BMW cobrará 18€ al mes por asientos con calefacción, a pesar de que la función ya está instalada en los coches

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BMW cobrará una suscripción extra de 18 euros al mes... ¡por sus asientos con calefacción!

El día de las microtransacciones en los coches ha llegado. Ya no basta con que tu coche tenga unas determinadas capacidades, ahora hay que pagar un extra para desbloquearlas y poder darles uso.

Por Adrián Tomé  |  13 Julio 2022

Que el mercado de las suscripciones prolifera no es una noticia nueva. Cada vez está más extendido suscribirse a lo que sea, ya tenga que ver con el entretenimiento del streaming o con la información de los medios. Pero un sector muy diferente a ellos, el del automóvil, ha decidido entrar por todo lo alto en el mundo de las suscripciones. O mejor dicho, una marca. BMW ha decidido innovar e inmiscuirse en esto de las suscripciones, básicamente para cobrarte por algo que hasta hace un mes tenías gratis.

En este caso, nos referimos a los asientos con calefacción, que a partir de ahora estarán disponibles por 18 euros al mes. Esta más que polémica microtransacción llegará a España, Reino Unido, Alemania, Corea del Sur, Nueva Zelanda y Sudáfrica, pero con planes de expandirse a Estados Unidos y medio mundo. La suscripción también puede ser anual (180 euros), por tres años (270 euros) o ilimitada (385 euros). No se trata de incorporar una función, porque esta ya viene integrada con la compra del coche. Lo que sucede al efectuar el pago es que el sistema desbloquea la acción, permitiéndote tener tus posaderas calientes.

El plan de explorar las suscripciones lleva unos años moldeándose. El primer intento fue con la suscripción para que funcionara Apple CarPlay, por 80€ al año, lanzada en 2019. La reacción fue tan negativa que en apenas un año eliminaron esta opción y lo ofrecieron de forma gratuita, aunque ahora hay que pagar de nuevo.

Sin embargo la idea ya estaba ahí, solo faltaba pulirla y colocarla de mejor manera. Volviendo a BMW, en 2020 empezaron a vender los coches con software bloqueado, es decir, con las funciones equipadas de serie que solo funcionaban si se retiraba el bloqueo del software. Esto se aplica, además de con los asientos calefactados, con el control de crucero adaptativo o el modo automático de las luces largas, entre otras muchas funciones que ahora parecen ser premium. En un primer momento, la idea era hacer un único pago por desbloquear estas funciones, con tres meses de prueba gratuita.

Dos años después, vemos cómo han ido más allá, separando funcionalidades y cobrando por todas ellas mediante suscripciones online. Los asientos son lo que más se ha viralizado, pero también hay disponibles micropagos para obtener la mencionada asistencia en las luces largas (8€ al mes), un volante con calefacción (9€ al mes), el BMW Drive Recorder (desde 15€ mensuales) y el Driving Assintant Plus por la friolera de 37€ al mes. Funcionan a través de BMW ConnectedDrive, la plataforma desde la que pagar y activar estas funciones.

Un modelo de negocio abrasivo

Pagar un extra por determinadas cosas que añadir a tu vehículo es algo perfectamente normal, y ese no es el punto. Esto solía tener sentido cuando pagar significaba que se tenía que añadir específicamente esa pieza que de serie no estaba. Pero con BMW ya no es así, el coche ya viene equipado con todo lo necesario y lo que pagas es el permiso para utilizarlo.

De esta manera, la empresa gana más dinero por menos coste, ya que la producción seriada es mucho más barata que la especificación de añadir extras. Además, si se paga la suscripción, a poco que el usuario mantenga ese coche durante 5 o 6 años (algo muy por debajo de la esperanza de vida media de un coche) el dinero ingresado es ampliamente superior que si fuera un pago único. También les abre un nuevo mercado, como ellos mismos han reconocido. Que el primer dueño de un coche no quiera esas funciones no significa que el siguiente tampoco, por lo que multiplica en gran medida los clientes posibles.

Como si de un videojuego se tratase, después de comprar el coche tienes que seguir pagando por cosas que ya estaban ahí, por hardware preinstalado, en lugar de añadidos. Y eso sin que haya ninguna garantía de que en el precio del coche ya viniera incluido ese gasto extra por venir equipado, que lo más probable es que sí, porque por poco que sean sus gastos de producción suben al instalar las mejoras en todos los coches.

Aun así, ¿vale la la pena arriesgarse a un modelo de micropagos a costa de la animadversión general? Como era de esperar, la noticia no ha sentado bien a los clientes, que temen que se repita con BMW la nefasta experiencia económica de Apple CarPlay, que solo se puede obtener con un pago único de 300€, a pesar de que lo que ofrece es totalmente gratuito en casi todas las demás marcas. Es entendible que, como buena marca de lujo, los precios de BMW sean más altos. Pero una cosa es eso y otra exprimir al máximo a sus compradores.

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