Incels y volcels: qué son, qué diferencias hay y por qué son un problema social en EEUU

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¿Qué son los incels? ¿Por qué se han convertido en un problema social en EEUU?

Hablamos acerca de la comunidad incel y volcel, cuya presencia en Estados Unidos está creciendo en paralelo al auge de la llamada alt-right e incluso está empezando a suponer un problema social.

Por Jorge Moreno  |  06 Marzo 2020

Internet ha sido el germen y el lugar de desarrollo numerosas subculturas que al cabo del tiempo pasan a hacerse más grandes, dejan de ser subculturas y empiezan a tener presencia fuera del ciberespacio. Un ejemplo de esto serían los memes, que nacen y crecen en internet pero que en ocasiones llegan modificar el vocabulario y las bromas que hacemos en las conversaciones cara a cara con nuestros amigos y que, incluso, están empezando a ser objeto de estudios académicos.

Pero no todas esas subculturas que nacen de Internet tiene como objetivo pasar un buen rato de diversión. En ocasiones, en las redes sociales y, sobre todo, en algunos grandes foros, surgen determinadas comunidades de gente a la que les unen cosas que resultan, directamente, escalofriantes. Este es el caso de la denominada comunidad incel, que no ha hecho otra cosa que aumentar en EEUU, y con ella, la preocupación social: varios asesinatos masivos se atribuyeron a hombres que, o se definían con esa palabra, o suscribían postulados que pueden atribuirse a su ideario.

La palabra incel es una abreviatura de "involuntary celibate", en español "celibato involuntario": hombres que quieren mantener relaciones sexuales pero que no pueden por su aspecto físico, el cual consideran que condiciona toda tu vida y perciben como la única manera de poder llamar la atención de una mujer.

Lo que con una fría definición parece algo que está lejos de ser amenazante, esconde detrás una misoginia extrema hacia las mujeres provocada porque estos hombres, los incels, consideran que les deben atención y sexo. En lugar de eso, son rechazados, lo que les genera rabia, frustración y un odio extremo.

Redes, vocabulario y pensamiento propios

Todo esto es canalizado en foros de internet como 4chan, Reddit (donde ya es han cerrado un subreddit) o incels.me, en los que promulgan todo su argumentario. Porque sí, tienen un argumentario y una ideología con teorías y vocabulario propios. Un ejemplo de esto son las diferentes formas que tienen de denominar a las mujeres, tal y como recoge en un artículo de su web Tim Squirrell, investigador de las comunidades online de la Universidad de Edimburgo y una de las personas que más ha investigado acerca de los incels: "Femoid"/"female humanoid"/"Foid", algo así como "organismo humanoide femenino".

Otras palabras que resultan ilustrativas y que pueden encontrarse en ese recopilatorio son 'Stacy' y 'Becky', las dos únicas categorías que los incels le atribuyen a las mujeres. La primera sirve para denominar al estereotipo misógino de mujer promiscua, guapa y superficial; la segunda para una mujer "del montón". También los hombres sufren esa segmentación, entre la que se encuentran los 'chads', como llaman al estereotipo de chico musculado, atractivo y que se acuesta con muchas mujeres, y a los que odian, porque entienden que gozan de la vida llena de sexo y éxito que ellos no pueden.

Entre ese vocabulario podemos encontrar también la palabra 'volcel', que en este caso es "voluntary celibate" o "celibato voluntario". Si un hombre se define como volcel es casi seguro que el motivo de ese celibato sea el odio a las mujeres y, por lo tanto, su discurso será tan nocivo como el de los incel. Un ejemplo de estos son los MGTOW (Men Going Their Own Way), hombres que no quieren saber nada de las mujeres por esos mismos motivos misóginos. En definitiva, los volcel y los incel comparten discurso y mecánica de pensamiento, pero se diferencian en que unos 'no pueden' mantener relaciones con mujeres y otros no quieren.

Todo esto demuestra que decir que los incels son (solo) hombres misóginos frustrados por no poder tener relaciones sexuales con mujeres sería quedarse en la superficie. Hay mucho más detrás: una serie de mecanismos de pensamiento que hace que sientan que su misoginia, su incitación a la violencia y, en última instancia, sus acciones están legitimadas. Como dice Squirrell en un artículo en Independent, "la misoginia es fácil de encontrar en Internet (...). Pero mientras la misoginia es intrínsecamente violenta, la ideología incel hace que parezca la única solución".

El 'blackpill', clave para entender su conducta

Lo hacen a través de lo que se llama el pensamiento 'blackpill', una forma de pensamiento alternativa al 'redpilling' de los pick-up-artist y los Men Right's Activist, que también dice que el mundo va en contra de los hombres, pero (a diferencia de lo que sucede con el blackpill) lo ven como una oportunidad para manipular sexualmente a las mujeres. El blackpill es más radical. Squirrell lo define como una serie de ideas que dicen "que no puede haber una solución personal a un problema sistémico, y el mundo ha estado, está y estará en contra de los hombres 'genéticamente inferiores'". Esta alusión a la genética enlaza con la obsesión por el físico que comentábamos antes, y se percibe, por ejemplo, en el siguiente meme extraído de un post del subreddit 'r/Incels' (ya cerrado) que es recogido por el artículo de The Independent.

'La diferencia entre un Chad y un no-Chad (incel) es literalmente unos pocos milímetros de hueso'
"La diferencia entre un Chad y un no-Chad (incel) es literalmente unos pocos milímetros de hueso" The Independent/knowyourmeme.com

El problema con el blackpill, dice Squirrell, es que quienes lo apoyan "están condenados a una vida de miseria o a tener que cometer actos violentos". De hecho, según el investigador, esto es lo que ha provocado que los incel hayan empezado a comer actos terroristas.

Un ejemplo de ese pensamiento es Elliot Rodger, autor del asesinato masivo en Isla Vista en 2014, que antes de cometer el tiroteo publicó un manifiesto de 140 páginas haciendo un recorrido por toda su vida para justificar su odio a las mujeres (y a casi cualquier persona con una vida normal) y los actos que estaba a punto de cometer. En ese manifiesto se percibe un narcisismo obsesivo y se relatan varios episodios de conducta violenta contra chicas que o le rechazaban o, simplemente, mantenían relaciones con otros hombres que no eran él.

Rodger se convertiría poco tiempo después en todo un referente para la comunidad incel, que le llama 'Saint Elliot'. Alek Minassian, autor del asesinato de diez personas (ocho mujeres) en un atropello masivo en Toronto, publicó en Facebook antes de sus actos un post que decía "¡La rebelión incel ha comenzado! ¡Derrotaremos a todos los Chads y Stacys ¡Ave el Caballero Supremo Elliot Rodger!"

¿Hay solución?

El futuro sobre esta comunidad es bastante incierto. En Estados Unidos ha crecido bastante en los últimos años, y Squirrell prevé que estos actos de violencia no serán los últimos. El gran problema viene a la hora de hablar de cómo se pueden prevenir y controlar, ya que los incels no son un grupo terrorista organizado, sino personas que se juntan a hablar en foros de internet en los que comparten sus mensajes misóginos. En una columna en The New York Times, la escritora Jessica Valenti puso el foco en la educación: "estamos fallando en educar a los niños en creer que pueden ser hombres sin infligir dolor en otros, en enseñarles que no tienen el derecha a la atención sexual de las mujeres".

No podemos olvidar el contexto, el auge de la derecha alternativa, que, como los incels, ha sabido utilizar las redes para propagar su ideología y vocabulario. A diferencia de los memes, hay subculturas que es mejor que no tengan ningún recorrido. Como dice la propia Valenti: "no todo ataque es prevenible, pero la misoginia que los provoca sí".

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