6 accidentes impactantes de la F1 que no acabaron en tragedia por la seguridad

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6 increíbles accidentes de la Fórmula 1 que solo quedaron en un susto

La suerte necesaria, y unas medidas de seguridad muy desarrolladas: repasamos 6 accidentes de la F1 en el siglo XXI que no acabaron en tragedia por muy poco.

Por Roberto Méndez  |  04 Julio 2022

A lo largo de estos últimos años, la Fórmula 1 ha dado un paso enorme en cuanto al desarrollo de la seguridad. Desde la década de los 50 y durante más de 30 años, vimos muchos accidentes trágicos que le costaron la vida a pilotos muy importantes. Afortunadamente, hoy aquellos que sufren un gran susto logran salir, en muchos casos, por su propio pie del monoplaza. Lo imposible se hace realidad.

El cockpit, con su gran estructura irrompible, salva muchas vidas. El halo, muy criticado desde su implantación en 2018, se ha visto en los últimos accidentes que es indispensable para la seguridad de los pilotos. El más antiguo de todos, el casco, sigue demostrándonos que es uno de los mejores inventos del planeta para proteger la vida de los pilotos. Sin olvidarnos de otros elementos que visten o equipan en la F1 como el mono ignífugo de Nomex, que es capaz de aguantar bajo las llamas a temperaturas superiores a los 800ºC.

En resumen, son varios los elementos que pueden salvar la vida en la pista a los profesionales de la alta velocidad. Gracias a todo ello, y la suerte que hay que tener en estos casos, podemos escribir hoy este artículo. Estos son 6 espectaculares accidentes del siglo XXI en la F1 que acabaron con final feliz.

El accidente de Zhou en Silverstone

Solo en la F1 actual un piloto puede sobrevivir a pesar de recorrer varios metros a gran velocidad con el coche absolutamente volcado y saltar la primera barrera protectora. Zhou Guanyu se vio envuelto en un triple choque en el que el piloto de Alfa Romeo salió muy mal parado. Pierre Gasly intentó colarse en la salida del GP de Gran Bretaña 2022 entre Russell y el propio Zhou, pero el piloto de Mercedes le cerró la puerta bruscamente. Hubo impacto entre Gasly y Russell, lo que provocó que el británico perdiera el control del coche y se llevara por delante al tercero en discordia, Zhou, cuyo coche saltó por los aires y se quedó boca abajo.

El fallo en el sistema antivuelco propició que el piloto chino estuviera varios metros en esta posición en el asfalto y en la grava. Por si fuera poco, el coche saltó la primera barrera protectora y se estampó contra la valla. Durante unos minutos, nos temíamos lo peor, pero Zhou salió prácticamente sin un solo rasguño gracias al halo y a la fuerte seguridad que rodea al monoplaza. Aun así, los problemas con el sistema antivuelco evidencian que todavía hay mucho camino por recorrer en cuestión de seguridad.

La lección del halo a Grosjean

El 29 de noviembre de 2020 vivimos uno de esos momentos que se quedan grabados en nuestra memoria. Todo parecía ir con normalidad en el inicio de la antepenúltima carrera del campeonato de la Fórmula 1 en el Gran Premio de Bahréin, pero a los pocos segundos de las luces verdes sucedió algo que asustó al mundo del deporte. En la recta que antecede a las famosas curvas rápidas de esta competición, Romain Grosjean quiso adelantar a su compañero de equipo y otros pilotos por la zona interior de la calzada, pero no se dio cuenta de que detrás de él se encontraba el Alpha Tauri de Kvyat. La rueda trasera derecha de Grosjean colisionó con la rueda delantera izquierda de este, lo que provocó que el francés perdiese el control y chocara contra las vallas.

En ese momento todo el mundo se esperaba lo peor, ya que chocó a una alta velocidad después de seguir una trayectoria totalmente recta (más de 210 km/h). El cockpit se quedó incrustado en el guardarraíl, propiciando que la parte trasera de su vehículo se partiera por la mitad y que la bolsa de combustible empezara a arder de forma instantánea, provocando un enorme incendio. El tan criticado halo, incluso por el mismo Grosjean, que en 2018 se manifestó en contra, le terminó salvando la vida. "Hace unos años no estaba a favor del halo, pero es lo mejor que hemos introducido en la F1. Sin él hoy no podría hablar con vosotros".

El piloto estuvo un total de 27 segundos bajo el fuego, pero gracias al mono ignífugo, la rapidez del equipo médico y comisarios que había en el circuito, el piloto pudo ser atendido de inmediato después de salir él mismo de entre las llamas. Las secuelas de este accidente fueron 10 días de baja y quemaduras de grado dos en las manos y tobillos del piloto francés.

El déjà vu de Alonso

Vamos ahora con otro accidente muy impactante, reciente y en el cual el halo volvió a ser el principal protagonista. Sucedió durante el GP de Spa (Bélgica) en 2018. Nada más producirse la salida, nos damos cuenta de que Nico Hulkemberg se queda momentáneamente parado, teniendo así una mala salida y viéndose forzado a apurar demasiado la frenada para recuperar el tiempo perdido en el inicio. Este no pudo controlarla y chocó por detrás al McLaren de Fernando Alonso mientras se preparaba para tomar la curva correctamente. El golpe que recibió el piloto español le impidió maniobrar con normalidad, con tan mala suerte que, al continuar recto y sin control, se estrelló con el Alfa Romeo de Charles Leclerc, pasándole por encima, dañando su coche y forzándole a abandonar la carrera (algo que le pasó exactamente en el mismo lugar y el mismo Gran Premio en 2012).

Viendo las repeticiones podemos observar con claridad, cómo, una vez más, gracias al halo, Leclerc no sufrió el impacto del fondo plano del coche de Alonso directamente en su casco cuando el McLaren le pasaba por encima.

El día que Red Bull le dio alas a Mark Webber

A continuación, nos trasladamos a un domingo de F1 en 2010, donde rodaba la vuelta 12 del GP de Europa en Valencia y el aspirante al título de la Fórmula 1, Mark Webber, sufrió un terrible accidente que a día de hoy seguimos recordando.

El Red Bull de Webber golpeó las ruedas traseras del monoplaza Lotus de Heikki Kovalainen, lo que provocó la elevación del morro y, a su vez, que el alerón del vehículo se sustentase lo suficiente como para terminar volteándose por completo.

Pero eso no fue todo- Acto seguido, se deslizó a una alta velocidad hasta toparse con las barreras de protecciones del circuito, las cuales, junto a la ayuda del cockpit, lo frenaron en seco con la suficiente amortiguación como para no causar lesiones mayores al piloto y conseguir que todo quedase en una leve conmoción que le hizo abandonar la carrera tanto a él como a Kovalainen.

Podríamos decir que, durante los breves segundos de vuelo, Mark cumplió el eslogan de su escudería, y Red Bull le dio alas.

El impacto sorpresa de Massa

El 25 de julio de 2009, durante la clasificación del GP de Hungría, el piloto brasileño Felipe Massa sufrió el impacto a alta velocidad de un muelle que se había desprendido del Brawn GP de su compatriota Rubens Barrichello.

La pieza del vehículo de Barrichello impactó en el casco de Massa a una velocidad superior a los 150 km/h, lo que causó la pérdida del conocimiento en el piloto de Ferrari, que continuó en línea recta durante la siguiente curva hasta ir directo contra la barrera de los neumáticos. Permaneció inconsciente dentro del vehículo hasta que el equipo médico le pudo rescatar.

Inmediatamente fue trasladado con urgencia al Hospital Militar de Budapest, donde Massa estuvo hospitalizado durante 9 días y fue sometido a un total de 3 cirugías. Gracias al casco, que frenó el impacto, el brasileño volvió a nacer.

El milagro de Kubica

Para finalizar este repaso de accidentes prodigiosos, nos trasladamos al 10 de junio de 2007, en el GP de Canadá.

En la vuelta número 27, Robert Kubica colisionó con la parte trasera del Toyota de Jarno Trulli y salió proyectado a más de 200 km/h contra una barrera de hormigón del lateral derecho de la pista, que, al no tener neumáticos de protección, hizo que el vehículo rebotase por el impacto y entrara de nuevo en la pista, pasando entre medias de varios corredores.

Finalmente, tras varias vueltas de campana, el BMW de Kubica terminó por frenarse en el lado contrario del trazado canadiense. Las asistencias socorrieron al polaco, que se encontraba altamente conmocionado y algo magullado, por lo que fue trasladado rápidamente al centro médico para realizarse las revisiones pertinentes. Si no llega a ser por el cockpit y el casco de seguridad, las consecuencias hubieran sido muy diferentes.

En este artículo hemos sido testigos de cinco auténticos milagros. Esperemos que no haya que tentar a la suerte ni a la capacidad de los avances en seguridad mucho más.

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