5 ETS que no presentan síntomas: cómo descubrirlas

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5 enfermedades de transmisión sexual que puede que tengas y no sabías

Las enfermedades de transmisión sexual ya no son mortales si se tratan médicamente, pero no por ello debes bajar la guardia. El problema es que muchas de ellas, y no solo el VIH, no presentan apenas síntomas. Estas son cinco de ellas.

Por Juan Pérez  |  15 Abril 2021

El miedo o la preocupación por haber cogido una enfermedad de transmisión sexual (ETS) después de mantener relaciones sexuales sin condón, es una experiencia que te quita las ganas de volver a jugar a la ruleta rusa por el mero hecho de estar cachondo o querer sentir más placer. Y esta preocupación no debería desaparecer al no presentar síntomas, porque hay muchas ETS, y no solo el VIH, que no tienen síntomas o que pueden pasar totalmente inadvertidos. Esto las hace un grado más peligrosas, porque se puede seguir extendiendo la ETS sin que nadie se entere. Hoy vamos a hablar de cinco de estas enfermedades de transmisión sexual que puede que tengas, pero que ni siquiera te hayas dado cuenta.

1 Clamidia

La clamidia es una de las ETS que más se transmite entre jóvenes. Esta enfermedad bacteriana se provoca por la bacteria Chiamydia trachomatis, de ahí su nombre. El mayor problema de esta ETS es su dificultad a la hora de mostrar síntomas a corto plazo, hasta que a medio plazo surgen los primeros problemas, como la secreción del pene, ardor al orinar y picor en el agujero del pene, que podrían desembocar incluso en la esterilidad.

La cura de esta enfermedad venérea no es un reto, ni mucho menos, ya que se trata con antibióticos. Lo difícil es encontrarla a tiempo y no poner en riesgo a más personas.

2 Gonorrea

Otro clásico entre los jóvenes es la gonorrea, ETS que se transmite por la bacteria Neisseria gonorrheae que afecta de diferentes formas al organismo, pero que no presenta síntomas perceptibles e incluso a veces ni los muestra. Es una enfermedad muy silenciosa, que puede que ni siquiera llegues a notar, incluso cuando des positivo. Y en caso de tener algún síntoma, es probable que se confunda con el de otra enfermedad o infección no sexual. Aun así, y aunque no sea lo habitual, los hombres son más propensos a que el bicho muestre su verdadera cara, con contratiempos como dolor al orinar, una secreción amarilla verdosa o blanca en el pene y una hinchazón en los testículos.

No son síntomas agradables, pero al menos sabrás lo que tienes. Y una vez detectado, tiene fácil solución: antibióticos, como la clamidia. Pasarás unos malos días, pero al menos te olvidarás de un problema que acarrea el no saber que tienes gonorrea: ser estéril.

3 Virus del papiloma humano

El virus del papiloma humano (VPH) es la ETS que más jóvenes han pasado, se hayan enterado o no. Es una infección que cuesta mucho menos propagar, ya que no hace falta la penetración, tan solo con el contacto entre pieles podría llegar a infectarte. Lo más característico de esta ETS es que aparece en forma de pequeñas verrugas tanto en el pene como en la vagina y que por norma general llegan a desaparecer sin que el portador llegue a darse cuenta de que las tenía. Aparte de las verrugas, que muchas veces pasan desapercibidas, apenas aparecen otros síntomas, por lo que es muy fácil ignorar esta enfermedad.

Actualmente no existe un tratamiento para intentar curar el VPH, ya que este virus termina por eliminarse por sí solo. Pero, en el caso de que vaya a más, el tratamiento sería eliminar esas verrugas de las zonas afectadas mediante cirugía. Así que ya sabes, controla tu zona íntima y hazte revisiones mensuales para que no tengas que pasar por quirófano.

4 Hepatitis B

El nombre de esta enfermedad da un poco de respeto. Se trata de un virus que afecta al hígado, aunque también puede dañar el sistema linfático, mientras tú haces vida normal. Se transmite a través de relaciones de sexuales en los que los fluidos como la sangre, el semen o la saliva tienen un papel determinante en su contagio.

En primer lugar, tarda bastantes meses en presentar los síntomas. Y cuando lo hace, un 80 % de las personas apenas muestran pequeñas complicaciones que pueden curarse por sí solas. Aun así, sigue siendo bastante peligroso, ya que puede acarrear una cirrosis hepática que solo dé la cara cuando sea complicado subsanarla.

Los tratamientos para poder curar la Hepatitis B son bastante caros y, a diferencia de los demás, son bastante incómodos, ya que se realizaría mediante interferones, proteínas que pueden producir fiebre, vómitos, erupciones o dolor de cabeza.

5 Sífilis

Una ETS llamada "la gran imitadora" por tener tantos síntomas posibles que puede confundirse con cualquier enfermedad, debía entrar sí o sí en la lista. El Ditto de las ETS lo provoca la bacteria Treponema pallidum, que genera una especie de llaga indolora (chancro) en la parte del cuerpo que entra que bien puede confundirse con algo tan simple como un pelo enquistado.

El chancro desaparece solo, y comienza la segunda fase, en la que aparecen sarpullidos, especialmente en las palmas de las manos o los pies. También desaparece solo.

La tercera fase llega con síntomas como el cansancio o el dolor de garganta y de cabeza, como si tuvieras una simple gripe. Por supuesto, desaparece solo.

Si detectaste la ETS en las tres primeras fases, pensando que era cualquier otra enfermedad, y llevas años con ella, surgen los problemas verdaderamente serios, dañando el cerebro, el sistema nervioso central, el hígado o los huesos, entre otros. Por tu bien, más te vale no llegar a la denominada 'sífilis tardía'.

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