'Entourage', 'The Office', la cultura woke y el futuro incierto de los clásicos

NBC

¿Deberíamos temer realmente que cancelen 'The Office' en algún momento por ser políticamente incorrecta?

Con 'Entourage' prácticamente defenestrada del catálogo de HBO MAX, muchos apuntan a que la 'The Office' podría ser la siguiente damnificada por la cultura woke. ¿Hay motivos por los que estar alerta, o es un alarmismo exagerado?

Por Guille Galindo  |  26 Agosto 2021

No esperéis encontrar aquí un artículo trumpista antiwoke. Este movimiento ha servido para frenar actitudes censurables y malas praxis, y para poner de manifiesto que lo que antes nos tragábamos sin rechistar ahora nos debería, al menos, chirriar mínimamente. El problema viene cuando el movimiento se convierte en una caza de brujas contra todo aquello que se aleja de la corrección política, rozando en ocasiones el ridículo y despertando la indignación y el rechazo general.

Porque una cosa es darse cuenta de que antes admitíamos como válidos comportamientos y formas de actuar totalmente reprochables en la industria del entretenimiento, tanto en presentadores y actores como en programas y personajes de películas y series; y otra muy diferente valorar aquellos productos bajo el prisma actual. Y las grandes plataformas y empresas de esa misma industria del entretenimiento, quién sabe si por temor a las represalias o en un afán de mostrar su compromiso con una nueva sociedad, se han convertido ellas mismas en las abanderadas de la cultura woke. ¿Y qué sucede cuando las grandes compañías, dirigidas en su mayoría por hombres blancos sin idea alguna de discriminación, intentan mostrarse como no son? Pues que se cometen errores garrafales y bochornosos.

Uno de los más sonados en los últimos tiempos, el de eliminar de la programación de HBO MAX una cinta de 1936 por tener connotaciones racistas. Más aún, cuando hablamos de una de las mejores películas de todos los tiempos, 'Lo que el viento se llevó'. Aquel caso dio la vuelta al mundo, y obligó a la compañía a retractarse y a devolverle su sitio en el catálogo, optando por la decisión más salomónica posible actualmente, y la que ya había tomado Disney con otros clásicos: advertir de que tiene partes que no casan con la mentalidad actual.

La presión mayoritaria sobre el crimen cultural que suponía fomentar el descenso a los infiernos y al olvido de una película como 'Lo que el viento se llevó' hizo a HBO dar marcha atrás en esta decisión concreta, pero no ha modificado su forma de actuar. Doug Ellin, creador de 'Entourage', una de las mejores (y más infravaloradas) series de la historia de HBO, acusó a la compañía de relegar su producto a la cola del algoritmo de búsqueda por culpa de lo que denominó "ola de la cultura de rectitud del PC":

"Entourage lleva años escondido en el buscador de HBO", denunciaba Ellin en Yahoo! Entertainment. "Fuimos nominados para los Emmy y los Globos de Oro casi todos los años, así que no ponernos al frente y sí otros programas en la lista de 'comedias imperdibles' es extraño. ¡Escribía' E-N-T-O 'en HBO MAX y aparecía 'Curb Your Enthusiasm'! ¿Qué cojones...? Y mira que me encanta 'Curb'...

Me molesta mucho porque no creo que 'Entourage' fuera una simple fiesta de chicos, como le gusta pintar a la gente ahora. Cuando empezamos, The New York Times dijo que éramos el show más inteligente de la televisión. Y luego, de repente, llega esta ola de la cultura de rectitud del PC. Estás hablando con una persona liberal, que quiere la igualdad para todos y aboga por un mundo mejor. Pero la mayoría sabe que 'Entourage' fue una representación muy real de cómo era Hollywood por aquel entonces. Pero ahora que la industria ha reconocido sus excesos y cómo actuaba, nos han querido invisibilizar. Estas cosas no le ocurren a otras series como 'Los Soprano', donde se asesina gente. Quizás deberíamos abordar si asesinar gente en la televisión como si nada está bien. Pero lo que pasó es que un pequeño grupo con voces muy fuertes comenzó de la nada a criticar a 'Entourage', hasta llegar a la situación actual. Todos lo días recibo alertas de Google de gente que me dice lo mala persona que soy por haber hecho la serie".

La única serie intocable (al menos de momento) es 'The Office'

La sensación actual, y más leyendo a Doug Ellin, es que toda serie, película o programa del pasado que no se adecúe a los cánones actuales está en peligro de ser cancelada. No contextualizada ni algo por el estilo, no. Cancelada, olvidada y eliminada. Sin embargo, una se ha granjeado la capacidad de ser aforada, inmune e inviolable: 'The Office'.

Mérito tenía la serie de Ricky Gervais protagonizada en EEUU por Steve Carrell de haberse librado hasta ahora del revisionismo woke con una figura como de la Michael Scott, que encarna todo lo que está mal en un jefe de empresa. En parte, lo ha logrado porque se trata de un producto que no se ha olvidado con el paso del tiempo, sino todo lo contrario. En 2021 hay más fans de 'The Office' que en 2006 gracias a las plataformas de streaming, que han permitido a millones de personas de todo el mundo enamorarse de la serie. Y cuando tanta gente la quiere, es muy difícil tirarla por la borda.

Por muchos rumores que hayan surgido sobre una posible cancelación de capítulos (¿divertidamente racistas es una expresión viable?) como 'Diversity Day', no parece que la serie haya sufrido de manera oficial lo mismo que 'Los Simpson' en Disney Plus, que removió el maravilloso episodio de Michael Jackson tras toda la polémica de 'Neverland'.

De momento son solo advertencias, pero es cierto que la cultura woke ya ha llamado a la puerta de 'The Office' criticando de soslayo el personaje de Dwight. ¿Llegará el momento en el que se golpeen de forma directa las puertas de lo que parece una fortaleza fortificada? Parece improbable de momento, pero si cayó el Abismo de Helm (o al menos se demostró que no era infranqueable), todo puede pasar con 'The Office'. Al menos, nosotros estamos ahora escondidos en las cavernas, como las mujeres y niños de Rohan, muertos de miedo por lo que pueda ocurrirle a la serie, mientras la muralla de Dunder Mifflin comienza a resquebrajarse.

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