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Vino ecológico: los viñedos españoles también buscan reducir su impacto ambiental con menos químicos pero la misma calidad
Cada vez hay más vino ecológico en España. Pero, ¿cuál es la diferencia con respecto al vino tradicional? Te explicamos los cambios en los procesos y costes, y te presentamos las marcas punteras de España en este aspecto
09 Julio 2019
|Pese a que gran parte de Europa y algunas zonas del resto del mundo consideren que Francia es la casa de los mejores vinos, con la única competencia en algunos sectores del mercado vinícola italiano, lo cierto es que la calidad de los vinos españoles no se queda atrás con respecto a nuestros compañeros europeos. El mercado del vino sigue creciendo, y para ello solo hay que ver la cantidad de países que se están aficionando a la producción de este producto.
Quién iba a decir que en lugares como Australia, Rusia, Sudáfrica o Brasil se podría comercializar (con mayor o menor éxito), un producto tan propio del Mediterráneo.
En España, la industria del vino está creciendo tanto en zonas con denominación de origen, como en tipos de vino. Aunque es cierto que la zona más tradicional para el cultivo de la vid es La Rioja, con el producto del mismo nombre, otras muchas están ganando terreno, como pueden ser la Ribera del Duero (Valladolid, Burgos, Segovia y Soria); Toro (Zamora), Rías Baixas (Pontevedra) o La Mancha (Castilla-La Mancha).
Pese a que el vino es de por sí un producto que no crea un impacto medioambiental muy grande, se busca que este se reduzca aún más, siguiendo la tónica actual, para lo cual muchas empresas han comenzado a elaborar vinos ecológicos. Su elaboración es más complicada, y su duración en perfectas condiciones es mucho menor, pero el resultado es un caldo mucho más natural y auténtico. Para que un vino sea considerado ecológico no se pueden utilizar abonos químicos en los viñedos. Además, una vez recogida la uva, se permiten ciertos sulfitos y otros productos, pero en menor cantidad que en los vinos tradicionales. El proceso desde el nacimiento de la vid, hasta la recogida de la uva debe ser manual, lo que conlleva un tiempo de trabajo muy superior que si se hace de forma mecánica.
En este objetivo de perjudicar lo menos posible el medio natural, la quema de rastrojos se encuentra también totalmente prohibida para la consideración de un vino como ecológico.
Una vez se ha conseguido que la Unión Europea de el visto bueno al proceso de elaboración, se le otorga a la marca el derecho a poner en su etiqueta el sello de agricultura ecológica, por lo que es este dibujo el que se debe buscar para estar seguros de que te están vendiendo un vino de estas características.
Lo más visto
La gran mayoría de zonas con denominación de origen cuentan con una o varias marcas que trabajan este exclusivo producto. Alguna cooperativa incluso se dedica exclusivamente a trabajar el vino ecológico, abandonando por completo los métodos que se venían utilizando hasta ahora. El precio es mayor y es más difícil que exista un crianza o un gran reserva con muchos años de envejecimiento, pues sin productos químicos es más fácil que se estropee.
Por ejemplo, en los pueblos pequeños, en los que mucha gente tiene sus propias viñas, de un tamaño más reducido, prácticamente todos los procesos se llevan a cabo de manera artesanal, y no se utilizan productos químicos. Este vino (según la zona, el clima y las habilidades del viticultor) suele ser más fuerte, y se debe consumir en un período de tiempo más corto. Está ideado para consumirse durante uno o dos años, aunque excepcionalmente alguna botella puede aguantar más, pero el riesgo de que el contenido esté picado es mucho mayor.
A continuación, les presentamos algunas de las marcas que comercializan este tipo de vinos, a lo largo y ancho de la geografía española.
DO Rioja - Castillo de Mendoza
En San Vicente de la Sonsierra, una pequeña localidad al norte de la provincia de La Rioja, encontramos la bodega Castillo de Mendoza. Buscan respetar la flora y la fauna lo más posible aprovechando a la vez las condiciones climáticas favorables del lugar. No es una bodega de producción masiva, pero consiguen elaborar un buen producto gracias a las cuatro modalidades de uva que utilizan: tempranillo, graciano, viura y malvasia.
DO Ribera del Duero - Kirios de Adrada
Esta bodega se encuentra en Adrada de Haza, pequeño pueblo de la provincia de Burgos, cercano a Aranda de Duero. Sus creadores buscaron una mayor conexión con la tierra y con la forma de hacer vino de sus antepasados. Por ello, no solo trabajan la uva tempranillo, la más habitual en la zona. Trabajan también albillo, pirulés, garnacha o bobal; de las que casi no queda producción en España. Las añadas son irregulares y por eso las remesas son de muy pocas botellas, pero de un producto natural y original.
Vino de la Tierra de Extremadura - Leneus
En Almendralejo, Extremadura, encontramos las bodegas Leneus. Sus botellas, todas ellas de elaboración ecológica, albergan desde caldos tradicionales hasta experimentos nuevos; desde vinos hechos de uva tempranillo únicamente, hasta mezclados con otros productos que no hubiéramos esperado que maridaran correctamente con el vino.
DO Rías Baixas - Corisca
No podía faltar en la selección uno de los vinos más icónicos del Noroeste peninsular como es el albariño. Las Bodegas Corisca, en Pontevedra, son uno de los vinos gallegos ecológicos de referencia. Exclusividad en un producto proveniente del valle del río Miño, entre montañas y bosques.
DO Toro - Bodegas Piedra
Toro, en Zamora, se está convirtiendo en una de las referencias del vino en España, pese a que no es la zona con más tradición de vino del país. Las Bodegas Piedra son un ejemplo de esto, pues entre sus vinos cuentan con uva tinta de Toro y Garnacha, todo ello creado de forma ecológica.