Jason Momoa y la manía de criticar el cuerpo de la gente

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No hagamos con ellos lo que hemos hecho con ellas siempre: dejemos de criticar el cuerpo de Jason Momoa (y el de cualquier otro)

Jason Momoa no está gordo. Y si lo estuviera, ¿qué más daría? La obsesión por pretender que nuestros ídolos estén perfectos siempre es un problema grave en una sociedad cada vez más tóxica.

Por Guille Galindo  |  12 Julio 2019

Parafraseando a una de las grandes filósofas de nuestro tiempo, la madre de Forrest Gump, Internet es como una caja de bombones, nunca sabes lo que te va a tocar. Cada día nos encontramos con un nuevo debate, un nuevo dramita o una nueva exageración en redes sociales. Lo último ha sido decir que Jason Momoa está gordo. Pues nada, vamos a hablar de ello, por ridículo que suene y sea.

La noticia corrió como la pólvora. Unas fotos del actor de 'Aquaman' de vacaciones pasando tranquilamente unos días en la playa junto a su mujer fueron motivo de burla por algunas personas en Instagram y Twitter. El motivo, no tener los abdominales tan marcados como cuando interpretó al superhéroe marino.

Lo primero de todo es dejar claro que mantener ese cuerpo es prácticamente imposible. La preparación a la que se sometió Momoa y el resto de actores que tienen que hacer de personajes tan fuertes y musculosos es inhumana, requiere un nivel de ejercicio, rutina y dieta muy elevados y muy difíciles de preservar una vez termina el rodaje, al menos si quieres seguir teniendo vida.

La cuestión es que no habría ni que dar explicaciones. Cada uno es libre de hacer con su cuerpo lo que le dé la gana y tener su cuerpo de la manera que vea conveniente, siempre que se mantenga saludable. Y vistas las fotos, no parece que el actor tenga problemas de salud, la verdad. Dicho esto, es necesario abordar un tema preocupante: ¿hasta qué punto de presión social y 'bodyshaming' hemos llegado para que algunos consideren que Momoa está gordo o falto de forma en la foto? Entonces, el 99,9% de la población restante, ¿cómo estamos? Le llaman 'dad body' (cuerpo de padre). Por esa regla de tres, nosotros tendremos 'great grandfather body' (cuerpo de bisabuelo).

En las últimas décadas, la presión sometida hacia las mujeres para alcanzar un canon de belleza cada vez más ideal e irreal les ha causado daños irreparables que hoy todavía se manifiestan en la sociedad. En el caso de las actrices, cantantes y demás personas del mundo del entretenimiento, la presión ha sido y es todavía mayor. Tienen que estar perfectas en todo momento, sin poder permitirse un mínimo suspiro. Con la mayor presencia y trascendencia de la moda y el cuerpo masculinos en la sociedad actual, la presión también se ha trasladado a ellos. Antes, a la gente le daba igual si Robert De Niro o Arnold Schwarzenegger, por poner un ejemplo más parecido al de Momoa, habían engordado 5 kilos. Ahora no dejamos pasar una en redes sociales.

¿Por qué nuestros ídolos tienen que estar de 10 siempre? ¿En qué momento nos hemos creído dueños de su vida como para criticar sus cuerpos, aun a sabiendas del daño que eso hace en esta sociedad? Nos estábamos concienciando de ello con las mujeres, pero tenemos que hacer lo propio con los hombres. No hagamos con ellos lo que hemos hecho con ellas los últimos 60 años. No lo hagamos con nadie. Dejemos que cada uno disfrute de su cuerpo y que decida para él lo que quiera, sin la dañina presión social detrás forzando a elegir un camino. Solo así podremos avanzar.

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