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El chocolate de Dubái: el dulce viral que está conquistando España (y tu paladar no va a poder resistirse)
Lo que empezó como un antojo de embarazada en Dubái se ha convertido en el fenómeno gastronómico más viral de 2025. Un chocolate relleno de pistacho y masa crujiente que ha pasado de costar 600 euros en subastas a venderse por menos de 2 euros en Mercadona. Te contamos toda la historia detrás de este dulce que está volviendo locos a los españoles.
14 Septiembre 2025 (hace 10 horas)
|¿Qué diablos es el chocolate de Dubái y por qué está todo el mundo tan loco con él?
Si últimamente tu feed de TikTok está plagado de gente partiendo tabletas de chocolate verde y haciendo caras de placer, bienvenido al club. El chocolate estilo Dubái no es una chocolatina cualquiera que puedas encontrar en el quiosco de la esquina. Hablamos de una tableta gruesa de chocolate rellena de una mezcla que parece sacada de las mil y una noches: crema de pistacho y masa kataifi (esos hilitos crujientes de la repostería árabe que suenan como cuando pisas hojas secas).
La magia está en el contraste: por fuera tienes esa cobertura brillante de chocolate que conoces y amas, pero cuando la partes... ¡pum! Se derrama un interior verde cremoso salpicado de hilos dorados que cruje como si fuera la banda sonora de un vídeo ASMR. Es como si alguien hubiera cogido un postre tradicional árabe y le hubiera dado una vuelta de tuerca occidental. Y funciona. Vaya si funciona.
Pero aquí viene lo mejor: este chocolate nació con pedigrí de lujo. No estamos hablando de una chocolatina de supermercado, sino de un capricho refinado que fusiona la tradición repostera árabe (pistachos, kataifi, sabores de knafeh) con la indulgencia del mejor chocolate. El resultado es algo que desde el primer día se posicionó como gourmet, y que muchos consideran "la nueva cara del lujo en la repostería".
La historia detrás del fenómeno: de antojo de embarazada a sensación mundial
Como todas las mejores historias, esta empezó por casualidad. Sarah Hamouda, una empresaria británico-egipcia afincada en Dubái, estaba embarazada en 2021 y tenía unos antojos que ni ella misma entendía. Ningún dulce comercial la convencía, así que decidió crear algo único mezclando sus sabores árabes favoritos con chocolate.

Inspirada por los postres de su infancia y las delicias tradicionales de Oriente Medio, combinó crema de pistacho, masa crujiente de knafeh y chocolate con leche en una receta aparentemente simple pero revolucionaria. El resultado fue tan sorprendente que primero enamoró a su círculo cercano, y cuando comenzó a venderlo en su marca Fix Dessert Chocolatier, las tabletas artesanales llegaron a costar decenas de euros cada una.
Pero el verdadero punto de inflexión llegó a finales de 2023, cuando la influencer gastronómica María Veira (también conocida como Maria Vehera) publicó un vídeo probando la famosa tableta "Can't Get Knafeh of It". Las imágenes mostraban cómo al partir el chocolate se oía un crujido hipnótico mientras se derramaba la crema verde de pistacho. Ese vídeo alcanzó más de 120 millones de visualizaciones y catapultó la fama internacional de este dulce más allá de los Emiratos Árabes.
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El poder del ASMR y las redes sociales
¿Por qué este chocolate se volvió tan viral? La respuesta está en que cumple todos los requisitos para triunfar en redes sociales. Primero, es fotogénico como pocos: el contraste del relleno verde brillante con el marrón del chocolate, la estética elegante de la tableta y ese momento mágico cuando la partes y se derrama el interior.
Segundo, el sonido. Ese crujido al morder la kataifi se convirtió en material ideal para los vídeos ASMR que tanto enganchan en TikTok e Instagram. Muchos lo describieron como un "placer indulgente y multisensorial": deleita la vista, el oído y el gusto a la vez.

Y tercero, el nombre "Dubái" aporta esa aura de lujo y exotismo que tanto funciona en redes. Evoca rascacielos brillantes, hoteles de siete estrellas y extravagancias culinarias. Psicológicamente, probar un chocolate "de Dubái" sugiere darse un capricho exclusivo, algo fuera de lo común.
La conquista de España: del lujo inalcanzable al fenómeno de masas
Después de arrasar en las redes internacionales durante 2023, el chocolate Dubái empezó a aterrizar en España a principios de 2024. Al principio era casi un artículo de culto: algunos entusiastas lograban encargar las tabletas originales desde Oriente Medio a precios astronómicos, superando incluso los 100 euros por unidad debido a los costes de envío.
Pero la cosa se puso seria en 2025, cuando el chocolate Dubái dejó de ser un lujo remoto para convertirse en un producto omnipresente. La explosión llegó en primavera: las redes sociales en español hervían con recetas caseras, reseñas y unboxings de este dulce.
La democratización del chocolate más exclusivo del mundo
Primaprix fue uno de los primeros en subirse al carro, introduciendo a finales de marzo tabletas por 5,95 euros en dos variantes: chocolate con leche clásico y chocolate blanco, ambos rellenos de pistacho. La noticia corrió como la pólvora en TikTok, y muchos golosos hicieron cola para probarlas.
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Pero el verdadero bombazo llegó cuando Mercadona respondió al fenómeno a su estilo: lanzando su propia versión low cost. En mayo de 2025 anunció el Chocolate blanco Fussion Hacendado relleno de crema de pistacho y masa filo tostada, disponible por solo 1,95 euros la tableta.

El éxito fue rotundo: el producto volaba de las estanterías apenas llegaba, hasta el punto de que muchas tiendas se quedaban sin stock diariamente. De costar cien euros la versión original en Dubái a menos de dos euros la "marca Hacendado", el salto era enorme, aunque obviamente también lo era la diferencia en calidad.
Cuando los grandes maestros se apuntan al carro
Las mejores pastelerías artesanales de España también quisieron su trozo del pastel verde. En Barcelona, referentes como La Pastisseria de Josep Maria Rodríguez incluyeron tabletas de chocolate Dubái (entre 12,95 y 38 euros) e incluso brioches rellenos con la misma fórmula.
El joven maestro chocolatero Lluc Crusellas —ganador del World Chocolate Masters 2022— también se sumó con su marca gourmet Eukarya. Tras dudarlo inicialmente, creó su propia tableta (13,90 euros) a la que describe como "prácticamente un turrón" por su formato y consistencia, combinando praliné de pistacho con chocolate con leche y añadiendo incluso un toque de sal para equilibrar el dulzor.
En Madrid, las heladerías encontraron en esta moda un filón. Mistura lanzó su helado de chocolate Dubái con chocolate 72% cacao, crema pura de pistacho y kataifi tostado (desde 3,95 euros), mientras que Helardy presentó una tarrina "Dubai" por 5,95 euros.
¿Realmente sabe tan bien como dicen o es puro marketing?
La pregunta del millón. Y la respuesta, como casi todo en la vida, es: depende. Quienes han probado versiones de calidad suelen destacar que el sabor cumple las expectativas. La combinación de chocolate con pistacho es, de por sí, un matrimonio clásico, y aquí se eleva gracias a la kataifi tostada que aporta matices de caramelo y frutos secos.
Esa fusión de dulce cremoso y crujiente tostado en cada bocado no es común en las chocolatinas de toda la vida, lo que da al paladar una experiencia novedosa pero agradable. Incluso catadores escépticos reconocen que el sabor a pistacho se percibe claramente, con notas saladas suaves y un aroma intenso.
Pero no todo lo que brilla es oro (comestible)
El problema es que no todos los "chocolates Dubái" del mercado saben igual. La receta original era cara por algo: usaba cantidades generosas de pistacho de calidad y auténtica masa kataifi, ingredientes caros y escasos. En cambio, las versiones industriales baratas suelen reducir al mínimo esos componentes nobles.

Los expertos recomiendan leer bien las etiquetas en las tabletas económicas, pues muchas apenas llevan un puñado de pistachos y reemplazan la kataifi por simples barquillos o cereales para abaratar costes. Un chocolate Dubái de 1,95 euros difícilmente contendrá un 40-50% de puro pistacho; es más probable que prime el azúcar, las grasas vegetales de menor calidad y aromatizantes artificiales.
Con una tableta premium, la experiencia suele ser deliciosa y distinta; con una versión low cost, es posible que te quedes con la sensación de estar comiendo un chocolate blanco dulzón con un poco de crocanti verde. Rico, pero no revolucionario.
¿Moda pasajera o nuevo clásico? El veredicto final
A mediados de 2025, la fiebre sigue en auge. Google Trends indica que el interés global aún no ha tocado techo, y muchos negocios reportan que su variante Dubái se convirtió en uno de sus productos más vendidos. Incluso la multinacional suiza Lindt apostó por esta moda, lanzando su "Lindt Dubai Style Chocolate" a unos 9,99 euros la tableta.
Pero el mundo de las tendencias es volátil. Paradójicamente, la próxima novedad podría venir también de Oriente Medio: recientemente han empezado a ganar fama los llamados "dátiles de Dubái", unos dátiles medjoul rellenos de cremas dulces y bañados en chocolate que ya son furor en países como Kazajistán.
Los factores que podrían hacer que perdure
El chocolate Dubái tiene algunos atributos que podrían favorecer su permanencia: es versátil (hemos visto adaptaciones en helados, bollería, postres de restaurante), conecta con el gusto popular por el chocolate y los frutos secos (una combinación atemporal), y ofrece un plus sensorial que otros productos no dan.
Es fácil imaginar que, superada la etapa de euforia viral, esta receta quede instalada como un sabor más en el repertorio de las chocolaterías. Algunos profesionales ya lo ven como "un producto de largo recorrido", e incluso se plantean versiones navideñas tipo turrón de pistacho y kataifi.
Al final, el chocolate estilo Dubái ha demostrado que puede pasar de ser un capricho de embarazada a un símbolo moderno de indulgencia global. Su mezcla de tradición oriental y glamour internacional, sumada a un fenómeno viral sin precedentes, lo ha situado en un lugar privilegiado entre las tendencias gourmet actuales.
Para nosotros, los españoles, encaja a la perfección: es un placer indulgente que se degusta sin prisas, un tema de conversación cool para compartir con los colegas ("¿habéis probado ya el chocolate ese de Dubái?") y un símbolo de estilo premium accesible. Por unos pocos euros uno puede darse un gustazo trendy que hasta hace poco era exclusivo de los emiratos.
¿Seguirá de moda el año que viene? Solo el tiempo lo dirá. Puede que en un par de años miremos atrás y recordemos la "fiebre del pistacho" con nostalgia, o puede que para entonces el chocolate Dubái ya ocupe un lugar permanente en nuestras despensas. Mientras tanto, no está de más disfrutar el momento: este capricho verde y dorado nos recuerda que, en el mundo de la gastronomía, la innovación y el placer van de la mano.