Real Madrid vs ACB: claves de la mayor crisis del baloncesto español

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¿Realmente puede irse el Real Madrid de la ACB? ¿Quién saldría perdiendo con esta decisión?

El polémico arbitraje de la final de Copa del Rey de 2019 ha provocado un estallido de indignación en el club madridista. La frustración es tal que incluso se ha especulado con la posibilidad de que la entidad blanca abandone la ACB. Esta crisis puede suponer el golpe definitivo para una competición que padece múltiples problemas desde hace más de 20 años.

Por Javier Fernández  |  19 Febrero 2019

El Barça Lassa ganó la Copa del Rey de baloncesto ante el Real Madrid de forma agónica, en una final donde los protagonistas fueron los colegiados. Los errores arbitrales en los últimos segundos del partido fueron clamorosos y decantaron el enfrentamiento, que acabó del lado blaugrana, equipo que había recortado una enorme ventaja madridista al final del encuentro.

El FC Barcelona consiguió su vigésimo quinta Copa del Rey de Baloncesto ante el eterno rival.
El FC Barcelona consiguió su vigésimo quinta Copa del Rey de Baloncesto ante el eterno rival. gtres

Los errores que más notoriedad han tenido fueron, sin duda, la clamorosa falta antideportiva del madridista Randolph sobre Singleton y la decisión arbitral de anular un tapón legal, efectuado por el mismo jugador merengue, tras la bandeja de Ante Tomic, en la última jugada del partido. Para más inri, esta última resolución fue tomada tras un breve visionado del Instant Replay.

Historia de un conflicto

La decisión final por parte del cuerpo arbitral, rápida y sin querer ver todas las imágenes que ofrece 'el VAR del baloncesto', provocó la indignación de la plantilla y del club. Al término de la final, algunos jugadores madridistas, como Facundo Capazzo y Felipe Reyes, se dirigieron en tono despectivo a los árbitros. El base argentino llamó "ladrón" a uno de los colegiados y el capitán blanco gritó: "esto es una puta vergüenza, un puto robo". La ACB les ha retirado la licencia a ambos a la espera de una resolución oficial.

El enfado se trasladó del vestuario a los despachos rápidamente. Ello se evidenció en la rueda de prensa posterior al partido. Pablo Laso, entrenador merengue, salió acompañado de Juan Carlos Sánchez, director de la sección de baloncesto del club, en lugar de un jugador de la plantilla.

Juan Carlos Sánchez explicó que "ya es el segundo año que ocurre, el segundo año que hay una desgracia en el arbitraje con respecto al Real Madrid", haciendo referencia a la falta de Claver sobre Taylor en la última jugada de la final de la Copa del Rey de 2018.

Además, declaró que el club exigía la emisión de un comunicado de la ACB reconociendo el gravísimo error. Aquel mismo día se rumoreó que el Madrid podría estar planteándose realizar un referéndum entre sus socios para abandonar la competición nacional.

Las noticias que han sido surgiendo desde entonces no han hecho más que complicarlo todo. Primero al hacerse público que los árbitros solo habían consultado dos de los once tiros de cámara que el Instant Replay tenía disponible, motivo por el que muchos pidieron la expulsión del trío arbitral de la final de la ACB.

El revuelo generado, claramente superior por tratarse de Madrid y Barça, ha obligado incluso a la ACB y a la Asociación de Árbitros a emitir dos comunicados respectivamente. El presidente de la competición nacional, Antonio Martín, reconoció "varios errores arbitrales graves al final del partido", y aseguró la voluntad de la ACB de "mejorar de forma relevante" la formación de los árbitros. Por su parte, la AEBA admitió también la existencia de errores humanos y aceptó acatar las "decisiones que pueda tomar la ACB en relación a dichos errores".

No fue suficiente para el Real Madrid, que emitió un comunicado de respuesta en el que califica los dos anteriores como "lamentables" y deja una amenaza para el final: "El Real Madrid seguirá estudiando las medidas y actuaciones a adoptar ante la enorme gravedad de los hechos acontecidos". La situación parece enquistada y sin visos de mejora. Es más, cada día todo apunta a un final más abrupto. ¿Estamos ante las últimas horas del Real Madrid en la ACB?

Jugar solo la Euroliga, ¿es posible?

Muchos han querido ver en estas últimas palabras una intención clara por parte del Madrid de abandonar la ACB y centrarse exclusivamente en la Euroliga. Ante esta posibilidad, algunos medios han acudido rápidamente al artículo 5.3 de la competición, que establece que para que un club pueda participar en la Euroliga, debe jugar su liga nacional, salvo que una excepción sea aprobada por la Asamblea Ejecutiva de Accionistas de la competición en caso de que a dicho club se le impida jugar el campeonato doméstico contra su voluntad.

Leyendo este artículo, da la sensación de que el Madrid necesita a la ACB para seguir en la Euroliga. Sin embargo, el club blanco es uno de los 11 clubes que poseen la licencia A, la cual permite la participación en la Euroliga pase lo que pase en su competición doméstica. Dicha licencia fue otorgada en 2015 y consta de una validez de 10 años. Asimismo, el Real es fundador y accionista de la competición. De hecho, en agosto de 2018 se celebró en la Ciudad Real Madrid una importante asamblea de la Euroliga para abordar cambios futuros en el campeonato europeo. En caso de que decidiera dejar la competición nacional, es más que probable que eso no le impidiera jugar la europea.

Lo cierto es que estamos ante una de las mayores crisis del baloncesto español, aunque no es la primera vez que la ACB se tiene que enfrentar a situaciones delicadas.

Catastrófica ACB

La amenaza del Real Madrid de abandonar la ACB podría ser un golpe muy duro de consecuencias devastadoras, pues fue en 2018 el equipo más visto de la Liga Endesa, acumulando un 50% de la cuota de pantalla en sus partidos, en un año en el que la ACB perdió un 3% de audiencia total.

He aquí uno de los mayores causantes de la precaria situación en la que se encuentra la ACB: la pérdida de audiencia televisiva. Desde la temporada 1996-97, la liga de baloncesto de nuestro país ha perdido el 88% de su audiencia, unas cifras más que preocupantes.

Los problemas comenzaron cuando, después de alcanzar con el quinto partido de la final del título de liga de 1997 entre Real Madrid y Barcelona el máximo histórico de 4,8 millones de espectadores, los directivos de la ACB decidieron abandonar TVE para firmar con Canal +.

El descalabro fue monumental. Cuando en 2003 la competición volvió a la televisión pública, la audiencia media se encontraba por debajo de los 750.00 espectadores y, desde entonces, ha bajado considerablemente, hasta una media de 128.000 espectadores y mínimos históricos de 5.500.

Es evidente que el peso de la Euroliga es cada vez mayor, y eso repercute negativamente en la audiencia de la ACB. Tampoco contribuye la poca ayuda que la liga recibe por parte de los propios clubes. De hecho, en 2017 los representantes de Real Madrid, FC Barcelona, Baskonia y Baloncesto Málaga, algunos de los equipos más importantes de la competición, abandonaron una reunión de la liga nacional. Según la propia ACB, las cuatro instituciones se habían planteado la creación de una liga privada independiente.

La ACB necesita mucha pericia para reconducir esta situación. La Euroliga proporciona más audiencia y llena más asientos en los pabellones, lo cual hace que los clubes tengan preferencia por esta competición en detrimento de la liga nacional. Este hecho parece que no ocurre solo en España. Está claro que el Olympiakos griego prefiere jugar contra el Madrid, el Barcelona o el CSKA de Moscú antes que hacerlo contra el Ifaistos Limnou. Es un problema que se expande por todas las ligas europeas.

¿Órdago o farol?

La condición del Madrid como accionista de la Euroliga y, sobre todo, su posesión de la licencia A, que le proporciona realmente una plaza fija en la competición, podrían ser claves en una hipotética reunión de accionistas en la que el club blanco expusiese el arbitraje lamentable de la final de Copa como el pretexto para abandonar la ACB.

Teniendo en cuenta los datos observados, una salida del club blanco de la liga podría ser más perjudicial para la ACB que para la entidad que preside Florentino Pérez, sobre todo si la Euroliga continúa cogiendo más peso y relevancia de manera progresiva, algo bastante probable.

Limpieza urgente

Una competición con tantos problemas no puede permitirse tener árbitros que no estén a la altura de un partido tan exigente como una final de la Copa del Rey. En este sentido, el excolegiado Juan Carlos Arteaga ha comentado que existe la posibilidad de que la no señalización de la falta de Randolph sobre Singleton "bloqueara" a los árbitros y, como consecuencia, tomaran la decisión de invalidar el tapón legal del ala-pívot madridista. El propio Arteaga también ha puesto el foco en la formación de los árbitros, ya que cree que es fundamental que estén "preparados para la tensión y para la toma de decisiones" en un partido tan trascendental como esta final.

Sea como fuere, la situación actual es crítica. El futuro del baloncesto nacional y europeo puede decidirse en las próximas semanas. ¿Si el Real Madrid da el paso otros grandes europeos le seguirían con el transcurso del tiempo? Veremos cómo acaba todo.

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