a ratos allí. Solo salía para ducharse en los edificios de YMCA (Young Men's Christian Association) que tenía al lado.

En una entrevista con New York Times en 2018, el creador de PayPal aseguró tener jornadas de 120 horas de trabajo semanal y recurrir al sedante Ambien para combatir el insomnio.

Parece que, todo lo que no tenga que ver con el trabajo y con invertir en negocios no le interesa ni aporta lo más mínimo a Musk. Su pareja abierta, la artista canadiense Grimes, con la que tiene dos hijos en común (atentos a sus nombres: X Æ A-12 y Exa Dark Sideræl), aseguró en una entrevista con Vanity Fair que el empresario no cambiaba el colchón ni aunque tuviera un agujero, y que "vive como alguien por debajo del umbral de la pobreza". Eso sí, con un lujoso avión privado a su entera disposición las 24 horas del día. Pero, de nuevo, adquirido exclusivamente con fines laborales, como todo lo que hace. "Sirve para poder trabajar más tiempo", llegó a comentar Musk en una ocasión.

¿Tiene razón de ser su forma de ser?

Con siete hijos de madres diferentes y varios divorcios a sus espaldas, es fácil concluir que la vida de Elon Musk está basada en su inestabilidad. Si a esto le sumas sus más que polémicos tweets o las recientes informaciones sobre su estilo de vida, es, sin duda, un caso que cualquier psicólogo disfrutaría estudiando.

Las razones detrás de que una persona con tanto dinero decida vivir una vida tan miserable (en el sentido de permanecer al borde de la miseria económica) parecen apuntar a una extrema obsesión por el trabajo y por hacer historia que termina distorsionando la realidad. Total y absolutamente inmerso en sus proyectos, sustento de su personalidad y de su día a día, en Musk no parece haber tiempo para el simple descanso, para un hobby simple, más terrestre que el de poblar Marte. Totalmente adicto a la producción constante, no parece tener consideración alguna por nada más, ni su vida personal, ni el dinero, ni los ingresos de sus compañías (Tesla no ha hecho más que declarar pérdidas desde que está al mando).

Este carácter obsesivo es precisamente el que puede provocar que sus relaciones no lleguen a buen puerto o que sus trabajadores acaben quemados al intentar seguir su ritmo. Aunque es indudable que los éxitos le han sucedido, las relaciones personales son una historia diferente.

No ayuda su evidente narcisismo, demostrado una y otra vez con sus declaraciones, o su reciente compra de Twitter, asegurando que lo haría mucho mejor de lo que es y que traería la "libertad de expresión" a la red social. Mira, en el narcisismo y el ego sí tiene similitud con Tony Stark.

Pero como con todo, resumir su historia y su personalidad en estas observaciones es quedarse muy corto. Criado en Sudáfrica, Elon Musk sufrió abusos físicos y verbales por parte de su padre y de sus compañeros de clase. Las palizas eran tales que las lesiones siguen persistiendo a día de hoy. Una experiencia traumática puede hundirte en una dura represión, o servirte para dejar todo atrás y convertirte en una mejor versión de ti mismo, pero con evidentes secuelas de un pasado infeliz. Musk pertenece al segundo grupo. Logró huir, mudarse a Canadá y empezar su carrera profesional.

En 'Saturday Night Live', Musk reveló que padece el trastorno del espectro autista síndrome de Asperger. Lo cierto es que algunos profesionales negaron que lo tuviera y estalló una nueva polémica, como en todo lo que le rodea. Aun así, si finalmente decía la verdad, otros profesionales aseguran que esto podría explicar gran parte de su personalidad y su manera de ser.

Todos estos razonamientos venían por parte de psicólogos o especialistas de fuera de Estados Unidos. En el país norteamericano, existe una ley, la regla Goldwater, que prohíbe que los profesionales realicen valoración alguna sobre una figura pública que no hayan examinado personalmente. Por ello, no encontraremos muchas explicaciones sobre el caso concreto de Musk que nos ayudarían a esclarecer su mente.

Las mentes brillantes siempre parecen estar perseguidas por algo que al común de los mortales nos puede parecer perturbador o directamente una excentricidad. En el caso de Elon Musk es especialmente chocante que alguien tan rico viva en condiciones tan pésimas. Eso sí, si nos paramos a pensar un momento, la realidad es que sin su personalidad obsesiva casi psicopática y sus apabullantes horas de trabajo, la fortuna no existiría, y por tanto, no estaríamos teniendo esta conversación.

En el fondo, el dinero no es más que una consecuencia indirecta de sus ambiciones reales, y sirve únicamente para apoyar sus proyectos. Dentro de su mentalidad, la única utilidad del dinero es financiar esos proyectos que cumplan su visión de cambiar el mundo. Todo lo demás se convierte para él en algo secundario. Comer, dormir, lujos, parejas, amistades... Todo eso no le importa dentro de su espectro creador. O, como mucho, le importa para que le dejen una habitación para pasar la noche, claro.

Al final, la vida es una cuestión de prioridades. La mayoría solemos coincidir en los intereses, siempre van a estar por ahí rondando las palabras familia, las vacaciones, los viajes o los amigos. Para Elon Musk solo existe el progreso creativo. La cordura siempre ha sido algo relativo y por comparación. En el mundo de Musk, todo lo que él hace es perfectamente normal.

Artículos recomendados