Quién es Nik Wallenda, el acróbata capaz de todo

Twitter/ @NikWallenda

Nik Wallenda, el acróbata que no tiene límites, ya sea el volcán Masaya, el Gran Cañón o las cataratas del Niágara

A la hora de jugarse la vida, nadie como Nik Wallenda. Tras hacer historia caminando sobre el volcán Masaya, repasamos la historia del acróbata estadounidense.

Por David Gómez  |  05 Marzo 2020

Muchas veces vemos por YouTube vídeos de acróbatas, acompañados únicamente de su vara de contrapeso, un cable a sus pies y sus ganas de hacer historia, cruzan vacíos famosos, como el espacio que hay entre dos rascacielos o un volcán ardiente. Son hitos que, un paso en falso, les puede costar la vida. Quizás el más famoso sea Philippe Petit, el hombre que se atrevió a cruzar, de forma dudosamente legal, las Torres Gemelas, y al que se le dedicó una película, 'The Walk'. Pero obviamente no es el único artista de este estilo que se atreven a tirar un cable entre dos puntos y pasar de un lado al otro.

Su gran sucesor es Nik Wallenda. El acróbata estadounidense ya cuenta con seis récords en su haber, pero su hambre de seguir con lo que le apasiona no se apaga a sus 41 años. Su última hazaña ha sido la de cruzar el volcán Masaya, localizado en Nicaragua, apodado como "la boca del infierno". Esto es nada más y nada menos porque en el cráter hay un lago de lava activo, viviendo y expulsando grandes cantidades de gases, alrededor de 330.000 toneladas de dióxido de carbono al año.

Un lago de lava a 1.100 grados, los gases del volcán o el fuerte viento eran algunos de los peligros del reto.
Un lago de lava a 1.100 grados, los gases del volcán o el fuerte viento eran algunos de los peligros del reto. Twitter: Nik Wallenda

El hombre que cruzó un lago de lava

Actualmente, este equilibrista está considerado por sus compañeros de profesión como el mejor para realizar este tipo de espectáculos. Su último reto, el del volcán nicaragüense, consistía en cruzar el cráter sobre un cable de acero de solo 2,5 centímetros de diámetro, a una altura de 550 metros y una distancia igual, de otros 550 metros. Al peligro por caída, hay que añadir las fuertes ráfagas de viento que hacen acto de presencia a tamaña altitud, los gases del volcán (que es uno de los más activos del mundo) que podrían impedir al equilibrista la visión y el ya citado lago de lava con una temperatura de más de 1.100 grados y su posibilidad (muy baja, todo sea dicho) de expulsar bombas de lava.

¿Lo consiguió? Por supuesto. La hazaña fue completada. Lo logró únicamente acompañado por el cable, la vara de contrapeso, una bomba de oxígeno y unas gafas para combatir las alumnas de gases nocivos que expulsa el volcán Masaya y un transmisor para poderse comunicar durante su trayecto. Después de un poco más de media hora sobre la cuerda, dio por finalizado el trayecto de 550 metros, donde se dio un baño de masas con los aplausos de los asistentes y las felicitaciones de sus familiares.

Nik Wallenda no podía sino seguir aumentando el mérito de lo que acababa de conseguir y aseguró que el viento que había sufrido en Nicaragua era el más fuerte contra el que se había enfrentado, por encima, incluso, del que sufrió en el Gran Cañón del Colorado. Además, el equilibrista ya dijo que, durante su travesía, tenía intención de pararse a mirar la lava como si fuera un espectáculo de la naturaleza. Al término del cruce del cráter destacó que "solo ver la lava fue algo impresionante".

Entre sus hitos se encuentran el cruce de las cataratas del Niágara, el Gran Cañón o el skyline de Chicago.
Entre sus hitos se encuentran el cruce de las cataratas del Niágara, el Gran Cañón o el skyline de Chicago. GTRES

Una familia de artistas

Antes de que Wallenda cruzase el volcán Masaya, su esposa Erendira, con un aro a través del cable de acero, también brindó un espectáculo de acrobacias, estableciendo un récord al convertirse en la primera persona en realizarlo sobre el volcán nicaragüense. Pero es que al esposa del famoso equilibrista no es la única que pertenece a este mundo, ya que Nik Wallenda es la séptima generación de los conocidos como 'Flying Wallendas'. Su familia son artistas de circo desde el año 1780, en el archiducado de Austria, y se trasladaron a los Estados Unidos en 1920.

Su familia se instaló en la ciudad de Sarasota, situada en el Estado de Florida, y es el lugar de nacimiento del propio Nik. Con la corta edad de 4 años, ya empezó a caminar por la cuerda floja y a seguir los pasos de su abuelo Karl Wallenda, al que considera su modelo a seguir. Desde entonces, su familia forma parte de todos y cada uno de sus pasos sobre el cable de acero, pero no únicamente de manera espiritual. Su madre, por ejemplo, le diseña el calzado que viste en sus travesías y su tío es el ingeniero que estudia y diseña la estructura de los cables, su colocación y lo tensores.

En su larga trayectoria nunca se ha caído de la cuerda, ni siquiera en los ensayos. Y, gracias a su buen hacer, ha conseguido ser el primer hombre en realizar algunos de dichos cruces y tener en su palmarés seis récords. De esta manera, entre los hitos más famosos logrados por Nik Wallenda se encuentra el cruzar las cataratas del Niágara en la cuerda floja (su sueño desde que era niño) desde el lado americano hasta el canadiense. Posteriormente se enfrentó al reto de atravesar el Gran Cañón del Colorado sobre un cable, y lo mismo con el río Chicago, con la cuerda entre un edificio y la torre oeste de Marina City. Su última consecución, antes del volcán Masaya, fue la de Times Square a 25 pisos de altura, junto a su hermana, en 2019. Está claro que se trata de todo un soñador, capaz de conseguir lo que se proponga, por lo que estaremos atentos a su próximo objetivo.

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