Sadfishing: la moda de contar los problemas en redes sociales

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'Sadfishing', la peligrosa moda en la que los jóvenes usan las redes sociales para contar sus problemas

El 'sadfishing' consiste en contar tus problemas emocionales a través de tu perfil, y se ha convertido en la última moda de las redes sociales. Sin embargo, esta práctica tiene muchos más peligros de los que uno podría creer...

Por MENzig  |  09 Octubre 2019

Nadie duda a estas alturas del tremendo impacto que han causado las redes sociales en la sociedad actual, sobre todo entre los más jóvenes, incapaces de desligar estas aplicaciones y el mundo virtual del real. Muchas veces, esta unión llega hasta el punto de valorarse en función del número de likes o followers que consiguen, sin darse en cuenta de que un número, ni siquiera una publicación, les define como persona. Pero la necesidad de ese ciberapoyo en un mundo en el que las relaciones a través del smartphone se magnifican y se tienen más en cuenta que las interpersonales llevan a los usuarios a realizar actos de los que se pueden arrepentir en un futuro.

El último de ellos es el conocido como 'sadfishing', que consiste en contar los problemas emocionales, a veces a lágrima viva y de una forma que la mayoría consideran exagerada, para lograr la empatía y el apoyo de otros usuarios. Este movimiento lo iniciaron varias celebrities e influencers importantes, que encontraron en Instagram el lugar perfecto donde expresar sus sentimientos. Al comprobar que el seguimiento entre sus seguidores era total, y que muchos podrían sentirse identificados, cada vez más personas empezaron a hacer lo propio, incurriendo muchas veces en el 'sadfishing', una angustia expresiva que nubla el contenido real y le resta veracidad, con el fin de intentar ganarse forzadamente a sus followers o, peor aún, conseguir más repercusión o, en el caso de influencers, dinero.

El 'sadfishing' se ha vuelto popular, pero ¿qué peligros tiene?
El 'sadfishing' se ha vuelto popular, pero ¿qué peligros tiene? Shutterstock

Y claro, jugar con los sentimientos de esta manera con el fin de alcanzar estos objetivos puede desembocar en graves problemas. Más que nada, porque en ocasiones contar sus penas con tanta tristeza genera un efecto contrario, que lleva a estos jóvenes a ser ignorados o incluso atacados por practicar 'sadfishing', lo que agravaría la dura situación por la que estén pasando.

Aquellos que siguen esta nueva tendencia encuentran en las redes sociales un lugar en el que refugiarse, donde creen que los likes o los comentarios aliviarán su dolor. Pero, ¿es sano pensar que Instagram y demás RRSS son las mejores plataformas en las que compartir tus secretos más íntimos? ¿Podemos confiar en toda la gente que lee o ve nuestras publicaciones? Si mostramos hasta el más mínimo de nuestro interior ante la cámara del móvil, ¿qué nos queda a nosotros? No podemos perder esa parte de privacidad que nos sirve para protegernos.

Todos necesitamos apoyo en épocas complicadas de tu vida, pero quizás lo mejor en este caso sea utilizar la fórmula tradicional, la de contar con tus amigos o familia, y no con cientos de personas entre las que puedes toparte con gente que quiera darte verdadero apoyo, pero también con quien trate de hundirte más, porque, al fin y al cabo, no te conoce.

Cada vez gente más pequeña se suma al 'sadfishing', sin reparar en todo los problemas que puede generar.
Cada vez gente más pequeña se suma al 'sadfishing', sin reparar en todo los problemas que puede generar. Shutterstock

El 'sadfishing' nos ha ayudado a normalizar el llanto, a ver que nada de malo hay en llorar y sacarse la angustia de dentro. Pero quizás las redes sociales no sean la mejor herramienta donde dar ese paso vital para sentirnos mejor. De hecho, la plataforma Digital Awareness UK entrevistó a adolescentes de entre 11 y 16 años sobre sus prácticas con los móviles y más de una decena le confirmaron que, tras mostrar en RRSS sus sentimientos, fueron acusados de 'sadfishing' y terminaron estando peor, y sobre todo, más desprotegidos.

Los problemas emocionales no deberían tener cabida en stories de Instagram, al ser una forma peligrosa de tratarlos. Si, tras hablar con amigos o familia persisten, lo suyo sería que fueran tratados por especialistas, aunque se siga considerando un tabú. Si queremos hablar de nuestros problemas con personas que no conocemos y ajenas a nuestra vida más privada, la solución no es hacerlo con un desconocido por redes, sino con alguien que de verdad pueda ayudarte más allá de un like.

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