Homenaje a Aczino, ''el mejor freestylero que se ha parido''

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Se retira Aczino, ''el mejor freestylero que se ha parido''

Recientemente hemos podido vivir el retiro de Aczino, una auténtica leyenda del freestyle. Y como a todas las leyendas, es nuestro deber despedirle como es debido.

Por Juan Ángel Asensio  |  16 Marzo 2020

A los grandes campeones les rodea un aura de grandeza que ha sido negada para el resto de los mortales. Tan solo con verlos sabes que son especiales, olímpicos (en el más exacto sentido de la palabra), intocables. Cuando uno veía a Michael Jordan sobre el parqué había algo, más allá de sus habilidades, que hacía que todas las miradas del mundo recalaran en él. Lo mismo pasa con Usain Bolt o Michael Phelps.

Pero si trasladamos esto al mundo del freestyle, el primero que se nos viene a la cabeza es Mauricio Hernández, Aczino, ''el mejor freestylero que se ha parido''. Y es que cuando Aczino se sube a una tarima, algo hipnótico hay en el mexicano que hace que toda nuestra atención se concentre única y exclusivamente en él. Es una de esas cosas inexplicables y que, sin embargo, suceden sin que nadie lo pueda evitar.

Aczino no es el mejor haciendo métricas, ni fluyendo a doble tempo, ni tan siquiera tiene el ingenio más afilado de todos. Entonces, ¿por qué es considerado por muchos como el mejor freestyler de la historia? Es cierto que cuenta con el palmarés más abultado, tanto nacional como internacionalmente, de todo el circuito hispanohablante dentro de las batallas de gallos, pero los tiros no van por ahí. Todo tiene que ver con ''esa cosa inexplicable''.

El adiós de Aczino

El pasado sábado 7 de marzo, Aczino decía su último adiós a las tarimas coronándose como campeón de la primera FMS Internacional. Allí acabó la mayor leyenda que ha tenido el freestyle en su todavía corta historia. Con el público lanzando rosas al campeón, y enfrentándose con Chuty en la final, su gran némesis, y el único que puede compartir con Aczino el título de mejor freestyler de la historia.

Fue una batalla extraña, con ambos MC mermados por la excesiva duración del evento (ocho horas) y un Chuty que se había desmayado minutos antes de salir al escenario para enfrentarse por última vez contra el mexicano. El encuentro tenía un clima insólito, el mismo que precede a las grandes catástrofes o a las despedidas lacrimógenas. Sin duda, será recordado durante toda la vida para cualquier amante del freestyle y, más que por su nivel, por su significado, por su simbología, forjada durante prácticamente una década.

En las batallas de gallos hay tres épocas muy marcadas: la anterior al parón de Red Bull, la posterior y la de la profesionalización de la disciplina. Esta última acabó con el encuentro entre Chuty y Aczino en la final de la FMS Internacional. A partir de aquí, una nueva etapa se abre, nadie sabe cómo será, pero lo que está claro es que el retiro de Aczino marcará un antes y un después en la historia del freestyle.

Su retiro también es la prueba de que el mundillo de las batallas ha cambiado ya de paradigma. Cada vez se encuentran más alejadas del núcleo de su nacimiento, el hip-hop y lo que engloba toda su cultura, algo que la mayoría de los competidores de élite comparten, y siendo este uno de los motivos por los que el mexicano ha decidido apartarse del circuito.

En unos tiempos donde el freestyle, cada vez más, parece estar convirtiéndose en un deporte, los MC como Aczino son más necesarios que nunca. Y aunque él ya no esté, su llama, la llama misma que aún sostiene esta cultura, ha pasado a otros competidores más jóvenes, por lo que esperemos que no se extinga. Sin embargo, poco a poco, la mayoría de los grandes referentes internacionales, aquellos que más han hecho para que el freestyle crezca, irán desapareciendo de manera inevitable. Será entonces cuando el público se de cuenta de todo lo que ha perdido por culpa de ciertos comportamientos que no han hecho si no transformar este movimiento en algo totalmente alejado de sus valores iniciales.

Por lo demás, solo nos resta agradecer a Aczino todo lo que ha hecho por el freestyle. Gracias por cada vez que has hecho que nos levantemos del asiento. Gracias por dejarnos sin garganta después de festejar tus rimas. Gracias por mostrarnos territorios aún desconocidos. Gracias por llevarnos hasta las lágrimas, por llevarnos hasta la euforia. Gracias por abrir caminos, por todas las páginas de historia que has escrito tu solo. Tu legado durará por siempre. Eres un engreído, un presumido, un crecido, un maldito malnacido, pero hay que no se puede negar del Aczino, y es que es el mejor freestylero que se ha parido.

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