¿Qué debe mejorar la Japan Weekend en 2023?

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¿Qué debe mejorar la Japan Weekend de cara a 2023?

El pasado fin de semana del 24 y 25 de septiembre tuvo lugar en IFEMA uno de los acontecimientos más esperados del año. La Japan Weekend aunó numerosos ilustradores, cosplayers y demás artistas en un evento multitudinario que no quedó exento de polémicas.

Por Irene Melgosa  |  28 Septiembre 2022

Era difícil que, con las ganas de Japan Weekend que había y el entusiasmo de la gente, la experiencia haya sido tan nefasta y haya terminado con miles de denuncias en redes... y en el juzgado. JOINTO S.L., la empresa organizadora, no se ha pronunciado al respecto en ninguna de sus redes sociales. Redes que, por otra parte, arden contra la mala organización. Tanto expositores como participantes han acusado a la Japan Weekend de 2022 de muchas cosas, pero con el mismo problema de base: haber vendido más entradas de las debidas, provocando un peligroso exceso de aforo.

La entrada estaba limitada según el horario que se había seleccionado al adquirir la misma. Sin embargo, una vez en la puerta, nada importaba la hora o si se había comprado una entrada de venta anticipada para evitar colas. Todos recibían la misma respuesta por parte de la seguridad: "se ha alcanzado el límite de aforo".

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha tomado acciones legales ante la Administración por lo acaecido, exigiendo que se devuelva el importe de las entradas a quien lo solicite y que JOINTO S.L. "se comprometa a aplicar medidas de seguridad más eficaces y control de aforo riguroso para próximas ediciones". Veremos en qué queda todo este proceso.

Pero el mal sabor de boca por parte de los asistentes no se limitó a las colas y aglomeraciones. Otro suceso menos comentado, pero que refleja la gestión del evento, tiene que ver con la supuesta venta gratuita a los asistentes de una guía de artistas con dibujos de todos los que iban a asistir durante el fin de semana. La organización consultó a estos si deseaban participar en esta guía, especificando que esta sería gratuita. Quienes dieron su consentimiento y enviaron los dibujos comprobaron atónitos cómo, el día anterior al evento, se anunció que este libro de 277 páginas costaría 6 euros, que se supone servirían para subsanar los gastos de impresión.

En resumen, lo mejor es olvidarse cuanto antes de la Japan Weekend de 2022 y, una vez se nos pase el cabreo, pensar en que la de 2023 sea radicalmente opuesta. Pero para ello, se deben realizar obligatoriamente una serie de cambios. La Japan Weekend no resistiría otra edición igual de indigna.

¿Qué debe mejorar la Japan Weekend de cara a 2023?

No vender entradas de más

Aunque parece algo obvio, de cara a la próxima Japan Weekend debería haber un mayor control de la venta de entradas para que no se repitan las aglomeraciones y colas kilométricas. También debería poder haber un acceso libre entre los distintos pabellones dedicados a talleres, concursos, charlas y exposiciones.

Aumento de la seguridad y de los equipos sanitarios

Si bien es cierto que el personal de seguridad y sanitario no puede hacer mucho ante la sobreventa de entradas, un aumento de la misma podría evitar sucesos como los ataques de ansiedad, pánico y lipotimias que se llegaron a sufrir este pasado fin de semana. Lo que sí que pueden trabajar es aprender a respetar a los asistentes y prensa de la Japan. Muchos son los que se han quejado de que, al ir vestidos con cosplay, la seguridad se reía de ellos, sin tomarles en serio por "ir disfrazados". Un problema que bien se puede extrapolar a la ridiculización que los jóvenes suelen sufrir al expresarse libremente por parte de los mayores.

Una mejor comunicación con los artistas

La ausencia de feedback entre la empresa y los artistas es un asunto que se lleva arrastrando durante años. Y es que, en muchas ocasiones, los propios expositores se enteran junto al resto de asistentes de las informaciones relevantes a través de Twitter. Asunto que tiene fácil solución: una comunicación única a través de correo electrónico con los artistas a fin de evitar ruido en la información y confusiones.

Esperemos que el desastre comunicativo y organizativo hayan tocado techo (o fondo) este año, y suponga un punto de inflexión a partir del próximo año.

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