¿Y ahora que, Conor? El futuro de McGregor en la UFC

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¿Ha llegado el fin de Conor McGregor? Repasamos sus opciones tras la derrota ante Poirier

La derrota de McGregor ante Poirier pone en riesgo su futuro en la UFC y esa gran vitola de campeón que le acompañaba hasta que se topó con Khabib. ¿Qué camino le espera al irlandés a partir de ahora?

Por Guille Galindo  |  26 Enero 2021

Hay combates que suponen el fin de tu carrera. Le pasó a José Aldo con Conor McGregor. El golpe psicológico que supuso su rápido KO en aquella histórica pelea le impidió volver al nivel anterior, sumando un balance negativo desde entonces. Ahora es precisamente su verdugo, Conor McGregor, el que se encuentra en una vorágine de críticas, derrotas y pérdida de confianza crecientes desde que fuera machacado por Khabib Nurmagomedov allá por 2018.

Por mucho que lo niegue, aquel 6 de octubre McGregor dejó de ser el que era. Tras varios anuncios de retirada y estar envuelto en una serie de polémicas fuera del octágono, McGregor parecía haber sentado la cabeza y volver a pensar exclusivamente en la UFC. Su combate contra Cerrone, un rival asequible a estas alturas, le sirvió para volver a estar en la conversación. Parecía el momento propicio para dar un paso más.

Y ese paso resultó ser Dustin Poirier, uno de los luchadores más en forma de la UFC. McGregor, consciente de que vencer al estadounidense le abriría las puertas de nuevo al título, no se lo pensó dos veces. Sin embargo, 'The Diamond' le pasó por encima en un segundo round que demostró la falta de rodaje del irlandés y la diferencia de nivel con respecto a la élite en su división, sin contar a Khabib, en otra dimensión.

Malos tiempos para McGregor

El primer nocaut de la carrera de McGregor le ha convertido en carne de memes en las redes, y en objeto de críticas de sus rivales. El primero de ellos, su archienemigo Khabib, que tuiteó lo siguiente segundos después de que 'Notorious' cayera a la lona: "Esto es lo que pasa cuando cambias tu equipo, dejas a quienes te hicieron campeón y usas de sparring a niños pequeños alejados de la realidad".

El segundo en atizar al irlandés fue su propio rival, Poirier, que en el postmatch aseguró haber visto en el octágono a un luchador muy diferente a aquel que le batió en 2014. Es esa pérdida del aura, del gen ganador, la que arrastra desde lo sucedido con Khabib, y en la que ahondó también el tercero en discordia que ha podido con él en los últimos años, Floyd Mayweather, quien ha empezado a llamarle "McLoser" (McPerdedor). Por primera vez en más de una década, McGregor no genera admiración u odio, sino risa y hasta pena.

¿Y ahora, qué? El futuro de McGregor, más incierto que nunca

Tanta burla, condescendencia y crítica ha tenido que hacer mucho daño a Conor, por muy tranquilo que parezca en redes sociales. Pero quizás el tocar fondo pueda devolvernos al McGregor de antes. Dana White, que de esto sabe más que nadie, lo ha dejado caer: "Cuando te bajas de un yate de 310 pies, viviendo esa buena vida, es difícil ser un salvaje. Tiene el dinero, tiene todo lo que siempre quiso, así que no sé si volverá. Ante una derrota así hay dos opciones: o rendirse o recuperar el hambre. Creo que volverá más hambriento".

McGregor ya ha escogido. Ante los rumores de una posible retirada, esta vez definitiva, se negó rotundamente a terminar así su carrera: "Ahora tengo que seguir. No me puedo quedar con esta sensación. Quiero volver a estar activo en este negocio y ser el mejor de nuevo".

¿Qué pasos debe dar para conseguirlo? De momento, parece haber frenado el combate de boxeo que tenía prácticamente cerrado contra Pacquiao. Lo que menos necesita McGregor es seguir acumulando derrotas, por muy de exhibición que fuera la contienda contra el filipino. El irlandés debería centrarse en las MMA e ir recuperando la confianza que le hizo ser el número 1. Nombres como Michael Chandler, Charles Oliveira, Justin Gaethje o Tony Ferguson han empezado a sonar como futuros oponentes, un escalón intermedio en el que, les guste a los fans de 'Notorious' o no, se sitúa actualmente Conor.

Sin embargo, parece tener otros nombres en mente. Con Khabib descartado, probablemente para siempre, el reto de McGregor consistiría en culminar los feudos con Poirier y con Nate Díaz, con un balance de 1-1 en ambos casos. Centrar 2021 y 2022 en vencer a ambos y llevarse a su favor ambas trilogías devolvería parte de la magia que envolvía a Conor McGregor hasta 2017, y revitalizaría a unos fans incondicionales faltos de alegrías en los últimos tiempos.

Conor todavía tiene 32 años, edad más que suficiente para recuperar sensaciones y no caer en el olvido. El objetivo está claro: evitar que aquella sumisión de Khabib no se convierta en el golpe de izquierdas que hundió a José Aldo.

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