Bud sex: sexo entre hombres heterosexuales

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Bud sex: la nueva práctica de 'sexo entre colegas' que no son homosexuales

La sexualidad es un tema que hoy en día nos resulta inabarcable. Existen decenas de orientaciones sexuales, denominaciones y tendencias. Hoy estamos aquí para hablar de una de ellas: el bud sex, una práctica sin compromiso, sin complejos y sin etiquetas, más allá de la de 'heterosexualidad'.

Por Álex García  |  07 Noviembre 2019

A través de su idea del 'automatismo instintivo', Nietzsche defendía que el cuerpo era el centro de la actividad vital. Tal vez el viejo Friedrich estaba hablando de otra cosa, pero lo cierto es que sus enunciados nos llevan a pensar que en efecto es a partir del cuerpo y de sus instintos (si es que los tiene) que el ser humano puede actuar por encima de lo establecido y lo convencional.

La Real Academia de la Lengua define la homosexualidad como "la inclinación erótica hacia individuos del mismo sexo". Entonces, ¿cómo es posible que haya sujetos que en la praxis cumplan con esta premisa pero se autodefinan como heterosexuales? Esto es lo que conocemos como 'bud sex', sexo furtivo, sin complejos y sin otra etiqueta que no sea la de 'heterosexual'.

Bud sex, una inclinación por los instintos que va más allá de la identidad sexual.
Bud sex, una inclinación por los instintos que va más allá de la identidad sexual. Shutterstock

¿Qué es el bud sex?

El bud sex, que traduce algo así como 'sexo entre colegas', es un nuevo concepto que define una práctica en la que dos hombres mantienen relaciones sexuales entre ellos sin ser homosexuales. Dicen hacerlo por mero placer, para satisfacer sus instintos o 'para hacer un favor secreto a un amigo'. Todo ello reafirmando en todo momento su condición de heteros y sin perder ni una pizca de 'virilidad'.

Los hombres que lo practican aseguran no sufrir ninguna crisis de identidad sexual. Tampoco están escondiendo una orientación de la que se avergüencen; simplemente buscan el desahogo sexual. Es por ello que no hay caricias, ni besos apasionados, y mucho menos esos románticos momentos postcoitales que sí les podrían resultar incómodos. Todo viene a resumirse en un 'aquí te pillo, aquí te mato'.

Placer sin compromiso ni romanticismo, la razón de ser del bud sex.
Placer sin compromiso ni romanticismo, la razón de ser del bud sex. Shutterstock

¿Sexualidad reprimida?

El sociólogo Tony Silva, de la Universidad de Oregon, realizó un estudio en el que usó como muestra a un grupo de hombres blancos de áreas rurales de Idaho, Illinois, Missouri o el mismo Oregon. En todos estos lugares predomina una ideología muy conservadora, por lo que todos los individuos encuestados se autodefinían sin duda como heterosexuales, pero eso no les impedía mantener relaciones sexuales entre ellos.

Silva esgrimió algunas conclusiones que decían que el bud sex comprende "relaciones exentas de romanticismo" en las que no existe "asociación ninguna con ideas como feminidad u homosexualidad". Al buscar a otros hombres heterosexuales y masculinos, los 'budsexers' se alejaban de la homosexualidad.

¿Quiénes son los 'budsexers'?

En su libro 'Not Gay: Sex between Straight White Men', Jane Ward, una especialista en Género y Estudios sobre la Sexualidad de la Universidad de California, tiene algunas teorías sobre los orígenes. Una de ellas dice que la prohibición por parte de la Iglesia del uso de preservativos en el siglo XX motivó a muchos hombres, algunos de ellos casados y con familia, a 'desfogarse' con otros hombres en baños públicos o en otro tipo de lugares más íntimos. Sin embargo, evidentemente hoy en día esto no es así y el bud sex sigue existiendo, así que tampoco podemos decir que sea la causa de lo comentado anteriormente.

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'No gay: Sexo entre hombres blancos heterosexuales' es la traducción de esta obra de Jane Ward. Amazon

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Los 'budsexers', a los que les gusta dejarse llevar por su instinto carnal, reivindican la libertad sexual y el placer con su masculinidad por bandera. De hecho, según Jane Ward "rechazan fuertemente los comportamientos gays", o lo que ellos consideran como 'comportamiento gay', por lo que aquellos que tengan actitudes más femeninas no serán de su interés. No quieren 'impostores', sino un intercambio de placer de igual a igual.

En muchas ocasiones, son personas con pareja estable e incluso hijos. Además, ven esta práctica como una vía de diversión y entretenimiento, y nunca como algo malo o de lo que se tengan que avergonzar, aunque precisamente por no escandalizar a nadie, lo suelen mantener en secreto. Este tipo de sexo furtivo suele ser más habitual en ámbitos rurales o en las cárceles, y, hoy en día, también en entre los más jóvenes dentro de ambientes universitarios.

Budsex, una práctica reivindicativa y sin complejos

Como bien explicaba Jane Ward, el bud sex puede tener sus orígenes en necesidades propias de una época que se nos queda ya muy lejana. En cualquier caso, hoy en día no vivimos en esas circunstancias y el bud sex no ha desaparecido. De hecho, ahora tiene un nombre que seguramente en aquel entonces ni siquiera tenía, y los 'budsexers' dejan claro que precisamente es gracias a la situación de relativa libertad de hoy día que pueden desarrollar estar práctica.

Algunos 'budsexers' entienden esta práctica como ' hacer un favor a un amigo'.
Algunos 'budsexers' entienden esta práctica como ' hacer un favor a un amigo'. Shuttesrtock

Por otra parte, los jóvenes, en la mayoría de los casos, ya no tienen por qué esconderse o avergonzarse de sus orientaciones sexuales. Los 'budsexers' afirman no avergonzarse, y aunque suelen ser discretos, no quieren abstenerse de satisfacer un deseo sexual del que hasta hace un tiempo habían estado privados, por lo menos sin llevar una etiqueta que para ellos es errónea. A pesar de todo esto, hay algunos sectores de la comunidad LGTBI que definen esta práctica como una forma hipócrita de de vivir dentro del armario.

Detractores no podían faltar, por supuesto, y como con todo en la vida, habrá quienes estén ahí por verdadera convicción o quienes tengan otro tipo de intereses, como puede ser no aceptar su propia condición sexual. Lo que sí sabemos es que esta segunda opción, por lo menos aplicable a todos y cada uno de los 'budsexers', no tiene ningún sentido. Así que, al menos para un porcentaje de estos hombres, sí es posible tener sexo homosexual sin necesidad de serlo.

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