5 inverosímiles operaciones secretas de la CIA que no conocías

5 operaciones secretas de la CIA que jamás hubieras imaginado que fueran reales

Repasamos 5 historias reales de espionaje de la CIA que parecen sacadas de una película de ficción del mismísimo Hollywood.

Por Juan Pérez  |  17 Mayo 2021

A lo largo de su historia, la Agencia Central de Inteligencia (CIA) ha protagonizado operaciones de espionaje de todo tipo. Algunas han sido un éxito y otras un fracaso estrepitoso, pero existe un tercer grupo de actuaciones, las totalmente inverosímiles, que parecen sacadas de una película paródica de Hollywood. Hoy vamos a repasar cinco de ellas que seguro desconoces y verás realmente estúpidas en algunos casos. Sin embargo, alguna mente pensante de la corporación más importante del planeta creyó que eran la solución a todos los problemas de Estados Unidos.

Las 5 operaciones secretas de la CIA más peculiares

El proyecto 'Devil Eyes' o 'Los Ojos del Diablo'

Una de las grandes operaciones que terminaron resultando un tanto ridículas tuvo que ver con el momento más negro de la historia reciente de EEUU: el 11-S. Tras los atentados, la CIA comenzó una operación de guerra psicológica para eliminar la influencia de Al Qaeda en la sociedad de Pakistán y Afganistán. No se les ocurrió otra cosa para lograrlo que crear, junto al fabricante de juguetes Donald Levine, padre de los míticos G.I. Joe, una serie de figuras con un aspecto parecido al de Osama Bin Laden, y enviarlos para los niños de esos países.

Bin Laden a la izquierda. Bin Laden endemoniado a la derecha.
Bin Laden a la izquierda. Bin Laden endemoniado a la derecha. The Times

Lo random viene ahora. Si el juguete se dejaba al sol durante un tiempo, la primera capa terminaba derritiéndose, y su aspecto pasaba a convertirse en un rostro demoníaco de piel roja, ojos verdes y marcas negras. El objetivo era asustar a los niños asociando al líder de Al Qaeda con el mismísimo diablo, para así influir a los padres para que dejaran de apoyar a la organización terrorista. No podemos decir que la operación fuese un éxito, precisamente.

Fidel Castro a.k.a. 'El Anticristo'

Lo intentaron centenares de veces, pero no hubo manera. Desde 1959, si no antes, Fidel Castro se convirtió en el objetivo número 1 de Estados Unidos. En una ocasión, como relatan sus archivos desclasificados, llegaron a pensar en propagar por Cuba el falso rumor de que Fidel era el Anticristo anunciado por el apóstol San Juan en su libro del Apocalipsis. Para los expertos de la CIA, esta noticia causaría un gran revuelo en una isla de tradición católica, organizándose una rebelión que podría terminar con el derrocamiento del líder de la revolución.

El Anticristo fumando un puro.
El Anticristo fumando un puro. GTRES

Por si hubiera algún escéptico, tenían preparado el golpe de gracia: desde un submarino se haría aparecer en el cielo de La Habana la imagen holográfica de Jesucristo advirtiendo del peligro de Castro. Aunque nos habría encantado ver tremenda escena, la CIA terminó archivando esa idea por temor a las consecuencias que podría acarrear entre la religión católica mundial, y el riesgo a que se descubriera el entramado usando a Cristo como cebo.

La operación del 'Gatito acústico' o 'Acoustic Kitty'

En plena Guerra Fría, el espionaje llegó hasta el más alto nivel de audacia y de locura. Y en este sentido, pocas operaciones más escabrosas que la del 'gatito acústico' ('Acoustic Kitty'). Esta consistía en convertir a gatos callejeros en auténticos espías, introduciendo en su cuerpo mediante diversas operaciones una serie de antenas, grabadoras y micrófonos para escuchar secretamente a los soviéticos. El objetivo, crear una legión de gatos que fueran escuchas itinerantes, vehículos de vigilancia 24x7.

Tras gastarse entre 15 y 20 millones de dólares en el proyecto, y cinco años de operaciones y adiestramiento, en la primera misión un taxi atropelló al gato espía, y 'Acoustic Kitty' fue cancelado.

No solo hay gatos en la CIA: el resto de animales que participaron en sus proyectos

Desde cuervos, considerados como los mejores espías de alto vuelo por su gran capacidad para cargar peso y escapar de aquellos que los atacaban con gran velocidad, a delfines que fueron entrenados para ser grandes saboteadores y espías de los submarinos nucleares soviéticos, la CIA se ha rodeado de animales a lo largo de su historia para aumentar su porcentaje de éxito en las operaciones. De hecho, en el caso de los delfines, algunos proyectos como el 'Oxygas' o 'Chirilogy' establecieron la capacidad de estos mamíferos para reemplazar a buzos humanos a la hora de colocar balizas acústicas o instrumentos de detección de misiles.

Por supuesto, las aves han tenido mucha importancia en la CIA. Las palomas, fundamentales como mensajeras en la Primera Guerra Mundial, se utilizaron junto a halcones o búhos para espiar a la URSS, y los ya mencionados cuervos, para colocar micrograbadores en las ventanas de los organismos soviéticos.

El secuestro de la nave 'Lunik'

Otra más de la CIA totalmente histérica durante la Guerra Fría, solo que en esta ocasión salió bien. Cuando la URSS envió el cohete espacial 'Lunik' ('Luna') a fotografiar por primera vez el lado oscuro de la luna, los soviéticos estaban arrasando en la batalla espacial entre las dos potencias.

Los planos de 'Lunik' dibujados por la CIA.
Los planos de 'Lunik' dibujados por la CIA. CIA

Tras el éxito de 'Lunik', la URSS decidió hacer un tour internacional entre 1959 y 1960 mostrando al mundo las maravillas de la sonda espacial. Fue entonces cuando la CIA organizó un plan de secuestro de película. Durante la noche, secuestraron el camión en el que se encontraba la nave, y que a primera hora de la mañana iba a llevar el vehículo espacial a una estación ferroviaria para seguir con la exposición. En las 6-7 horas que tuvieron 'Lunik' a su disposición, los científicos de la CIA obtuvieron toda la información posible sobre la sonda, dejándola en perfecto estado al terminar la exploración. Ni el conductor ni los soviéticos se dieron cuenta de la jugada, y 'Lunik' llegó por la mañana a la estación ferroviaria como si nada. La operación había sido un éxito, y fue clave a la hora de corregir errores de la NASA en la fabricación de los cohetes, lo que hizo posible la llegada del hombre a la luna una década después.

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