5 mentiras y leyendas urbanas que nos hemos creído toda la vida

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5 mentiras y leyendas urbanas que nos hemos creído desde que éramos pequeños

Y después del clásico "necesitas hacer la digestión durante 2 horas después de comer antes de meterte al agua", llegan otras 5 mentiras o leyendas urbanas que hemos escuchado (y nos hemos creído) siempre.

Por Celia Varona  |  28 Noviembre 2019

Cuando superamos lo de los Reyes Magos y Papá Noel nos volvemos un poco... ¿cómo podría decirse? ¿paranoicos? Parece que dudamos de todo lo que tenemos a nuestro alrededor. Y es que... ya no nos valen medias tintas, queremos saberlo todo y sin tapujos. Es por ello que muchas veces acabamos viendo cosas donde no las hay. Lo que sí que es seguro es que que un señor gordo vestido de rojo nos traiga regalos parece tan inverosímil años más tarde que ya todo nos hace reflexionar. Pero claro, el problema es que pasamos de creernos una mentira a otra. Ahora decimos que Santa Claus va de rojo y blanco por Coca-Cola... y es falso. Seguimos tragándonos todos los bulos con la misma facilidad que cuando teníamos 6 años. No aprendemos.

Y esto no solo ocurre con nuestras cosas del día a día, ¿qué hay de las grandes "verdades" de la historia que nos han contado siempre? Mi parte de historiadora se pone nerviosísima cuando la gente no cae en fallos garrafales que las películas y series han reproducido. Al fin y al cabo, nuestro cerebro trata de hacernos las cosas más fáciles, y cambiar el imaginario colectivo no es algo que se haga de la noche a la mañana. Lo mismo ocurre con rumores que han llegado a oídas de todo el mundo y que, parece ser, no ha sido más que una jugarreta a lo 'teléfono escacharrado'. O eso me dicen, vaya.

Entonces, ¿qué cosas llevamos oyendo desde niños que al final resulta que no son verdad? Y, un ejercicio mental, ¿cuánta frustración sentimos al darnos cuenta de que "emosido engañado" una y otra vez? La siguiente lista contiene hechos históricos, tradiciones y cuentos que nosotros, sin saberlo, argumentaríamos con los ojos cerrados.

1Solo usamos el 10% del cerebro

No os voy a mentir. Yo he picado con este. De pequeña creía que podía mover cosas con la mente si me concentraba mucho. Evidentemente, lo único que hacía era perder tiempo (y algún que otro amigo) haciendo el idiota. Este hecho ha sido desmentido en varias ocasiones por la comunidad científica, la cual también ha pedido que no se incurra en este error. Aunque nuestra capacidad cerebral sea mayor que la media, todas y cada una de las partes de nuestro cerebro tienen su fin y su propósito: todas se usan y están allí por algo. Así que la próxima vez que nos hablen de telequinesis, telepatía, etc., posiblemente nos la estén intentando colar.

¡Ya lo siento! También a mí me hubiera gustado leer pensamientos...

No te creas trolas, no vayas a pasar del 10 al 1%.
No te creas trolas, no vayas a pasar del 10 al 1%. Shutterstock

2 La sorpresa de Ricky Martin

Llevo oyendo esta historia desde que era una niña, como os habrá pasado a vosotros. Se cuenta que, en el mítico programa de televisión 'Sorpresa, sorpresa', Ricky Martin se encontraba en un armario escondido preparado para sorprender a una mujer. Esta, según dice la leyenda, se untó mermelada para que su perro le practicara una especie de sexo oral sin saber que le grababan las cámaras.

Leyenda urbana, pero anda que no nos hubiera gustado que hubiera sido real...
Leyenda urbana, pero anda que no nos hubiera gustado que hubiera sido real... Shutterstock

Esta es la embarazosa historia que durante días se ha dicho que le pasó al artista. Sin embargo, Concha Velasco, quien presentaba ese programa en aquel momento, lo ha desmentido infinidad de veces. No sé cómo ha empezado el rumor pero... al cantante le perseguirá esa historia el resto de su vida (aunque por suerte la identidad de la supuesta mujer no ha trascendido).

3 Los toros odian el rojo

FALSO. Por mucho que hoy en día hay quienes sigan buscando argumentos científicos para legitimar la tauromaquia y el comportamiento del toro, no hay ningún dato científico que pueda respaldar esta violenta tradición. Sin ánimo de entrar en debate, lo que sí que se ha demostrado es que a los toros no les produce ningún tipo de rechazo el color rojo. Lo que les incentiva es el movimiento, los gritos y lo tenso del momento. Así que no os preocupéis, un toro no os va a perseguir por todo el campo por llevar una sudadera roja.

Los toros no odian el rojo, odian la tauromaquia.
Los toros no odian el rojo, odian la tauromaquia. Shutterstock

4La muralla china se ve desde el espacio

Poco hay que argumentar aquí. No es verdad y punto. Vale que la muralla es grande, grande, grandísima, pero no tiene tanto impacto como para que desde el espacio exterior se vislumbre la muralla atravesando parte del continente asiático. ¿De dónde salió el bulo? Nunca lo sabremos, puede ser desde simple leyenda urbana hasta estrategia política. Pero a estas alturas... a ver quién se cree las cosas.

Es espectacular, pero no hasta ese punto.
Es espectacular, pero no hasta ese punto. Shutterstock

5Los cascos de los vikingos llevan cuernos

Tampoco. Y esto es algo que la serie referencia de esta cultura a día de hoy, 'Vikings', ha hecho bien. Ni un cuerno en los cascos de los vikingos. Quizá este complemento que se le añadió a los cascos vikingos fuera una forma de asociar a los vikingos con una cultura bárbara y cruenta, pero nada más lejos de la realidad. Al igual que todas las culturas de la época han tenido sus pros y sus contras, y no somos nadie para juzgar el pasado con los ojos del presente.

Muchos vikingos ni llevaban casco. Y los que lo hacían, no tenían cuernos.
Muchos vikingos ni llevaban casco. Y los que lo hacían, no tenían cuernos. Shutterstock

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