La importancia de dar un paso a un lado en la vida cuando el momento lo requiere, para no complicarlo todo aún más

En España, vivimos el fútbol y la política como si de una relación se tratara. De hecho, muchos son más fieles a su club y a su partido que a su propia pareja. Es por eso que tiene sentido utilizar un asunto político como excusa para iniciar un tema que puede afectar a cualquiera de nuestras relaciones, ya sea con novias, novios, amigas o amigos: el saber cuándo debes dar un paso al lado antes de que todo vaya a peor.

Ramón Espinar, que parecía defenestrado de la política, ha resurgido de sus cenizas cual Ave Fénix con duras críticas a la dirección de Podemos, a la que acusa, entre otras muchas cosas, de haberse cargado la pluralidad del partido y haber pasado de plantear realmente un cambio en la estructura sociopolítica española (qué lejos queda aquello de la casta y el régimen del 78) a convertirse en la muleta del PSOE. Más allá de que pueda tener razón en lo que dice, que seguramente la tenga, la cuestión es: ¿era el momento? Y sobre todo, ¿es él el indicado para pedir una regeneración en vez de mantenerse al margen?

Porque, si hay algo en lo que destacan los tres protagonistas de la foto de portada del artículo, foto que ya causó polémica por aparecer la palabra "Nosotras" detrás de tres tíos, y que data del 19 de abril de 2018, es decir, tan solo un año, aunque parezca un mundo, es que ninguno de ellos ha sido capaz de dar un paso a un lado cuando ya se veía que su momento había terminado. Iglesias y Errejón han seguido erre que erre buscando frenar el desgaste, sin darse cuenta de que ellos son buena parte del motivo del mismo, y ahora se une Espinar cuando nadie le había llamado.

Evitad que vuestra relación termine como Podemos, por favor

Este problema no es nuevo, ni es único de Podemos. En muchas relaciones en general, querer forzar la situación conlleva un desgaste que al final puede terminar generando más mal que bien, más daño del que siquiera imaginabais. Si tenéis problemas, no afrontarlos y seguir por seguir, aun sabiendo que hay brechas difíciles de solucionar y heridas difíciles de cerrar, no funciona. Podréis pensar que sí, que lo mejor es avanzar como si nada, pero la realidad es que todo lo que queréis tapar volverá, y es posible que lo haga de una manera más fuerte incluso.

Por tanto, lo mejor que podemos hacer es ser sinceros con nosotros mismos y reflexionar. Ver si realmente la cosa no da más de sí (aunque no sea una tarea fácil ni mucho menos, nadie quiere perder lo que tiene) y echarse a un lado en el momento indicado. Supone mucho autocontrol y honestidad, y un nivel alto de aceptación de la situación, aspectos complicados de alcanzar, porque nunca nos han educado para ello, sino todo lo contrario. Desde que tenemos sentimientos nos han hecho ver que lo mejor es ocultarlos y no pensar en cómo estás ni cómo te sientes. Hasta que explotas, como ha pasado con la dirección de Podemos y el partido en general.

Por tanto, si vuestra relación ha llegado a un punto muerto en el que tirar solo servirá para tener un peor recuerdo el uno del otro en un futuro, lo mejor es frenar, darse cuenta de que la situación es insostenible y echarse a un lado. No tiene por qué significar ni siquiera el final de la relación, al fin y al cabo la vida da muchas vueltas. De lo contrario, terminaréis como los votantes de Podemos con las cabezas visibles que lideran o han liderado el partido: con un hartazgo y un hastío generalizado que solo puede desembocar en una debacle.